lunes, 31 de marzo de 2014

La muerte oculta (1996)






La muerte oculta se publicó en 1996, en la colección “Arca del Ateneo” del Ateneo de Córdoba. Antonio Perea Torres dirigía la institución en esos tiempos. Cuando recibí los primeros ejemplares descubrí una cubierta con motivo otoñal obra de la artista María Jesús Crespo.

Se presentó en Córdoba, y fue Pablo García Baena el maestro de ceremonias. Nunca olvidaré la lectura de “Suite de una noche de gozo” en su tono infinito.

La muerte oculta fue concebida como un libro de despedida. Escrita años antes, la obra representaba el adiós temporal al mundo literario. Todo es mentira repetía en esos años. Vuelvo a hacerlo ahora con más convencimiento.

Desde esa fecha hasta la aparición, en 2011, de Una aproximación al desconcierto, todo fueron grandezas, maneras de educar y alimento.

La vida no presenta segundas oportunidades, otorga sensaciones y misterios, elementos de criterio y juicios.

De manera consciente dije adiós al mundo real (que es irreal), y saludé la única verdad que adora a esos misterios. La muerte oculta es la esencia de toda mi poesía.

Alimento


Volvemos a la casita por un tiempo.


domingo, 30 de marzo de 2014

¡Mucha mierda!




Dicen que cuando desean dar suerte a los amigos del arte se utiliza el término “Mucha mierda”. Yo lo utilizo en su sentido literal para justificar las críticas literarias que hoy día realizan los críticos que se hacen llamar literarios, pero se quedan en la expresión y en el término de su más absoluta integridad.

Círculos, círculos. ¡Qué pena de círculos! No saben lo que se pierden. Además, he descubierto, que en los últimos tiempos realizan un acercamiento falso. Hablan y mencionan a alguno de la verdadera literatura, para justificarse. ¡Mucha mierda!

Como decía Proclo Todas las cosas están en todas las cosas, pero en cada una según su naturaleza. O lo que es lo mismo, ¿hay inteligencia en sus reseñas?

Lo que hoy día se considera intelectual no es existencial. ¡Ni mucho menos! La vitalidad o vivencia de sus actos beneficia a la falsa intelectualidad. Tomen un suplemento cualquiera, el que deseen. Hablo de suplementos literarios. Proclo era sabio. La unidad es el número total de los dioses, nunca de las cosas. Todo dios está por encima del ser, nunca el reseñista está por encima del poeta.

Inteligencia, busco un poco de inteligencia en las mareas, en las alturas, en los dioses que aprenden y no serán participados, en los conocimientos indivisos, en la reversión de la verdad.

Me hablan los pájaros y no paro de sonreír. ¿Inteligibles? ¿Intelectuales? ¡Mucha mierda! ¡Mucha mierda!

Por complacer a mis superiores / soy capaz de pararme patas arriba.

 

sábado, 29 de marzo de 2014

El pajarito (bis)




Creación y desperdicio, visitar el Museo de Zenobia y Juan Ramón Jiménez y después pasear por Fuentepiña, con burro incluido. Es la diferencia que existe entre integridad y desencanto. Un puñado de políticos ignorantes firman acuerdos que no llevan a nada. Prometen salvar Fuentepiña pero olvidan incluir en los presupuestos la partida correspondiente para dicha actuación.

No han descuidado ni las partidas de asesores ni las de chóferes de coches oficiales. Bendita sea la política y todas sus manifestaciones de robo y engaño.

Debo reconocer que con casi cincuenta años no he conocido a ni un solo político honrado, ni siquiera a un amago de ellos.

Pero el pajarito tenía razón. El pasado 4 de marzo dije AQUÍ que las ganadoras del premio de la crítica andaluza en las modalidades de narrativa y poesía iban a ser mujeres. Y así ha ocurrido. Hoy se han fallado los galardones y tanto Eva Díaz Pérez (narrativa) como Mariluz Escribano (poesía) han resultado vencedoras.

Los seres humanos debemos hablar más tiempo con los pájaros y menos con los hombres. La diferencia entre un siniestro y un sensible es la misma que existe entre Cernuda y Bécquer. Un abismo de versos, de inteligencia y de sinceridad. Prefiero a Bécquer siempre.

Sigo estudiando las mareas. En Fábula protagonizan más de un altercado. Menos mal que Saúl reconforta.

(Muchas felicidades a Eva Díaz Pérez, Mariluz Escribano y Ángel Olgoso -cuentos. Yo se lo hubiera dado a otros en todas las modalidades.) 

Las Guardas: Calidad


En Cuadernos del Sur. Diario Córdoba (29-03-2014).

Se puede leer AQUÍ.


Cádiz, 27 de marzo de 2014


Se puede ver AQUÍ.


Torpemente




Confianza y cautela se contradicen. No comparto las teorías de Epicteto. Hölderlin es Platón, pero también Platón es Hölderlin. Nunca la muerte y el dolor serán temidos. En ellos nace la esperanza. Torpeza, engañamiento, nada debe importarnos de este mundo. Todo es mentira.

Leo pausadamente. No doy lugar al albedrío. Las amistades someten y entre ellas forman círculos cerrados inciertos e imprecisos. Por ejemplo, hay críticos que abundan en sus círculos, para ellos no existe nada más allá. Están equivocados. Sus ojos no ven otra cosa que la insensatez. Lo aborrezco. Pierdo la confianza en ellos, mueren torpemente.

Los críticos de hoy día son esclavos de sus círculos. Sin ellos no son nada. Deben seguir reseñando aquello que una vez defendieron para seguir siendo, aunque sea falsamente. En el fondo ni poseen libertad, ni sosiego, ni tranquilidad.

Los críticos de esos círculos actúan por necedad e interés. El desengaño se convierte en desconcierto. Benditas sean las sombras de Tubinga, los niños que salen de la escuela, los tiranos que nunca dejarán de ser tiranos, los filósofos.

El bien solo posee una esencia, y esta es seguir siendo. Si me pides que te lleve conmigo tomo tu mano, indico a Saúl que la agarre y se ejercite en la tutela.

Los premios literarios comienzan y acaban cuando están cantados. Y todos dejan de arrebatar la confianza en las presunciones. Lo mortal siempre será superior a lo divino. El engaño es nervio, la pureza indolencia. La libertad virtud. Estudio las mareas y la sombra de Hölderlin en Juan Ramón Jiménez. Lo he comprobado, el arte es elección y el honor infortunio.

viernes, 28 de marzo de 2014

Sentidos


De los bienes y los males no juzgan los sentidos.

Séneca.


Pajarracos




No ha comenzado a llover pero el olor a humedad acompaña. El cielo está extraño, hay una luz rojiza entre las nubes. Puede ser el sol que se esconde o la sombra de Saúl que se aleja esta noche para complacer a sus superiores.

Leo un libro de Miguel Mejía, lo repaso una vez y otra vez. Anoto indicaciones en los poemas. Me entero que existe la mercadería del libro, piratas que engañan a herederos y publican libros que facturan en negro para no dejar constancia de su existencia. Siempre existieron los ladrones y los sinvergüenzas. Los alejé de mi sombra por complacer a mis superiores.

Vivir no consiste en engañar, ni en robar. El egoísmo es fruto del maquiavelismo, del síntoma transitorio que provoca el no ser.

En los últimos meses he conocido a gente honrada, sencilla, humilde y sincera. Me acompañaban los hielos derretidos.

Hoy escucho sobre editores que cobran por publicar y de otros que quiebran. Guardo silencio, aprendo. Levanto la vista y miro las negras nubes que no se apartan del cielo. No hay pájaros. Sobran los pajarracos.

Regresan las extrañas presencias, las piedras en la mano y los anillos. Lo falso suele no ser coherente, y lo descubres. No solo por las palabras, por los actos, los hechos, también por la mirada. Unos ojos azules, negros, marrones…

Hay una luz inmensa en el cielo. Una luz rojiza. Grito el nombre de Loreto pero no aparece nadie. Mi hijo dice que he dormido un buen rato. Creo que el que se ha dormido ha sido él.