martes, 25 de agosto de 2009
Ejercicios de Represión
Miro por la ventana mi eternidad
y todo vuelve a comenzar sin el desvelo,
es como descubrir una suave pasión
mientras la vida regresa al origen,
ese mito olvidado que nos mira
y nos dice a sí mismo que cumplimos
una triste obligación sin desperdicio.
Descuidamos de aprender, de comprender,
damos facilidades sin tener en cuenta
que la nueva mirada es la vida real,
es la visión que nos hace sentirnos precisos,
eternos, predecibles y hasta costosos.
Una admiración incompatible
que actualizamos en torno a la palabra,
y el destino es el amor del hombre.
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4 comentarios:
Bravo. Ojalá todos pudieramos tener esa facilidad de palabra. Te sigo amigo.
miro por la ventana de tu cuarto espacio intercostal...
esto es cinemascope, macho...
Un sano ejercicio mirar por la ventana de la propia eternidad. Me quedo con "el destino es el amor del hombre", no me cabe la menor duda, desde adentro hacia fuera de él mismo y viceversa.
Un cariño, Javier.
Un abrazo a todos y mil gracias por los álogos.
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