martes, 21 de julio de 2009

Voces e Isegoría



He soñado que me dejé llevar por voces secretas de personas que hablaban en un tono muy suave. Eran voces sutiles, engañaban las palabras y hacían que confundieras el amor con la dependencia. No podía estar sin escucharlas. Cuando apartabas los oídos, volvían y se acercaban aun más para que no las olvidaras.

Cuando se acercaron plenamente confundieron. Lo hacían tanto que si necesitabas oírlas se apartaban velozmente y corrías tras ellas pero nunca las encontrabas. Las voces eran un desengaño constante. Un día hice por olvidarlas, por separarlas de la vida, de mi vida. Pero seguían y seguían. En el momento justo. Todo estaba milimetrado, o tal vez, salía así, improvisado pero cierto.

Y fue como las voces cautivaron mi existencia. Mantuve conversaciones constantes y seguras con ellas. Las amaba. Desnudé mi interior a unas voces que seguían trabajando. Loco de desengaño les dije que se fueran pero volvieron más fuerte. Y mantuvieron su compañía durante una temporada completa. No sé si estaba cuerdo por las voces o por mis sentimientos. Pero fue tanta paciencia que rompí los principios. Todos los principios. Se habían marchado.

Entonces, hundido y desalmado, asimilas que se han ido. Piensas que es para siempre. Pero no, al tiempo vuelven con más fuerza, y el tono había cambiado. Era fuerte, claro, consistente. Pero las voces ya no eran lo mismo. Nunca habían sido lo mismo desde el primer día.

Esas voces mantienen su criterio. Es la Isegoría de Sócrates, todas fueron tenidas en cuenta. Esas voces han vengado todos los males de mi vida, aunque padezca de migraña desde entonces. Esas voces que nunca se entregaron plenamente me hacen buscar ese claro del bosque para adentrarme en la espesura. Busco el camino desde entonces.


38 comentarios:

Julio dijo...

Muchas veces esas voces marcan nuestro auténtico camino, Javier.
Un abrazo.

maite mangas dijo...

Lo mejor del camino es buscarlo, no sólo hacerlo.
Un beso.

Vicky Cateura dijo...

En cada palabra, en cada letra, en cada coma y cada punto, el autor indefectiblemente imprime sus sentimientos, despúes en la puerta de justito al lao, o miles de kilómetros el lector basándose en sus propios sentires interpreta lo que lee. A la distancia que me encuentro escucho entre tus parrafos una conocida canción de Navajita Plateá como banda sonora de fondo. Y me traen al recuerdo una niña a la que esas mismas voces u otras igual de dulces amargaron y apartaron de su camino y aunque no sufrió migraña, si padeció de insomnio cuando reunió el valor suficiente para alejarlas de su vida para siempre escondiendose en la espesura buscando también ese claro, en el que consigió hacerse mujer. Puede parecer un cuento, quizás lo sea, aunque aún no está escrito el final, porque sé de primera mano que todavía anda buscando el camino, y que acompaña sus pasos con alguna canción que exortiza y aleja aquellas voces que hace años dejó de oir.

Un fuerte y cálido abrazo desde el camino... disculpa mi interpretación, como dije al prinicipio ... es personal

Joaquín dijo...

Ahora que mencionas a Sócrates, Javier, que tenía también un genio que le inspiraba... He recordado la doctrina, tan platónica, tan órfica, de que vivimos en nuestros cuerpos como sepultados en una prisión. Así es, no podemos desprendernos de nuestras circunstancias, las buenas y las malas.

Taller Literario Kapasulino dijo...

Que gran relato! muy atrapante!
Me encanto!

Liliana G. dijo...

¡Menos mal que fue un sueño! Porque escuchar voces podría tener innumerables connotaciones. Desde la famosa "voz interior", pasando por la metáfora y culminando en la psicosis, más precisamente en su forma paranoide. Por lo que me inclino a tomar al pie de la letra tu escrito, no obstante, decididamente amparado en la metáfora.

Sin embargo si esas voces se han basado en la Isegoría de Sócrates y todas mantienen su propio peso, o por lo menos, es la lectura que le das, entonces significaría que más allá de lo onírico siguen las reglas de tu propio juego. Y está bien que así sea, pues cada ser humano se desarrolla en un mundo interior que muy difícilmente se puede compartir y que pocas veces se comprende desde afuera.

Ahora... ¿No era que no teníamos que seguir buscando? Me has desorientado.
Personalmente busco, ya no el camino, sino el modo de seguir caminando.

Besotes.

Dromo dijo...

Nunca faltaran esas voces
que pretendan disfrazar de amor
la dependencia

!pero que bello es estar
enamorado!

son muy sutiles
dificil de negociar con ellas
traicionaran al darles la espalda

y coincido con la persona anterior
que dice que ya no busca el camino
si no la forma de seguir caminando

saludos desde mexico!!

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

continuamente buscando el camino, oyendo esas voces...

Capitán dijo...

La vida y las voces, suaves o fuertes, pero alborotadoras, siempre presentes, con su eterna isegoría.

Inquietante entrada.

Vicky dijo...

Muy bonita entrada , demuestras tu parte tierna...pero ¿ te compensa seguir oyendo esas voces , aún a pesar de la migraña que te puedan producir?

Un abrazo.

Vicky.

Conchi Guirao dijo...

Mmmm Voces, a las que más se debe hacer caso es a las voces del interior, a las voces del corazón.

Muy bonito Javier.
Un bso, conchi

eres_mi_cruz dijo...

hay álogos que traen migraña...
hasta ayer, Isegoría sólo existió en el speakers corner...

Rosna dijo...

...Busco el camino desde entonces ... Ya está en el "camino " Sanchéz san .
Feliz semana !!!

Para la migraña , nada de voces , una mú si ca muy muy suaveeee fluya con la música y respire , respiremos .
Gabriela

ade dijo...

- Conozco esas voces, no se si te dicen lo mismo que a mi, pero ahí estan siempre susurrando, tantas veces pense que basta que ahora ya estaba lista para eso, para sacarlas de mi alma. Hubo un tiempo que partieron, sólo un tiempo, o yo creï que ya no estaban. No sufro de migrañas, todavía, pero me inunda la desesperanza. Besos, Javier. Ade

Juan Pablo L. Torrillas dijo...

Despiertas y te susurran al oído, voces que nos acompañan cada día haciendo el camino. El camino se anda y se busca y esas voces unas veces aconsejan bien y otras no tanto, unas veces nos guían y otras nos despistan, solo el tiempo lo dice, porque es el tiempo el que nunca muere, porque es el tiempo el que, sin darnos cuenta, va quitando espacio a la vida.

América dijo...

Hola Javier,como siempre grato el encuentro en tu blog.
Coincido con mi querida Liliana,bueno es saber en principio que se parte de un sueño,
voces en torno a la dependencia y el amor,ambos tan diferentes,pensamientos recurrentes que no terminan de cerrar el círculo ,pero como bien dices el derecho a hablar,de esas voces o nuestro interior,todo suele girar en una permanente búsqueda.

Un abrazo...

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Sabes pensamos que todo es muy dificil y lejano. Igual estas dentro de ese camino y al estar dentro del camino ni lo ves.
besitos y amor
je

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Esas voces también hacen que nos despistemos de nuestro auténtico camino Julio.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y si por mucho que busquemos sólo nos encontramos al lobo de Caperucita, Maite???

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

I AM, personal y respetable.

Muy respetable.

Recuerdo la canción de Navajita...y ahora que lo dices, pues sí.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Nunca Joaquín, viven con nosotros siempre.

Nos acompañan hasta la muerte.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Carla, un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Liliana, verás. Nuestra naturaleza hace que busquemos, lo ideal es no buscar, pero por más que luchemos, siempre buscamos: un camino, una verdad, un horizonte.

Ocurre que el horizonte es siempre el mismo, siempre.

Bueno, menos mal que fue un sueño, ya que las voces, aquí están.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Dromo, estás muy acertado, mucho.

Mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Sí, Mª Ángeles, mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Capitán.

Inquietante y distante, o mejor distinta.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Vicky, nunca compensan, nunca.

Simplemente se sienten.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Conchi, a las del corazón dices.

Y te pregunto, ¿y a las voces de la verdad?

Un fuerte abrazo.

maite mangas dijo...

Pues en ese caso es que estás en cuento y ya sabes que vas a necesitar al leñador.
Besos inquietos.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno eres-mi-cruz, sólo hasta ayer.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Rosna, aunque parezca mentira, me gusta la música estridente, además de la suave. Pero disfruto mucho con la marcha.

Un abrazo.

Mil gracias Gabriela.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ade, que nunca te inunde la desesperanza, es terrible.

No merece la pena.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Juan Pablo, el tiempo todo lo acapara y cura las heridas, pero es molesto vivir con el tiempo.

Un fuerte abrazo y mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

América, el placer es mio, siempre.

Me alegra tu álogo,y me gusta.

La eterna búsqueda y permanente, pero tan falsa, como el beso de Judás.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Es muy posible Sede, que dentro no se vean las cosas, pero estoy fuera, muy fuera todavía.

Un abrazo.

Pd. Lo digo, porque veo aún el exterior.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Otro beso inquieto Maite.

He llamado al leñador, y está de vacaciones en la sierra.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Aquí en es este mundo de lo relativo, los caminos están abiertos, si estamos dentro del nuestro, vemos todos los demás, incluso no pasa nada por salirse de el.Todos van al mismo lugar, la diferencia es que unos llegan antes y otros después.

Esas voces que te hablaban en tonos suaves y sutiles. Las escuchabas porque tú querías, además es un sueño, ¡¡Y además! jo te dejo ya comente antes.
besitos y amor
je

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Un fuerte abrazo Sede.