domingo, 30 de marzo de 2014

¡Mucha mierda!




Dicen que cuando desean dar suerte a los amigos del arte se utiliza el término “Mucha mierda”. Yo lo utilizo en su sentido literal para justificar las críticas literarias que hoy día realizan los críticos que se hacen llamar literarios, pero se quedan en la expresión y en el término de su más absoluta integridad.

Círculos, círculos. ¡Qué pena de círculos! No saben lo que se pierden. Además, he descubierto, que en los últimos tiempos realizan un acercamiento falso. Hablan y mencionan a alguno de la verdadera literatura, para justificarse. ¡Mucha mierda!

Como decía Proclo Todas las cosas están en todas las cosas, pero en cada una según su naturaleza. O lo que es lo mismo, ¿hay inteligencia en sus reseñas?

Lo que hoy día se considera intelectual no es existencial. ¡Ni mucho menos! La vitalidad o vivencia de sus actos beneficia a la falsa intelectualidad. Tomen un suplemento cualquiera, el que deseen. Hablo de suplementos literarios. Proclo era sabio. La unidad es el número total de los dioses, nunca de las cosas. Todo dios está por encima del ser, nunca el reseñista está por encima del poeta.

Inteligencia, busco un poco de inteligencia en las mareas, en las alturas, en los dioses que aprenden y no serán participados, en los conocimientos indivisos, en la reversión de la verdad.

Me hablan los pájaros y no paro de sonreír. ¿Inteligibles? ¿Intelectuales? ¡Mucha mierda! ¡Mucha mierda!

Por complacer a mis superiores / soy capaz de pararme patas arriba.