ESTOY en la playa, de vacaciones. Hace frío pero el paseo es necesario. Esta tarde he hecho esta foto desde la terraza. Y me he acordado de muchas cosas.
Sobre todo de Pepe Cala, José Cala Fontquernie, un personaje singular y curioso de Sevilla, al que deseo recordar, hacer un modesto homenaje en este Cuaderno.
Cuando tenía mi estudio hace años en la calle Antonio Susillo, estudio donde escribía y leía, algunas veces y sin avisar recibía la visita de Pepe Cala. Un hombre triste, delgado, con la tez blanca y figura esbelta. Venía acompañado de una mujer morena que hacía de cicerone permanente. Su tristeza venía porque su novia, según decía él, le dejó y se casó con Javier Salvago.
De Pepe Cala he oído que ha pintado, ha escrito, y hasta que ha sido echado a la fuerza de su casa de alquiler por el juzgado.
Hoy recuerdo a Pepe Cala, mucho, y recuerdo sus versos antiguos:
"Y esta tristeza
que me dejaste
cuando me dejastes."
Publicado en este Cuaderno, en la etapa anterior, el 10 de abril de 2.009.