domingo, 30 de noviembre de 2014

Razón



Dijeron que había sido contra un árbol. Un puñetero árbol que crecía junto a la carretera. Imagino las ramas y las hojas que cayeron después del accidente. Imagino como la vida provoca a veces muerte.

Paseo al amanecer. Hago fotos a las setas que crecen alrededor de casa. Todas son diferentes, algunas asustan.

Hay momentos en los que la luz no se muestra íntegra. Escribir de uno mismo en los versos provoca desnudez, pero también oscuridad. Lo escaso a veces es suficiente. ¿No será que la razón separó por error la cantidad de su esencia? ¿Alguien ha pedido nacer? La razón no nos ha regalado nada, nos ha sumido en la nada.

No deseo pisar ninguna seta, las más esbeltas lo solicitan pero hago caso omiso a ello. Moderato e Higinio pudieron conversar alguna vez, pero ambos son frutos de la razón, ambos son cantidad, ambos son accidentes como ese árbol de la carretera, como las setas que crecen con la humedad y alteran el verde o el marrón del paisaje.