Comentaba el otro día con Cotta el tópico ese que dice que los bomberos la tienen muy larga. Y es que la gente confunde el sexo con las mangueras. Pobrecillos.
Pensaba yo entonces en las personas mayores y su falta de cariño. Y decir a una señora mayor “Usted de joven tuvo que ser muy bella” implica una hora de conversación necesaria, y poder hacer protagonista de la película a la interesada. Lo merece. Te cuenta su vida, la de sus padres y la de sus nietos. Merece la pena escuchar. Se aprende un huevo. Y lo hago.
Pienso además en otras cuestiones que dan para varias entradas, pero no las vamos a agotar. Quiero hablar de la “Retilencia”, o capacidad de volver a una situación normal, y lo ideal, salir reforzado.
Los jóvenes de hoy día están mal educados. Se les da de todo. Hay muchas depresiones, crisis, y elementos de juicio que dicen, que nuestra etapa o época fue mejor.
Los jóvenes están hiperprotegidos, menuda gilipollez. Protegidos en grado sumo. Doble gilipollez. Protegidos y mal criados. Y en crisis constante, adecuada y real.
Dicen que el fin de la retilencia es la fortaleza y el aprendizaje, y digo yo, ¿no será mejor dar una galleta a tiempo y en el momento justo?. Pues no, les creamos un trauma psicológico del que difícilmente van a salir, y supone desde luego el derecho y el deber a una denuncia por maltrato.
Por tanto retilencia al carajo, y volvamos a la época de ”usted” y otros detalles, como por ejemplo, “ordena tu cuarto”, “recoge la mesa” o “vámonos que nos vamos”. Niños al fin y al cabo, hijos de las pelotas y almanaques.
Pensaba yo entonces en las personas mayores y su falta de cariño. Y decir a una señora mayor “Usted de joven tuvo que ser muy bella” implica una hora de conversación necesaria, y poder hacer protagonista de la película a la interesada. Lo merece. Te cuenta su vida, la de sus padres y la de sus nietos. Merece la pena escuchar. Se aprende un huevo. Y lo hago.
Pienso además en otras cuestiones que dan para varias entradas, pero no las vamos a agotar. Quiero hablar de la “Retilencia”, o capacidad de volver a una situación normal, y lo ideal, salir reforzado.
Los jóvenes de hoy día están mal educados. Se les da de todo. Hay muchas depresiones, crisis, y elementos de juicio que dicen, que nuestra etapa o época fue mejor.
Los jóvenes están hiperprotegidos, menuda gilipollez. Protegidos en grado sumo. Doble gilipollez. Protegidos y mal criados. Y en crisis constante, adecuada y real.
Dicen que el fin de la retilencia es la fortaleza y el aprendizaje, y digo yo, ¿no será mejor dar una galleta a tiempo y en el momento justo?. Pues no, les creamos un trauma psicológico del que difícilmente van a salir, y supone desde luego el derecho y el deber a una denuncia por maltrato.
Por tanto retilencia al carajo, y volvamos a la época de ”usted” y otros detalles, como por ejemplo, “ordena tu cuarto”, “recoge la mesa” o “vámonos que nos vamos”. Niños al fin y al cabo, hijos de las pelotas y almanaques.
22 comentarios:
Muy difícilmente se puedan cambiar los tópicos, y hasta donde yo sé, los símbolos fálicos son todo un clásico.
Completamente de acuerdo con vos sobre escuchar a los mayores, se aprende un huevo y se hace feliz a una persona.
Con respecto a la "retilencia", calculo que es lo que aquí llamamos "resiliencia", es decir, la capacidad que tiene una persona de pasar por un momento crítico, remontarlo y aún salir favorecido.
No me parece que los jóvenes sean particularmente resilientes, y de serlo, no pasa por allanarles el camino para evitarle traumas, pasa por saber decirles "hasta aquí llegamos" y punto. Los límites bien utilizados son la clave de la educación.
Pero estoy de acuerdo que cuando no se pueden plantear los límites "bien planteados", un buen zamarreo a la vieja a usanza sienta de maravillas. ¿O alguno de nosotros ha quedado traumado por eso?
La psicopedagogía es genial en la teoría, pero que venga un psicopedagogo a convencer a un crío encaprichado...
Besos Javier.
Excelente post! Concuerdo con vos...
La verdad es un tema para tomarlo en serio.
Porque quienes educamos a esos niños somos nosotros los adultos.
Y quienes hacemos las leyes somos nosotros los adultos. Y los jóvenes mas bien niños son copias de los adultos.
pero todo viene a lo mismo Fachada. Hemos vivido muchos pero muchos años por encima de nuestras posibilidades. Hemos dado valores a todo lo que sea Tener o poseer. y hemos aparcado a un lado los valores que realmente hacen crecer.
etc...etc...etc
Besos y amor
je
Yo de hiperprotección de los jóvenes de hoy, ni hablo.
Yo creo que estamos hoy casi todos hiperprotegidos a menudo, no sólo los jóvenes. Vamos, que somos flojitos y al primer aire nos caemos.
Un abrazo
Aurora
El tema que traes a nuestra atencion es muy interesante al igual que las aportaciones de los compañeros.
si los tiempos han cambiado mucho
ahora los hijos gobiernan a los padres en mis tiempos recuerdo que me enseñaron a decirle "usted" a los mayores a no interrumpir platicas ajenas, a levantar el plato de la meza tras comer, a decir "gracias" entre otras cosas ...
por ciertas razonesde deje el estudio por unos años, tengo 28 años y mis compañeros de escuela andan alrededor de los 20 y la educacion, valores y disiplina es muy diferente a la que aprendi a finales de los ochentas,
veo en tu texto el dibujo
de un cuadro social muy actual y decadente...
saludos desde Mexico
son las 7:42am
en la costa del pacifico
Javier, a los metales se les somete a un ensayo, el de resiliencia, que evalúa su resistencia al impacto, y a los niños de hoy (perdón, niños/as) los estamos haciendo tan frágiles que están fuera de escala, cualquier golpe los hace romperse, o al menos eso parecemos creer. Un desastre.
Muy buena entrada.
Un abrazo
Hola Liliana, en todos sitios cuecen habas, y mira que están buenas las habas.
Tengo un amigo en Granada, que me trae unas habas geniales.
Tienes razón, tu álogo es completo.
Recibe un fuerte abrazo.
Gracias Carla.
Un abrazo.
Dices cosas verdaderas Sede.
Más humildad es lo que necesitamos, y menos ganas de apariencia engañosa.
Un fuerte abrazo.
Pues mejor habla Julio. ¡Qué nos vas a contar!
Un abrazo hiperprotegido.
Pues sí Aurora, y mayores también.
Un abrazo.
Gracias Dromo.
Recibe un fuerte abrazo con todo mi cariño a tu pais.
Sí Capitán, pero los niños o jóvenes no son metales, y se rompen muy a menudo.
Es tarea difícil.
¿Qué tal Ridao?
¿Y el jamón?
El jamón, un espectáculo, vamos, un espectáculo ver cómo nos poníamos morados.
A Ridao ya le dije que nos acordamos de él, y mucho, mientras dábamos cuenta de una mariconada llamada vodka caramelizado.
De ahí el éxito de las compañías de seguros. Ahora es que la protección te la tienen que garantizar hasta para cruzar la esquina. Es el tiempo del por si acaso. Qué cosa más infantil. Vivir es un deporte de riesgo y hay que coger fuerza en las piernas desde pequeñitos. Con amor pero sin tonterías, que hacen mucho daño... Qué claro lo tenemos, sin embargo, qué difícil con cada uno de nuestros hijos, ¿eh?
Es imposible hacerlo del todo bien...
Un abrazo.
Capitán, eres un mostruo.
El del Lago Ness, se queda corto.
Me quedo con "vivir es un deporte de riesgo".
UN fuerte abrazo.
Tan simple como difícil,la educación comienza por casa tiempo y calidad de tiempo es lo que se extraña,grandes retos para la juventud de hoy en día,la tecnología la inmediatez de las cosas,lo frágil de por sí que ya es la vida.
Frases e ideas como mi madre es mi mejor amiga para mi son inentendibles ,una joven o un joven necesita una madre y un padre,donde está la linea entre una comunicación más abierta y perder la autoridad reconozco no es fácil.
De retilencia...Lo justito...
Lo justito América. Tienes mucha razón.
Un abrazo.
No existe la palabra retilencia.
Que no esté en el RAE, no significa que no exista.
Gracias.
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