miércoles, 1 de abril de 2020

Día 18



Es curioso que Sócrates creyera desde un primer momento en su juicio, incluso no se preparó. Nos lo indica Jenofonte. Creía que era el mejor momento para morir. Escribe Jenofonte: “Los jueces le hubieran absuelto con facilidad solo con que hubiese hecho lo mismo con una conducta más mesurada”. Sócrates era un genio, aunque se había ido ganando una gran hostilidad, como indica Nietzsche: “numerosos enemigos personales, padres indignados por sus hijos y muchas calumnias”.
Llueve. El cielo se llena de calumnias y la tierra de hostilidad. Regresa el frío como un enemigo permanente. Decía Heráclito “la mayoría vive como si tuviera una inteligencia particular”. Y repito “la mayoría vive sin inteligencia particular”.
Si alguien nos da a elegir entre una gran paca de trigo o un buen bloque de oro, ¿qué haríamos? Los burros elegirían la paca. Sin duda. Sócrates eligió su muerte.
El silencio es el descubrimiento de la muerte, la gloria de estar despierto.