DICE un pájaro azul que la verdad del hombre se representa en círculos cerrados. Y debe ser verdad. Los pájaros azules tienen una intención moral y clara.
Las letras del cuplé no dejan muchas sombras. Si Platón las oyera se vestiría de ángel. Todo lo que me has dado nunca fue permitido. Te regalo, así de pronto, la mitad de mi sueño: cuatro nubes, una botella vacía y un cenicero que representa todas las selecciones.
Dices que eres mi amigo y no entiendes los versos. Me confundes con otros. Son otros lo que fueron y dejaron de serlo. Siempre he sido lo mismo, una fortuna de palabras y un despertar despreocupado.
He comenzado los Cantos. En Ecuador esperan los poemas. Hay un joven muy atento que no deja de lanzar piropos turbios. Como cuando te dicen que la habitación de este hotel de cuatro estrellas representa la aproximación al vicio, al desencanto. Tengo todos los proyectos tirados por el suelo. Es la verticalidad.
Hoy ha abierto los ojos. Absurdos y apagados, sus ojos daban cuenta del cansancio de vida. Nadie pidió nacer y, ahora nosotros, formamos parte de esta humanidad. Es la horizontalidad.