Si la alergia no es culpable, las impertinencias te pertenecen, aunque con una palabra suavemente pronunciada y una sonrisa como esa, te perdonaría cualquiera...
Tú entrada de hoy es íntima y difícil de comentar. Si por esta vez me permites ser personal e impertinente, mi enhorabuena Javier y enhorabuena, por Javier.
12 comentarios:
Una impertinencia puede hacerse perdonar con una sonrisa generosa.
La alergia, con la legada del verano.
Un beso y buenas noches
Si la alergia no es culpable, las impertinencias te pertenecen, aunque con una palabra suavemente pronunciada y una sonrisa como esa, te perdonaría cualquiera...
Un beso Javier.
Genial, Javier, genial...
Un abrazo.
Tú entrada de hoy es íntima y difícil de comentar. Si por esta vez me permites ser personal e impertinente, mi enhorabuena Javier y enhorabuena, por Javier.
Buenos días Mery, o mejor buenas tardes.
La alegia lo perdona todo, menos la impertinencia.
Un fuerte abrazo.
Liliana, ah la impertinencia...
Qué culpa tenemos, mujer¡
Un fuerte abrazo.
Juanma, mil gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Alejandro, es un terrible y enorme honor.
Mil gracias te da Javier, doblemente, por Javier y por Javier.
Un fuerte abrazo, con toda mi admiración.
Cuando hablas suavemente no hay impertinencias...
Muy bellos versos
Carla, me molesta el ruido. me encanta el silencio, o las suavidades de la vida.
Mil gracias y un fuerte abrazo.
según quién dice la impertinencia, creo que se puede pasar por alto..............
no es el caso de los políticos, claro..
un abrazo
Por supuesto, se puede pasar por alto, y sabes que se pasa.
Un abrazo.
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