Pero Bloom no soportó la pregunta con resignación. Ni siquiera mantuvo el orden establecido, ni los pactos de autor que circulaban en su mundo. Los mandamientos de los autores, de los editores, de los críticos. Tampoco tuvo en cuenta la opinión de lectores que confirmaban lo que todos sabían.
Estaba cansado. Creía que todo era injusto y nada verdadero. Pero en ese momento descubrió que su vocación era irremediable. Y que escribía para él. Lo demás es eterno. Y la coherencia dejó de tener grado, para ser fogonazo.
Estaba cansado. Creía que todo era injusto y nada verdadero. Pero en ese momento descubrió que su vocación era irremediable. Y que escribía para él. Lo demás es eterno. Y la coherencia dejó de tener grado, para ser fogonazo.
28 comentarios:
La coherencia empieza por el mayor respeto a uno mismo. Lo demás no importa más.
Besos.
Pienso que el amor propio es el mayor grado de coherencia de uno mismo , lo demás puede quedar desplazado relativamente a un segundo plano...hasta el cansancio.
Un Abrazo.
La coherencia de lo incoherente entre escribir para uno mismo o para los demás, sería que el escritor, en el primer caso ni siquiera se podría llamar tal a sí mismo ni lo podrían catalogar los otros puesto que nadie lo conocería, y en el segundo, al escribir para el lector, volvería a cansarse de los mandamientos, las críticas y los comentarios de los demás...
¡Qué lío!
Un beso, Javier.
En la escritura, al carajo la coherencia; prefiero la indecencia.
Un abrazo, Javier
Escribir para un mismo es ciertamente difícil, debe ser lo que separa a los genios de los mediocres, y ya no se requiere coherencia.
Un abrazo
¿Escribir para vivir o vivir para escribir? ¿Vivir de la literatura o vivir para la literatura, con la literatura, en la literatura?
Coherencia, honestidad, escribir pese a quien pese, incluso a nosotros mismos...
Un abrazo Javier
Escribir para uno mismo es el mayor deleite de todos... pero cuando logras trascedender la barrera que te separa del otro ya es otra historia digna de ser explorada. Saludos y un fuerte abrazo. Feliz comienzo de semana.
No nos engañemos. Ni los poetas sociales escribían realmente para los demás.
Sospecho que quien escribe para sí mismo, y no para que le lean, acaba mudo.
Claro,y Óscar Sipán cogió el fogonazo y nos destrozó la lógica mundana. Coherencia con uno,sí señor,que "lo demás es eterno".
Felicidades con saludo,
Izaskun
Qué difícil e interesante cuestión. De entrada, estoy con la opinión de Julio. La indecencia por encima de la coherencia. Pero no creas que estoy muy seguro...nunca lo estoy, ¿por qué iba a estarlo ahora?
(y no te olvides de ese correo que me dijiste, por favor)
Un fuerte abrazo.
Estoy contigo Parsimonia.
Gracias.
Estoy contigo Vicky.
Un abrazo.
Un lío Liliana.
Pero bueno¡¡¡
Un abrazo.
Bueno Julio, ¿y si te dijera que la indecencia únicamente se adquiere con coherencia?
Es así, amigo.
Un abrazo.
Capitán, siempre se requiere coherencia, siempre.
Es la coherencia de los usurpadores.
Otro abrazo para ti Marisa.
Gracias Ladrón.
Buen día, y mejor semana.
Es así Miradme, siempre ha sido así.
Y el que pueda entender... que se levante sin acordarse de nada.
Joaquín, los poetas estamos mudos, debemos estar mudos, no merece la pena malgastar palabras.
Un abrazo Izaskun.
Gracias de nuevo.
Juanma, no me olvido.
Sobre lo de Julio, hago extensible la respuesta que le he dado a ti también.
Un abrazo de un anónimo, pero bueno.
Coherencia, incoherencia; uno mismo, los demás... al final, escribir es un misterio; si es un extraño deber, al final, tarde o temprano, obedeceremos. Uno no puede traicionarse toda la vida.
¿O sí?
No sabía que moriría de hambre...
Un saludo
Sin traición, no hay creación Olga, hay divertimento.
Es muy serio todo esto.
Afortunada o desgraciadamente.
Un abrazo Olga.
No digas eso Veridiana.
¿Morir de hambre?
¿Y qué es el hambre?
Un fuerte abrazo.
De esta entrada tendría mucho que decir Ortega, siempre abogando por la vocación verdadera del ser humano. Vamos, que de estar vivo, te íba a escribir un álogo de varios folios.
Verdad entre las verdades.
Un abrazo
Un enorme placer Mery.
Gracias.
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