sábado, 2 de noviembre de 2019

Hermann Broch



Hermann Broch: Los inocentes

Las obras de arte —no todas, sino sólo las que se aproximan a la totalidad, sin que por ello tengan que ser un Fausto— poseen la fuerza de este impulso, a veces por la plenitud de su aliento, otras por un simple suspiro y otras, si así lo quiere la suerte, por un mero gesto, una leve seña al gato Arouette.