Una gran historia es la vida de una persona. Los hay que tienen extravagancia, otros en cambio suelen salir airosos siempre, y algunos disminuyen su fertilidad con el engaño y la pasión consternada.
Esta es la historia de los engaños que vivimos, o mejor sería decir, con los engaños que nos hacen vivir. Con la Gripe A todo es un problema. Tenemos miedo, pánico, incertidumbre. Lo que no queremos recordar es que en el siglo pasado, y en este, miles de muertos han sucumbido por las pandemias de gripe. Y ahora, algunos laboratorios fabrican con encargos multimillonarios millones y millones de vacunas, amén de haberse cargado el turismo en México. ¿Qué nos hacen? ¿Qué sabemos realmente?
Todo es una farsa, una gran farsa. Es la política del no querer y no saber. Obama tuvo que pedir disculpas de un comentario ayer. Y pidió disculpas a la prensa, no fueran a tacharlo. ¡Qué farsa! Nos engañan con circunstancias irreales que nunca hemos vivido y por las que nunca hemos pasado.
Ocurre lo mismo con la Literatura. Nos engañan. Nos falsean nuestros entendimientos con creaciones fáciles, de las que dicen los “críticos” gloria bendita de ellas. Y cuando acudimos a su encuentro nos llevamos un gran chasco. ¿Puede ser así? Claro, siempre es así. Nos hacen ver lo que no es, nos recomiendan el interés. Y discutimos tan solo de lo superfluo.
Esta es la historia de los engaños que vivimos, o mejor sería decir, con los engaños que nos hacen vivir. Con la Gripe A todo es un problema. Tenemos miedo, pánico, incertidumbre. Lo que no queremos recordar es que en el siglo pasado, y en este, miles de muertos han sucumbido por las pandemias de gripe. Y ahora, algunos laboratorios fabrican con encargos multimillonarios millones y millones de vacunas, amén de haberse cargado el turismo en México. ¿Qué nos hacen? ¿Qué sabemos realmente?
Todo es una farsa, una gran farsa. Es la política del no querer y no saber. Obama tuvo que pedir disculpas de un comentario ayer. Y pidió disculpas a la prensa, no fueran a tacharlo. ¡Qué farsa! Nos engañan con circunstancias irreales que nunca hemos vivido y por las que nunca hemos pasado.
Ocurre lo mismo con la Literatura. Nos engañan. Nos falsean nuestros entendimientos con creaciones fáciles, de las que dicen los “críticos” gloria bendita de ellas. Y cuando acudimos a su encuentro nos llevamos un gran chasco. ¿Puede ser así? Claro, siempre es así. Nos hacen ver lo que no es, nos recomiendan el interés. Y discutimos tan solo de lo superfluo.
28 comentarios:
Cuánta razón, Javier. Vivimos en un mundo plagado de mediadores informativos (con perdón) con intereses espurios que nos intentan tergiversar la realidad y hacernos ver por sus ojos, cuando ellos ven de forma sesgada.
No hay que dejarse engañar; permanecer alerta. Y no callarse, claro.
Un abrazo dominguero.
A pesar de sentir a veces tus mismos recelos, sigo leyendo la prensa casi a diario. ¿Cómo cuesta mantener la cabeza fría para intentar separar el eco deformado del sonido real? ¡Qué hartura de trajes, anchoas, bolsos y otras memeces¡ ¡Qué comedieta la del depuesto-desterrado Zelaya, que pisa, sobrevuela tierras hondureñas rodeado de periodistas y se retira de nuevo! ¡Qué fastidio que todo eso nos quite fuerzas y rebaje la exigencia neuronal que nos reclama un buen poema, un buen relato, una buena conversación! En fin, abrazos.
Pues ahí tenemos que estar nosotros, Javier, con dos cojones, distinguiendo el grano de la paja, ya está bien de tantas pajas mentales. Me he puesto neurótico leyendo tu entrada. ¡Quememos los libros de Larsson!
Un abrazo guerrero.
Ante el engaño, el ansia de conocer. La sociedad civil ha muerto, querido amigo.
Un abrazo.
Ya lo decía y dice mi padre, en esta vida todo es un engaño. Sin estudios ninguno, la sabiduría popular siempre acierta. Yo, ahora, con más cultura y menos ingenuidad, acabo pensando lo mismo.
Interesante reflexión amigo.
Pero bueno Javier, ahora te enteras de esto?
Siempre nos han engañado, desde los principios del aprendizaje, el propio aprendizaje es una mentira, hay que borrar el disco y comenzar de nuevo.
Nada es lo que aparenta, ni nadie aparenta lo que es.
Besos frescos
qué lógica hay en hacer cola al raso para comprar un libro que todavía no ha salido al mercado...
¡¡¡ mucho peor que hacerla para un iPhone !!!...
por lo menos el telefonito... fijo es una virguería virguera...
hay Javier....entiendes mi pesimismo?
Vivimos entre luces y sombras,la inmediatez en casi todos los aspectos que nos rodean día a día,exceso de información muchas veces y escasez en otras vitales para podernos formar un juicio propio.
Un abrazo dominguero....
Como en todo la manipulación de las masas en pos del beneficio económico que mueve el mundo
Es difícil aplicar lo común a lo particular, pandemia que afecta a la humanidad, bien, es un concepto, enfermedad propia, son sentimientos.
Crítica a literarura escrita por un conocido, incluye sentimientos o intereses, lector de dichas críticas, confía en que la crítica es conceptual, y se equivoca.
Interesantes reflexines las que traes, Javier.
Un abrazo
Un fuerte abrazo Juan Antonio.
Felices vacaciones, que ya queda menos.
Comparto tu álogo a la integridad Antonio.
Gracias y un abrazo.
Neurótico Ridao?
Gracias, y un abrazo.
¡Nos acordamos de ti, y mucho!
Julio, me dejas bien, ¿qué ha muerto?
Es posible amigo.
Un abrazo.
Gracias Jesús. Esto va de generación en generación.
Un abrazo.
Marian, tarde pero a tiempo.
Un fuerte abrazo.
Eres, cola, hasta para comprar el pan.
¡Qué barbaridad!
Gracias.
Claro que si Conchi, pero intentamos superarlo, mujer.
Un abrazo.
Y ¡arriba!
América, más sombras que luces, muchas más sombras.
Un abrazo.
¡Pero es triste Peggy!
Muy triste.
Un abrazo.
Capitán, sólo son intereses.
Intereses.
Un fuerte abrazo amigo.
Es cierto Javier, nos mienten descaradamente, en la cara y en donde quieren y ni siquiera se les mueve un pelo. Pero justamente por eso, porque nos mienten, tenemos que aprender a reconocer las mentiras cuando las veamos o las escuchemos, allí está la clave. Claro que esto no nos salvará y nos zamparán un montón, pero por lo menos pasaremos unas cuantas por el cedazo.
Ah, y otra cosa, no creo que "todo" lo que nos dicen sean mentiras, es imposible vivir con ese pensamiento.
Un fuerte abrazo, Javier.
El queso que más se vende es del de Burgos, precisamente porque apenas tiene sabor y esto determina que no le desagrade a casi nadie.
Por eso (permítame que le corrija) no triunfa lo supérfluo, sino lo mediocre. Como decía Wilde: "A mí dadme lo superfluo, que lo necesario todo el mundo puede tenerlo".
Yo, cuando entro a una librería me voy directo a los anaqueles de Anagrama y casi nunca erro.
Saludos.
Una vez, me acerqué a los anaqueles de la Editorial Funambulista. Y decidí seguir siempre, la estela de ese funambulista que se obligó a asumir el vértigo.
Os la recomiendo.
http://www.funambulista.net/index.htm
Saludos, desde este silencio en el que te leo.
Un fuerte abrazo para ti, Liliana.
Mil gracias.
Tiene usted mucha razón Juan Carlos, mucha.
Muchas gracias.
Gracias Ana, desde tu silencio.
Un abrazo.
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