martes, 25 de agosto de 2009
Variación de "Ejercicios de Represión"
Mirar por la ventana la eternidad
es volver a comenzar sin un desvelo,
descubrir una suave pasión atormentada
mientras la vida regresa del origen.
Ese mito olvidado que nos mira
y nos dice a sí mismo que cumplimos
la triste obligación sin desperdicio.
Desatendemos el aprendizaje, la comprensión,
damos facilidades sin tener en cuenta
que la nueva mirada es la vida real,
la visión que nos hace sentirnos precisos,
eternos, predecibles y hasta costosos.
Una admiración siempre es incompatible
y la actualizamos en torno a la palabra:
el destino es el amor del hombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Me gusta más esta variación, Javier.
Y el amor siempre es el destino del hombre, también al revés. Para eso nos hacen a todos.
Un abrazo y sigamos.
Aurora.
mirar desde la ventana de tu cuarto espacio intercostal...
es el síndrome de Estocolmo, macho...
Supongo que me resisto a volver de mis vacaciones y por eso me cuesta centrarme ante temas como este. Pero ... mirar por la ventana a la eternidad no es ya una manera de cuadricularla? Cuando miramos por una ventana nuestra vista se limita a la visión que enmarca, no podemos ver más allá de sus límites.
Será que me cuesta volver al encuadre de edificios y de cuatro paredes, seguro que no tiene nada que ver con lo que has escrito.
Besos
No encuentro diferencia en esta variación, el mensaje es el mismo, sólo ha cambiado una parte mínima de la forma que no afecta al contenido.
Perdido en tu búsqueda interna, el verso te acerca al camino donde se vislumbra la meta, pero se me hace que las bifurcaciones por las que te internás, lo alargan. La línea recta es difícil de seguir pero la más segura.
Un fuerte abrazo.
Mirar desde el centro y saber que eres eterno...sin principio ni fin.
besos y amor.
Sentirnos eternos, predecibles y hasta costosos, la verdad es que resume perfectamente la vision de si mismo del hombre.
Me ha gustado, y mucho.
Un abrazo
Me convence más la variación que el tema original. Nuestro destino y paradero, que es el amor, es colectivo y compartido. Superior, más comprensible, la versión en plural.
"Descubrir una suave pasión atormentada
mientras la vida regresa del origen".
"La nueva mirada es la vida real"
Yo creo que ahí no hay síndrome de Estocolmo, ni en el amor como destino.
No lo sé, pero me suena a esperanza (aunque sea sin convencimiento:-)
Me ha hecho pensar en estos otros versos:
"Nunca se entiende un sueño más que cuando se quiere a un ser humano, despacio, muy despacio y sin mucha esperanza"
Un beso.
El destino es el amor del hombre
Gracias a todos por vuestras palabras, escritas en agosto, un mes muy cruel.
Un abrazo.
Publicar un comentario