INTENTO abrir los círculos cerrados
sin necesidad de llamar a nadie que lo entienda. Por descubrir me quedan los
ruidos, el invierno, el mediodía de diciembre, las cosas que siempre suenan a
triste.
Miro al suelo. Esta mañana he llenado la papelera. Un mosquito permanece en la blanca cortina. El lacio insecto de patas grandes es torpe, muy torpe. De un manotazo ha acabado en el suelo.
Suelo llevar encima algo a los entierros. Además de la sombra, los pasos. Permanecen las palabras para no ser interpretadas. Levanto el dedo índice y miro al mosquito. Platón sonríe. Los no sinceros serán los no poetas. Nadie entiende.
Me acompañan los Cantos de Leopardi a todas partes. En Aznalcóllar, en el supermercado, olvidé el libro sobre la caja número 2. Al día siguiente lo tenían en una bolsa hermética que no me cobraron. Esto debe ser suyo, comentó la dependienta con una media sonrisa. Miraba al suelo. Busqué la papelera pero nunca encontré el centro.
Indudable es sinónimo de inefable. Borges, Manguel, Zweig, Dante. Los desvíos son contrarios a los matices. Vuelvo a mirar al suelo. ¡Todo es tan fácil! Lo complicamos nosotros mirando al maldito suelo.
Me apasiona observar la naturaleza a través del cristal. Cabeza alta sobre fondo de nubes. Los pájaros se asoman, saludan y se marchan. Es el argumento de una sinfonía indudable, inefable, evidente. Evidente es sinónimo de centro, de matices, de naturaleza, de poesía.