Contrató a un detective para hacerse eco real de las infidelidades de su mujer. Tras el primer seguimiento le comunicaron que iban por buen camino. Con la segunda llamada recibió un paquete postal; en él, podía verse a su esposa fotografiada con diferentes hombres en actitud sospechosa.
Asustado por la conclusión final intentó poner fin al entuerto. Le pegó dos tiros al detective.