domingo, 31 de enero de 2010

El Ilustrado más torpe



Con ese tono de pasodoble o tango, y esa mezcla satírica y burlesca. Soy el ilustrado más torpe. Y debo agradecerle el término ilustrado, que creo no lo merezco.

Dice que no le gustan mis comentarios a las lecturas (algo tan personal e intransferible), tampoco los poemas (¡qué pésima la poesía ilustrada!), las entradas, los álogos, los juegos de palabras, ni el sushi ni el sashimi.

Y en cambio comenta, que admira ese amor por la poesía y el oficio editor de mi persona. ¿Acaso desea un favor editorial? ¿Aquel, como las putas, que se paga en especie? ¿O tal vez desconoce sus gustos y pasiones, comedido de envidias y préstamos crueles? Espero su respuesta, anónimo más torpe.

Respeto sus tendencias, sus pasiones, sus gustos, aunque no los comparta. Que soy torpe no dude, el mayor. ¡Tiene tanta razón! Nunca tendremos los mismos gustos. Yo prefiero el bogavante y la langosta, y usted el surimi de la poesía.

No sé si usted recuerda, el más pobre ilustrado (disculpe que invierta los términos, pero así es más poético), un verso que decía: “Mira que eres cabrón Sánchez Menéndez”. Omito aquel principio, y no descarto invitarle, ni decirle, que sin nombre apenas doy cuenta, y si es juego, ya me ha demostrado que nunca me sentaré en una mesa a almorzar con otro ilustrado tan culto y tan profano como usted, y que conste, que lo digo con cariño.


jueves, 28 de enero de 2010

Tirititi, ti, ti



La vida te demuestra a veces que tienes razón. Siempre y pronto. Te engañan como a un conejo, pero la policía no es tonta, y por una vía o por otra descubres la verdad.

¡Pero mira que sois cabrones! Queréis aprovecharos de mí. De este pobre poeta. Ocultáis la realidad y habláis de otras cuestiones, siempre ajenas a la realidad.

Cada uno piensa en sí mismo. Cada uno busca lo suyo. ¡Sois más falsos que la poesía!

Intereses personales por encima de la amistad. O mejor, ¿dónde está vuestra amistad?

Pues os digo, que os darán por el mismo sacramento a vosotros, falsos líricos de la irrealidad.

Yo seguiré con lo mío, pero no os sorprendáis, que habrá motivos.

Y a partir de ahora más.

Tirititi, ti, ti.
Tirititi, ti, ti.


miércoles, 27 de enero de 2010

Chirigota "Los de la Guía Michelín"



Niña, vente con el gourmet,
que te llevo a tapear,
así practicas tu francés,
no te lo pienses mademoiselle,
que te vas a poner morá.

Tirititi, ti, ti,
Tirititi, ti, ti.

G. Acosta y Aragón Becerra



Ayer recibí algún que otro email que preguntaba, entre otras cosas, si Carmelo G. Acosta me llenaba como poeta o no. Y no voy a mentir. Carmelo G. Acosta, y no Carmelo Guillén, publicó en 1977 en Adonais, Envés del Existir. Una obra de arte. Un libro fresco, puro, espontáneo y rico en la mejor y más vanguardista poesía de los últimos tiempos.

Se notaba que un joven lector, introvertido, con vida propia, había escrito un gran libro de poemas. Enorme poemario.

Como incipiente editor, publiqué Rosa de Invierno en 1988, nuevo poemario de un Carmelo G. Acosta que pasó a llamarse entonces Carmelo Guillén.

Todavía en Rosa de Invierno unos cuantos poemas eran de primera división nacional.

Pero ahora, la introversión deriva en desvarío, en misticismo ascético y falto de vida personal. La vida es lo secreto me defraudó, no hay vida.

No se llega tan lejos, con el simple hecho de levitar líricamente. Prefiero vivir humanamente, con los errores propios de nuestra condición.

Carmelo G. Acosta es un poeta como la copa de un pino. Envés del Existir es una obra de arte. Y cuando recibo un email de Carmelo, o alguien me pregunta, cojo entre mis manos ese libro del 77 y recuerdo al gran Carmelo G.

Eso fue ayer, y ayer también me invitó Juan Carlos Aragón a la presentación de un nuevo libro. La obra se presenta hoy, dentro de unas horas. En la Asociación de la Prensa de Cádiz (calle Ancha), a las 19’30 horas.

Se titula 'El Carnaval sin apellidos (Un arte mayor para una chusma selecta)'. Puro Juan Carlos en plena fiesta gaditana. ¡Suerte maestro y hasta dentro de un rato!


martes, 26 de enero de 2010

Un poema de "Última Cordura" (1993)



BUSCANDO EL MAGISTERIO EN UNAS CITAS


En esta habitación de 3 por 2 ½,
como dijo una vez Carmelo
G. Acosta, el gran poeta social
del Aljarafe,
con un cenicero repleto de colillas
y el vaso de whisky
a medio llenar,
como dijera entonces Gil de Biedma,
y a quien robo también eso
de que este tiempo que corre
no es el mío,
porque mi tiempo siempre ha sido
el de las guirnaldas,
el de las flores azules
y el de las cantantes chinas;
y además reconozco que con veinte años
uno entra en crisis por muchas cosas,
y hasta me recompongo de sufrir,
como apunta Colinas en el Heraldo,
y además, muy además,
Pepe Hierro dice algo así como que
si puede morir lo que fue vida;
yo mando a la puñeta mi egoísmo,
y a dios conservaré como a un amigo
bueno, que me quiere,
aunque yo a él poco,
y escribo aquí encerrado para sobrevivir
de los mortales que son el macrocosmos,
y no puedo querer a nadie
que me quiera porque yo no me quiero,
como dice mi madre con sus lágrimas,
y el tiempo corre tanto, tanto,
que recuerdo también al gran Manrique.

lunes, 25 de enero de 2010

Este tiempo que corre, no es el mío



Este tiempo que corre
no es el mío,
porque mi tiempo
siempre ha sido el de las guirnaldas,
el de las flores azules
y el de las cantantes chinas.

domingo, 24 de enero de 2010

La vida alrededor



En un poema de “Última Cordura” (1993), donde hacía referencia a versos de Jaime Gil de Biedma y Pepe Hierro, incluí como fondo y forma del mismo una expresión entonces insólita, que no inédita.

Este tiempo que corre no es el mío”. Y desde luego no puedo arrepentirme de haberla escrito, porque ahora, muchos años después, pienso lo mismo.

No, no soporto mi vida. Lo que me rodea, y lo que deja de rodearme. Me encuentro incómodo. Y resulta que cada vez son más las horas incómodas.

Amigos, conocidos, visionados, elementos de presencia. Todos, todos sobran.

Realmente creo que sobro yo. Y espero que sea así, no deseo molestar a nadie.

Pero ustedes continuad, no se corten. Tenéis la vida por delante. La mía, no está aquí ya, desde luego. Yo deseo tenerla alrededor.


sábado, 23 de enero de 2010

Aristóteles y el cabrón



Llevo una temporada en el infierno y aún no me he cansado. Total, para lo que hay que ver. Para lo que hay nuevo que leer, me quedo otro rato eterno.

Todos estamos en ese otro lado a veces, suelo hacerlo muy a menudo. Una vida es propia y original, y se suele vivir una vez. A las reencarnaciones las llamo los “juancojones”, y a los deseos “cuartetos” (¡hay tan pocos buenos!).

Un día en el Averno descubrí que la mujer debe ser respetada, que es un ser único y maravilloso. Pero existe un grado de incompatibilidad con el sentido común del ser humano.

Una vez, en un curso de doctorado sobre Aristóteles, un alumno comenzó a hablar de la mujer en sentido figurado. Y lo hacía con despecho, con rencor. No sabía si era Aristóteles o Wittgenstein. Ver, pensar y sentir.

Reproché literariamente al joven, con versos de Neruda. En ese momento no salían otros.

Transcurridos unos años, encontré al alumno un día paseando por la avenida de la Constitución. Iba acompañado de mujer y de dos hijos. Miré los ojos de la joven y entendí, que el ahora filósofo, seguía siendo el mismo cabrón de siempre.

¡Ya lo cogeré en el infierno! En esa ocasión, en vez de versos de Neruda le recitaré poemas de Gamoneda.


viernes, 22 de enero de 2010

Ictus 13



En la mañana,
desnudos y cansados,
lloran los mirtos.

¡Qué mal huele!



Hay materia del olvido suficiente como para crear un elemento que destruya todas nuestras pretensiones. Acudo al Cuaderno donde anoto las pistas y me encuentro con un impresentable jurado, manido y renegado. Comprado con entradas y catering de El Faro. ¿Dónde está la justicia, la realidad?

¡Todos los años es lo mismo! Y no escarmentamos los mortales. ¡Nos conformamos con poco! Como en la poesía, que unos se atreven a ofrecerse como las putas se ofrecen, y nos negamos. ¡Ya está bien!

Eres incapaz de reconocer que te huele el aliento a podrido. Que aunque te sientes a la diestra, en el palco, tus anotaciones ya vienen hechas de antemano, y huele, huele mal, no a ropero.

Poeta, tú, poeta. ¡No te vendas! Si eres malo, eres triste. ¿Es qué tienes que hacer lo que dice tu conciencia, aunque no tengas ni puñetera idea?

Y no te cansas. No te cansas. Decían que el que sigue la consigue, pero tú nunca lo harás. ¡Córtate las venas! ¡Jódete!

La poesía es como una comparsa, un coro o una chirigota. Sin tono y sin ritmo, huele fatal. Salvo que un lamentable jurado diga lo contrario. Y así y todo, ya me llega el olor.


Ictus 12 (La Comparsa)



Verdad, sincero.
Unas letras gloriosas,
ritmo y compás.

miércoles, 20 de enero de 2010

Ictus 10



Es Fernando Quiñones
quien recoge papeles
tan vivo en La Caleta.

Pasodoble de Juan Carlos Aragón (2010)





El lunes, 18 ( En el Falla)






El Gran Teatro Falla estaba precioso. Para enamorarse o emborricarse, tal vez.







El Canijo, con su madre. Cariñoso y feliz.







El Canijo la bordó de taxista.







Javi Bohórquez, un maestro, amigo.







El Pellejo, un genio de la voz.







Juan Carlos Aragón, como es él. Figura y maestro.







Martínez Ares, gracias por todo Antonio.







Y ese pedazo de taxista, que se coló por medio.



martes, 19 de enero de 2010

Des-programando



Llevo unos días programando entradas. Pero las programadas se desprograman y el programador de turno no está en Cádiz, sino en Sevilla.

Así es que “El Cuaderno está desprogramado, y no se puede programar, el buen programador que lo programe, dejará de desprogramar el programa”.

O dicho de otra manera mucho más efectiva. Los Mercuriales me tienen completamente desprogramado. Para la tertulia del 20 están organizando cosas nada programadas y nos vamos a encontrar allí una serie de hombres desprogramados, sin programa previo.

Sólo Cotta ha pedido de una vez por todas el himno mercurial, pero ¿Jesús, hay que programar algo?

lunes, 18 de enero de 2010

Los naranjos de Sevilla y la edad



Hay días que respiras Sevilla. Que los operarios retiran las frutas de los naranjos, y el suelo se vuelve naranja.

Un olor tiñe nuestra verdad, es el olor de la vida, de nuestro nacimiento. Son pocas las jornadas del año en las que ves las escaleras en las calles junto a los árboles, y los camiones pasan, donde depositan la fruta embriagadora.

Los recuerdos, el color del cielo, y ese olor. ¡Hay ganas de comerse a Sevilla! Y sin embargo prosigues tu paseo por la ciudad. Esta vez no sin saludar a los ciudadanos del arte.

Sigo buscando a Pepe Cala. Me dicen que está enfermo, que es posible que esté enfermo. No lo creo. Enferma está la Maestranza, la conciencia de algunos escritores y artistas, y músicos.

Creen que han ilustrado la historia de la literatura con sus escritos, y la propia historia les dice: “¡Oled, por favor oled! Es lo único que haréis en vuestra puta vida”.

Dentro de unas horas veré a Juan Carlos Aragón y a su comparsa, "Noches de Bohemia", y a la chirigota de El Canijo, pero recuerdo las canciones de 4-40. Será la edad.


Desde Kuwait, con el Yuyu





Un genio, arte a raudales, el Yuyu.

A ver si te acuerdas, y me pagas la hipoteca. Y de paso el cubatita en el ambigú.

La chirigota del Yuyu, buena, más que digna.


domingo, 17 de enero de 2010

Dejemos de marcar nuestro propio ritmo



Se sigue marcando el ritmo. Cada cual marca el suyo, a su interés. Funcionamos por intereses, exclusivamente. Al sol que más calienta, sin oficio ni beneficio.

Cada uno va a lo propio, lo demás no interesa, nunca ha importado.

Pero todos queremos lo mismo, como los presocráticos, acabamos buscando el origen de nuestra felicidad para no separarnos de ella nunca.

Como Novalis, que sigue conquistando el infinito entre las cosas. Y al final ¿qué?

Si supiéramos realmente lo que nos depara seríamos distintos, muy diferentes.

Hoy comienzo a marcar mi propio ritmo.


Los Pre-paraos






Gustaron Los Pre-paraos. Como estaba previsto.

Me dijeron en la Plaza Fragela que "hicieron reír". Sigo pensando que no hay arte de Carnaval, poco, medido, justo.

Si el año que viene sigue la crisis, la mitad de los artistas de este país (y los que vienen de fuera) se empadronan en Cádiz.


¡Hello Nath, get improved!



I want that you are better.

sábado, 16 de enero de 2010

¡Lo fui dejando, lo fui dejando...!



Siempre he dicho que odio a los abogados, a los banqueros y a los funcionarios. Un odio visceral. Algo así como tomar un plato que no gusta. Pero lo cierto, es que acabas comiéndolo.

El otro día no tuve más remedio que almorzar con mi abogado. Muchas cosas pendientes de un hilo, y al final minuta y pérdida. ¡Lo de siempre! No sé para qué nos comemos la cabeza con ello si siempre acaba igual.

Puestos, están en su sitio, en su lugar. Y si es así, será por algo.

El mío es muy gracioso. Derrocha alegría. Es pijo, culto y sibarita. Viste bien (como un abogado), come bien (como un abogado) y va equipado con los artilugios tecnológicos más precisos para desarrollar su ejercicio (como un abogado).

Si le preguntas, ¿Ramón, qué tiempo va a hacer hoy? Te dice, serio y compungido: “Mi Ipod dice sol, pero la Blackberry todo lo contrario”. Entonces no sabes qué pensar.

Me comentó también que los Reyes le habían traído un E-book, y como es tan listo el “gachó”, ya tenía una web pirata con más de quince mil libros de descarga oscura.

¡Cómo son los mamones!

Y la comida acabó con un chiste. Me dice “Sabes aquel que dice…” Y le corto de raíz, “No”. “Pues bien -prosigue-, un señor en un juicio por haber asesinado a su mujer. El juez le pregunta, ¿Y cómo es que ha asesinado a su mujer tras veinte años de matrimonio? Y el condenado responde, Señor juez, lo fui dejando, lo fui dejando”.

Un abogado es un funcionario del destino, de tu destino. Y entre ellos y Cádiz, me quedo con María, la Yerbabuena.



(Dedicado a mi abogado Ramón Carbajal)

viernes, 15 de enero de 2010

¡Todo el mundo no puede ser de Cádiz!



El Gaditano no saluda: Te dice “¡Illo que paza cabeza!”.

El Gaditano no se cae: Pega un carajazo.

El Gaditano no se enamora: Se enchocha.

El Gaditano no trata de convencerte: Te embolica.

El Gaditano no se lanza: Se embala.

El Gaditano no da besos: Te come la boca.

El Gaditano no bebe mucho: Se pone ciego.

El Gaditano no te da la espalda: Te manda a tomar por culo.

El Gaditano no acaricia: Magrea.

El Gaditano no se baña: Se pega una ducha o un flete.

El Gaditano no se alimenta: Se pone púo.

El Gaditano no te golpea: Te mete un zambimbazo o un mascazo.

El Gaditano no tiene amantes: Tienes dos o tres chavalitas.

El Gaditano no tiene ganas de hacer pis: Se mea.

El Gaditano no sufre de diarrea: Se caga vivo.

El Gaditano no corre a toda velocidad: Sale follao.

El Gaditano no duerme: Se quea frito.

El Gaditano no se ríe a carcajadas: Se parte el culo.

El Gaditano no te pide que lo lleven: Pide que lo acerquen.

El Gaditano no es un tipo tranquilo: Es un empanao.

El Gaditano no hace algo mal: La caga.

El Gaditano no pierde el tiempo: Está mamoneando.

El Gaditano no dice voy y vuelvo: Dice en un plis plas.

El Gaditano no habla claro: Te lo dice to a la puta cara.

El Gaditano no se toma una taza de café: Se echa un cortao.

El Gaditano no está nunca cansao: Está reventao.

El Gaditano no ve a una chica fea: Ve siempre a un chocho.

El Gaditano no se enfada: Se mosquea.

Cuando al Gaditano no le sale algo bien: Le están mentando.

La Gaditana no ve a un tío bueno: Ve a un pepinazo.

El Gaditano no es cualquier cosa: Es un ser único y extraordinario.


(Dedicado a mi amigo Ildefonso Díaz, gaditano de La Línea)

jueves, 14 de enero de 2010

Fue un miércoles



Nací un miércoles. No era un día frío, aunque en Puerto Real comenzaba a llover. No fui al hospital, nací en casa. Con ayuda de una mujer y los nervios de mi padre.

En esos años la publicidad no era como ahora. Mucho John Deere, colchones Sema, Bra, Dyc, Estrella del Sur, Philips vendía radios. Los primeros televisores se llamaban Kolster, y el modelo Venecia Imperial de 23 pulgadas era un auténtico lujo.

Estaban avanzadas las obras del nuevo muelle de Bonanza.

Rafael Laffón escribía en ABC cosas bellísimas, y a noviembre lo anteponía de protocolos. Santiago Montoto también hacía de las suyas, y la Maestranza era la Maestranza.


miércoles, 13 de enero de 2010

La auténtica poesía (2)



A la poesía le ocurre lo mismo que a la narrativa. Muñoz Molina, ¿Muñoz Molina?, Javier Cercas, ¿Javier Cercas?, esa es la narrativa española.

¿Esa es la narrativa española? ¡Estamos bien entonces! Menudo año, por más que digan. Pastiches repletos de palabras de lomo gordo y eterno endeudamiento.

A la narrativa le ocurre lo mismo que a la política. Y a la política lo mismo que a la blogaduría.

¡Estamos listos! Quien desea leer acude a los clásicos. No me extraña que las citas figuren siempre de similares autores.

Leer, lo que se dice leer, se lee poca literatura y mucha basura. Y recuerdo el poema de Miguel Agudo:

El camión de la basura
va recogiendo
la madrugada.


Y aquí, entre toda la vida, entre lo que recomiendan y lo que dejamos que caiga en nuestras manos, descubrimos algo que realmente gusta, que merece la pena: el silencio, la ingratitud y el tiempo.

¿Se habían creído que iba dar un nombre? Lo acabo de hacer. Lo acaban de leer. Aunque no ha deslumbrado.

Mañana compartiremos mesa con José Julio Cabanillas y Jesús Cotta. Mis primeros poemas aparecieron en Moguer, en 1983, y Cotta los conocía. No está bien que hable de Jesús, de su poesía. Pero puedo indicar que entre Cabanillas y Cotta me sentiré repleto. Completamente lleno de la mejor lírica contemporánea. La que más me completa, la auténtica.


martes, 12 de enero de 2010

José Mateos

La pureza en el Falla



El domingo fui con mi hija Isabel a jugar con la nieve. Estuvimos en Santa Olalla y en Zufre. La nieve caía extraordinariamente. Un copo de nieve es libre, blanco, limpio. Cuando aterriza comienza su camino de miseria y desesperación.

Acabo de releer Reunión de José Mateos, y me gusta su elegancia, su estilo. El tono medido y la pureza de su lírica. Muchos copos de nieve que nunca caen al suelo.

Dentro de unos días estaré en Cádiz. Iré al Falla a ver a los artistas. Comparsas, chirigotas, coros y cuartetos comienzan el 15 de enero su camino hacia la vida, hacia la gloria. Muchos quedarán pero otros, los de siempre, levantarán pasiones.

El sábado 16 actúan Los Pre-paraos. La chirigota de José Manuel Soto, César Cadaval, El Marchena, Rafael Almarcha, Fede Quintero, Monchi, y muchos más. Son de Sevilla, letra de la agrupación y música de El Selu y Julio Pardo.

No iré a verlos. Me quedaré en las puertas del Falla. Hay gracia, pero no hay arte. No hay arte. Yo a eso lo llamo aprovechar la coyuntura, aunque El Canijo apoye.

Un “cajonazo” estaría bien, aunque sé que harán reír al público. Pero bueno, sigo prefiriendo a Juan Carlos, a Quiñones. Sigo viendo en los Carnavales y en el Falla lo que otros no ven. La pureza.


domingo, 10 de enero de 2010

En toda su intensidad



Quiero hallar un sentido a todo lo que rodea al arte, y me quedo con el sentido. Exclusivamente con él. Si sigo buscando me engaño.

El sentido es la presencia de uno mismo en nuestro mundo. En cada cosa. En un cuadro, un libro, una composición musical. Aportamos nuestra presencia en la creación para rebelar al misterio. Pero lo hacemos externamente.

Por ejemplo, me gusta la poesía de Gimferrer. Pero no tanto como a García Martín. Cada uno aporta su presencia en una creación determinada. Y al final formamos parte de ella.

Lo que no es creación no puede ser sublevado. No debemos confundirnos. Lo pésimo es pésimo y ya es suficiente.

Cuando leí Una educación sentimental de Vázquez Montalbán, intenté encontrar ese sentido artístico. Y fue fácil. La obra me impactó. Esa poesía llenó mi sentido de misterio y sensaciones.

En cambio, si leo a Gamoneda debo hacer un esfuerzo tremendo para lograr entrar y comprender, hasta explicar. Esa enumeración de versos raquíticos apenas levanta impresiones.

La buena poesía es el sentido. En toda su intensidad.


sábado, 9 de enero de 2010

¡Pobre imbécil!



Toda la ignorancia nunca nos completa. Tenemos ganas de mirar a través del ojo de la cerradura. Lo que descubrimos nos sorprende, nos entristece. Seguimos estando solos, pero ahora lo deseamos.

Hemos dejado de confundir el sentido con la frecuencia. Nunca seremos felices pero al menos, tenemos conciencia de ello. Y esa conciencia será permanente.

Deja de engañarte. Lo que hay a tu alrededor no vale ese pimiento. ¿Por qué haces lo que haces? ¡Pobre imbécil! ¿Crees que llegarás lejos? ¿Crees que eres alguien?

Ignorante, estúpido, un nombre en una lápida, y con suerte, lo que quede de tu familia oficiará una misa por ti en alguna ocasión, cuando se acuerde.

La tristeza es el símbolo de la felicidad. Por eso os veo a todos hablando tan bajito, tremendamente bajo en el silencio de la mansedumbre.

Pero no te alegres, por favor, ya que entonces muere la soledad. La de los otros.


viernes, 8 de enero de 2010

Siempre Nicanor



J. M. Barrie se impresionó de la familia que jugaba en Kensington Park. Tanto que tomó prestado el juego y la simpleza, la elegancia y los movimientos, la naturalidad infantil y el sentido común del sinsentido.

Respeto a Valente pero no me llena. No siento el mordiente capaz de transmitir algo más allá del frío y las sombras.

Hyde Park está helado. Hasta a los charlatanes se les hiela el moquillo. Leer a Valente en Hyde Park es duplicar el sentido de la oscuridad.

Una alternativa para entrar en calor es Parra. Siempre Nicanor.


jueves, 7 de enero de 2010

Gana la irreverencia






El hombre respira. Duda entre la irreverencia y el misterio. Prevalece lo primero siempre. No hay nada como retar al destino a un juego donde no existe la ciencia. Todos somos iguales. Nos queremos cuando ya no nos queremos y nos odiamos cuando dejamos de hacerlo.

Una verdad es una manifestación de desengaño. Esta mañana he dejado un Cuaderno en Portobello Road. Contenía poemas y escritos de estos días. Puede acabar en la basura o en las manos de alguien.

Nada importa realmente. Ni siquiera tu ropa, tu cabello, tus zapatos. Compras una manzana que muerdes como harías con el mundo. Y escupes la cáscara.

El frío hace que fume menos. No saboreo el tabaco, y apenas siento el calor. En cambio un universo de formas, de seres, de intuiciones, me persigue. Las sombras enriquecen la respiración.

Lentamente saboreo un café por la calle mientras respiro. Me escucho. Quiero escucharme. No hay dudas. La irreverencia es la certeza.

Debemos respirar más. Y sentirnos. Y escucharnos. Vivos y muertos respiramos. Deseo abandonar el círculo que existe entre el orden y la prisa. Gana la incertidumbre.


martes, 5 de enero de 2010

London is different






A veces descubres lo que siempre andabas buscando, y lo tienes en tus narices, cuando viajas al mismo lugar y paseas y respiras.

Son personajes que inspiran tu vida y la literatura que pretendes crear.

Además de una estancia mucho más prolongada inicialmente, y dentro de unos meses, también nos planteamos vivir de forma permanente en la ciudad de Londres.





lunes, 4 de enero de 2010

Los Jartibles






¡Qué arte tienes Juan Manuel! ¡Qué arte!

El Sheriff, vamos, Juan Manuel. Este año “El escuadrón de los Jartibles”. La chirigota tiene nombre de poema malo, de jartarse de reír cuando te vea en Falla.

El pasado año vendías arte con clase, ordinariez y elegancia. Se pueden mezclar los adjetivos.

¡Qué arte!


Ondina completo





domingo, 3 de enero de 2010

Otra vez Vicente Sánchez



Intento subir al Cuaderno unos videos de Juanito, El Ardentía, pero me dice que hay un error.

Su chirigota de este año tiene un nombre de susto, Fiesta fin de curso Escuela Infantil La Rana Manca. Se ha comido el coco con tantos comentarios en La Caleta. Bebe un poquito de agua, miarma, o tomate unos armax, eso, lo que tenemos dentro de nosotros mismos.

Porque el que no tiene ni un poco de alma es Vicente Sánchez. Otro año dando guerra al personal. Debe usted darse de baja en estas fechas, y retomar su maldito puesto en marzo.

Espero Vicente, que hayas arreglado el reglamento. Que el año pasado ganó El Selu, al que este año premias con el pregón. (Y con algo más le habrás premiado). Cambia el reglamento, que hay cuartos de nuevo. Y a ver si sales al Falla hombre, que te quiero ver otra vez, con cuarteto o comparsa, da igual.

Vicente, deja de cachondearte del personal, anda hombre. Tu partido es una auténtica basura, en Cádiz y en España entera. A ver si se ahoga la gaviota de una puñetera vez, que Juanito, el socorrista de La Caleta, le va a hacer el boca a boca, por los cojones.



Cachondeo Uno.


Cachondeo Dos.

Ondina





sábado, 2 de enero de 2010

Lo Público



Se prohíbe fumar en lugares públicos. Desde luego estamos peor que en el Medievo. No conocen los significados de las palabras.

Los lugares públicos como un bar, un restaurante, una discoteca, son privados hasta el fondo. Y en cada casa se hace lo que el dueño diga. Y quien no esté de acuerdo que no entre, o que se marche. (O se la machaque).

No se puede prohibir con potestad, jurisdicción y autoridad, sin tener en cuenta la opinión y el deseo de la persona que paga sus impuestos, crea puestos de trabajo y da de comer a los neumólogos.

Si no fuma no decimos nada, le respetamos. Y si es pasivo que se joda, hay que se activo, muy activo siempre.

Si tuviera un lugar “público” se fumaría. Ya me lo puede prohibir el mismo capullo de siempre.

Usted, sí usted. Es libre de irse a otro sitio. Déjeme en paz, hombre. Y si lo desea me denuncia, que le voy a echar el humo en las narices.

Lo público también es aquello perteneciente al pueblo. ¡Qué diga el pueblo! Unos dirán que sí, y otros dirán que no.

Se comienza con el euribor, pasamos al tabaco, la crisis, los toros, el desempleo. Y el humo del cigarro supera los nervios y las tristezas.

A los mancos de oriente les he pedido este año una pistola. Estoy cansado ya de rellenar licencias de armas. La mejor solución. Creo que sí. Una pistola pública. Ya les contaré.

Pero mientras tanto, señores, a fumar. Y en todos los lugares públicos, que son privados, y siempre serán privados. Me avisáis por favor si alguien os denuncia. Me encargo.


viernes, 1 de enero de 2010

Lo demás es eterno



Hoy he cogido un taxi. El centro es mi casa, mi vida, mi esencia. Una señora conducía el taxi. “Buenas tardes Javier Sánchez. Le llevo a su casa.

Mi cara era una mezcla de admiración y sorpresa. “Le leo todos los días. Todos los días.

No sé qué más decir, con esto lo digo todo. Está todo hecho.

Novelas leo pocas, muy pocas. Depende del momento. Una vez leí una, Nadie conoce a nadie de Juan Bonilla. Se la dejé a mi amigo David Silva y aún no me la ha devuelto. La espero con cariño.

Hace unos días estuve con Juan, y no pude llevarle mi novela para que me la dedicara. Una obra de arte. La película me gusta, pero la novela aún más.

¡Y todo salió de la facultad de Matemáticas! Eso dicen. La trama y la vida. La lucha y la presencia. Un grupo de energúmenos se cargaron la madrugada en Sevilla. En Semana Santa.

Después de eso poco puedo decir. Lo pasé muy bien leyéndola. Lo pasé muy bien con la película.

La señora que conducía el taxi me enseñó lo que leía, la última novela de Julio Manuel de la Rosa. Le recomendé Las campanas de Antoñita…

Saludé a Miguel Florián al que confundí con Eliacer Cansino. ¡Hay diferencia! Pero la naturalidad lo es todo. Soy muy simple.

Nuevo año y la misma vida. Seguimos igual, con las miserias. Lo que tenemos no podemos soltarlo. Lo demás es eterno.