martes, 21 de septiembre de 2010

The Face (treinta y siete) (Tercera Inclinación)



Me encanta la forma que tienes de mover las manos. No es original, es sublime. Fíjate como lo haces, aunque no te des cuenta. A Shuarma le encantan mis MM. Se los bebe todos rápidamente. Mueve las manos como quien abre una puerta. Juan Manuel es un duende, una persona tímida. Tiene ángel. Y mueve poco los brazos, tan solo, para tomar los MM.

Da gusto escuchar versos propios en canciones ajenas. Es una fascinación. Y no soy el Golfo de Cádiz (2005), como Alejandro Sanz y Juan Carlos Aragón por La Caleta. Todo es mucho más fácil. Es una forma diferente de mover las manos.

Lo de la huelga general me tiene preocupado. ¡No la hagan señores! ¡No hace falta! Total, si van a dar a los sindicatos tropecientos millones para formación, para que gasten en liberados y tapen huecos absurdos de su propia supervivencia. Los sindicatos deben vivir de las cuotas de afiliados. No existirían, se lo aseguro. ¡Qué vergüenza! Una huelga para joder. Entonces sí que movería las manos, pero para repartir hostias entre sindicalistas.

La clase política andaluza es lamentable. He tenido ocasión de reunirme con algunos, de partidos distintos, y dan pena. Pena, penita, pena. Menos clase que un lebrillo alicatado. ¡Y eso nos espera! Mueven los brazos para coger, vamos para trincar. Verbo agudo donde los haya. Los políticos deben leer más. Naturalmente libros y no cartillas de ahorros personales.

Para pagar la carrera, y sus excentricidades, trabajé en el BBC. Sí, en el BBC (Bodas Bautizos y Comuniones). El domingo me daban un sobrecito que moviendo las manos guardaba en el bolsillo. Al llegar a casa la mitad se la daba a mi madre. El resto lo utilizaba para comprar libros y para ingresar un poco en la cuenta de la Caja Postal de la Constitución.

Me encanta la forma que tienes de mirar. Siguen siendo las obsesiones del alma. La alegría que se lleva el miedo. Son las cosas que nunca quise decirte.