El cristiano comenzó a tomar conciencia de sí mismo cuando se dio cuenta que a partir de un momento concreto tenía que adorar al hijo de un carpintero. Una luz en el pasillo dejaba entre tinieblas la habitación del hotel. Y te miraba. Una vez y otra vez. De arriba abajo. Te gastaba.
Después dijiste que habías hecho lo mismo mientras yo dormía. Efectivamente me sentí gastado. Uno es de Puerto Real, reconversión de astilleros, levante un día sí y otro también.
Y el hijo del carpintero asomaba su rostro entre los contenedores de basura. Y miraba dentro de la habitación del hotel. Nuestra habitación. No sé si miraba los libros de Trapiello o Pepín Mateos en la mesa, o nos miraba sobre la cama.
Poco aguanto acostado, la verdad. Y poco aguanto a los autónomos, a los oficios rentables del viejo oriente. Así es que corrí las cortinas y recordé los versos de otro tiempo.
Pensé que recibo pocas felicitaciones este año. La crisis, desear feliz año se puede suprimir por un email, Correos tiene un atasco, o todos lo dejamos para última hora.
Un poema de José Luis Tejada he puesto en mi felicitación, con autorización de Jesús, claro está. El Villancete. No te vayas que me muestro, voy a seguir dando la cara.
VILLANCETE DEL ESTORNUDO
Como está la noche cruda,
con un rayito de luz
estornuda
San José.
María dice: "¡Jesús!"
y el Niño contesta: "¿Qué?".
José Luis Tejada
Después dijiste que habías hecho lo mismo mientras yo dormía. Efectivamente me sentí gastado. Uno es de Puerto Real, reconversión de astilleros, levante un día sí y otro también.
Y el hijo del carpintero asomaba su rostro entre los contenedores de basura. Y miraba dentro de la habitación del hotel. Nuestra habitación. No sé si miraba los libros de Trapiello o Pepín Mateos en la mesa, o nos miraba sobre la cama.
Poco aguanto acostado, la verdad. Y poco aguanto a los autónomos, a los oficios rentables del viejo oriente. Así es que corrí las cortinas y recordé los versos de otro tiempo.
Pensé que recibo pocas felicitaciones este año. La crisis, desear feliz año se puede suprimir por un email, Correos tiene un atasco, o todos lo dejamos para última hora.
Un poema de José Luis Tejada he puesto en mi felicitación, con autorización de Jesús, claro está. El Villancete. No te vayas que me muestro, voy a seguir dando la cara.
VILLANCETE DEL ESTORNUDO
Como está la noche cruda,
con un rayito de luz
estornuda
San José.
María dice: "¡Jesús!"
y el Niño contesta: "¿Qué?".
José Luis Tejada
16 comentarios:
Muchas veces nos sentimos gastados porque no nos damos cuenta de que llevamos adentro un "kit" de regeneración espontánea.
Sabemos que aunque corramos la cortina nos seguirán viendo y seguirán intentando gastarnos, cosa que será infructuosa si sabemos dónde encontrar nuestro "Kit".
Me encantó tu entrada, como siempre, y el "Villancete..." de José Luis es genial.
Besos, Javier.
P.S.: Mañana me voy de viaje por unos días al sur de Argentina, al sur del mundo. No sé si podré conectarme desde allí, por lo cual te dejo mis saludos hasta la vuelta. Muchos cariños.
Pues es un bonito "villancete"
Feliz Navidad
¡Me encanta¡ es genial..
Un beso, Javier.
No me sea...
La vanidad bien entendida, a veces es conveniente. Saque los mantecados y atibórrese.
Dije, pregunté "qué" no por recién nacido, sino por provocar.
Un abrazo.
Simplemente genial, la entrada y el Villancete.
Un abrazo.
Qué arte de Cádiz
Pues qué bonito el villacente, ¿no?
Un fuerte y cálido abrazo.
JAVIER:
No ando muy inspirado.
Me gusta leerte.
Salu2
Buen viaje Liliana, que disfrutes del clima.
Un fuerte abrazo.
Feliz navidad, Capitán.
Gracias Mangeles, un abrazo.
Un abrazo José Alfonso, y gracias.
Muy agradecido, alegre, y opinador.
Y de Coria, Hojas, y de Coria.
Muy bonito Juanma, de un maestro.
¡Pues a animarse Diego!
Gracias.
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