lunes, 5 de octubre de 2009

El poeta y su condición



Al poeta muchas veces le entran ganas de llorar. La vida no es lo suyo, lo que nos rodea no es lo suyo. El movimiento circular y oscilante del mundo no es capaz de definirlo.

El poeta llora para olvidar, y para ausentarse de la realidad. A veces piensa que todo baja y él se eleva. Pero lo hace sin premeditación, sin soberbia. Es una subida real, de conocimiento. Y entonces desde arriba las cosas se ven como realmente son.

Nadie puede pensar que el mundo es una limitación. El mundo es una eterna limitación. No es igual una definición eterna, que una eterna premonición.

Arriba se observa la realidad. Nadie ahí arriba, por encima de ti. Cuando descubres eso se caen muchos tópicos, muchos actos de fe, muchos sentidos y más remordimientos.

Y desde arriba lloras. La verdad duele, no molesta, condiciona.


32 comentarios:

Vicky Cateura dijo...

Como canta J.M.Serrat:

"Cuentale a tu corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.

Del derecho y del revés
uno solo es lo que es,
y anda siempre con lo puesto.

Nunca es triste la verdad
lo que no tiene es remedio"

mangeles dijo...

En gran estimas al poeta, Javier. Supongo que tienes razón. Algo deben de tener especial...

Besos

José Miguel Ridao dijo...

Lo que dices es una eterna verdad, Javier, que no es lo mismo que una verdad eterna. Se es poeta con dos cojones o no se es...

Un abrazo.

eres_mi_cruz dijo...

algunos poetas quisieron cambiar el mundo... y al mirarse en el espejo descubrieron unos masones horterísimos quemando pachuli... vale, estaban en una orgía inmersos en una montonera de cuerpos perfectos... pero en el fondo sabían que iban todos a escote... ah, y las velas eran perfumadas según su color... y de saldo por cierre...

entonces en esa decadencia y agarrando dos tetas a manos llenas fue cuando se me ocurrió que...
a lo mejor llenándome los bolsillos de arena...

Anónimo dijo...

Eso de que el poeta es un ser especial, elevado sin soberbia por encima de todos en su dolor suena mucho a siglo XIX y un poquito también a Huidobro. Me encanta, :).
Besos.

Dyhego dijo...

JAVIER:
Me gusta creer que el poeta nos descubre matices de la realidad que no sabemos captar y que lo hace con palabras, palabras que sólo ellos saben modelar e hilvanar.
Un poeta ajeno a la realidad es como el que se masturba. Le vendrá bien a él pero no a los demás.
Un poeta sabe volar por encima de la realidad y sabe mezclarse con la humanidad también.
En fin, es como me imagino yo a los poetas porque yo no lo soy.
Salu2.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Javier, siento como una gran verdad eso de que para el poeta el mundo no es lo suyo. El poeta es en cierto sentido un místico, un inadaptado.

Joaquín dijo...

Pues suena también a platonismo pasado por fray Luís.

Liliana G. dijo...

Evidentemente no soy poeta...

Alguien me dijo una vez "de la cintura hacia abajo, los pies deben estar bien firmes en la tierra. De la cintura hacia arriba, podemos volar hacia el infinito..." Muy oriental pero muy cierto.

Llorar para olvidar no es una opción, el que llora, lejos de olvidar perpetúa los recuerdos.

Un cariño, Javier.

Marisa Peña dijo...

La poesía es una forma de entender el mundo, o de intentar entenderlo, de aprehenderlo, de revelarlo, de buscar el sentido.Los poetas nos muestran un camino a través de la palabra. La creación poética no es una opción fácil, el poeta se eleva, pero también sufre y se desespera.
Un abrazo Javier

Julio dijo...

Gran disertación sobre la levitación poética. Con vodka sale mejor, querido Javier...

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno I Am, Serrat es poeta.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias mangeles.

Algo especial y distinto.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

José Miguel, siempre tan clarito, con dos cojones amigo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Eres, hay otras formas, otras intenciones, y otra sentimentalidad.

Y la arena pesa mucho.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Es así Parsimonia, en la poesía no hay siglos, hay eternidad.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Dyhego, cada uno ve lo que quiere, desea y puede ver.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Jesús.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Joaquín, tu aportación nos llena.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Querida Liliana. Físicamente estás con los pies en la tierra. Es otra forma, otro concepto. Poeta.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Joder Marisa, y tanto que se sufre y se desespera.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Julio, con eso vuelas...

Vicky dijo...

En esta entrada no voy a opinar , creo que deben de hacerlo los poetas.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Tu opinión siempre es válida Vicky.

Un fuerte abrazo.

Mery dijo...

Y aquí se me ocurre resucitar una entrada de nuestro amigo Juan Antonio, el profe, en la que se preguntaba quién es , de verdad, poeta.
Caminar por estratos elevados ya es una pista, desde luego. Y llorar, y querer bajarse de este mundo en marcha...
Un beso

Paloma Corrales dijo...

Supongo que cada uno ve las cosas desde su particular prisma, por eso matizamos de diferentes colores... y que la condición de poeta imprime carácter (casi como el sacerdocio). Yo también los imagino con una sensibilidad superlativa.

Muy interesante leerte. Gracias.

Ricardo Miñana dijo...

Yo opino exactamente igual que Liliana, "de la cintura hacia abajo los pies firmes en la tierra,
de la cintura hacia arriba, podemos volar hacia el infinito".
podemos llorar para ahogar las penas, pero nunca para olvidar.

Ha sido un placer leerte, te felicito.

Un saludo
RMC

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Otro para ti Mery.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Paloma.

Saludos.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias RMC, el placer es mio.

Saludos.

Anónimo dijo...

"Llorar nos hace humanos... por lo tanto poetas." ¿No? ¿Aplicamos el pensamiento lógico o silogístico aristotélico?

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Aplicamos nuestro pensamiento Ladrón.

Un abrazo.