jueves, 28 de febrero de 2013

Es la curiosidad




EL NUEVO cuaderno es como la bicicleta blanca, a partir del minuto 1,08 aprendemos. Conseguimos dejar de ser para ser, aunque no visitamos el paraíso, estaba de vacaciones. Echo de menos todo. Mientras el filósofo no gobierne los estados la sociedad permanecerá estancada.

La foto en el bosque de pinos y eucaliptos sirvió para maquillar una imagen por la que nadie apostaba. Era la melancolía. La pura soledad.

Elimino las instantáneas y la música. La palabra es el arte y lo otro es ajeno, aunque también sea arte. Pero no me gusta que confundan los calabacines con los pimientos, sobre todo los no poetas.

Un tiempo no sirve. Para dejar de ser hay que hacerlo por siempre y jamás. Caminando sin ti. Es la justicia y en poesía ser justo es vivir consecuente.

Echo de menos, aunque no desee reconocerlo, la ventana de la casa de Londres en Marylebone High Street. Cerca de Orrery hay un pequeño parque, un espacio invadido por una vegetación inmensa. Desde la ventana del comedor de la primera planta se observa la cancela cerrada. Los turistas se asoman entre los barrotes, es la curiosidad.

Suelo rodear la manzana y respirar los efectos de la naturaleza, de ese pequeño espacio sostenible y justo. Como el comunismo poético de Juan Ramón pero sin tener en cuenta ni a los gobernantes ni a los gorriones.

En privado. Lo bello suele ser privado, claro que sin filósofos lo público deja de ser rentable, o mejor, no se dispone al pueblo como el pueblo se merece.

Ha dicho hoy don Nicanor que sigue siendo un individuo, que la poesía sigue sin molestar a nadie y que está muriendo lentamente. Imagino sus dedos, las arrugas y su frente. Respiro naturaleza. Es la curiosidad.

Maldigo a todo aquel no sea justo, consecuente, a quien no posea curiosidad y a quien defienda lo privado.