viernes, 16 de diciembre de 2011



ES la tercera inclinación (The Face) la que indica que la poesía y la música se encuentran fusionadas en un entorno mágico y soberbio. Es la tranquilidad. La noche de las noches. La respiración de la respiración. Es la verdad auténtica.

Lento respira el mundo en mi respiración.
En la noche respiro la noche de la noche.

Los versos de Colinas son inmensos, infinitos. Aquella noche en Roma, tendría apenas veinte años, y unos poemas leídos ante un público extraño. Motivos era el único argumento. No había más. La ilusión de una Fábula que empezaba a redactarse y el mundo respirando en la noche.

Nada se permitía y nada era conveniente. Una luz en Moguer y mucho JRJ. La única vida. Observaba el blanco de las casas de manera distinta. Y a las nubes les daba un gran protagonismo, hasta hablaba con ellas.

La azotea había supuesto el gran conocimiento, y el anillo, en la ciudad de Rómulo y Remo, era la consecuencia. La mitad de una verdad es siempre el episodio. Un violín mojado comenzaba a sentirse. Nacho Cano se empeñaba en hacer fotos por todas partes. Era The Face.

El bajo sonaba hueco. Después llegó la Custom y Sharleen. La encina, los rabilargos, dios y los calabacines del huerto.

Quiero mandarte un beso y te escribo una carta. Enviar y poder. Las grandes cualidades. Dentro del hombre se encuentra la poesía, y más adentro aún está la música, en el fondo del alma tenemos la insistencia. Es la veracidad.

Con la tercera inclinación sigo hablando, contigo mismo.