miércoles, 29 de agosto de 2012

La gran renuncia



EN LA verdad se justifican los mandamientos de la poesía. Y la verdad es sinceridad, libertad, infierno. Los artilugios permanecen inalterados a pesar del paso del tiempo. Asoman la palabra por encima del cuaderno marrón y vuelven a esconderse para evitar ser localizados. Como un matiz que resplandece por el césped, como un desvío que vuela por encima de la cabeza.

Una araña me observa. Tiene muy largas las patas. Poco cuerpo para tan grandes extremidades. Asusta, impresiona. Con la mano desde la cama doy un golpe seco en la pared. Se encoge. Cae al suelo. Parece un artilugio.

No tratemos ya de ellos, mas mira y pasa. Acompaña Dante en el camino a la justificación. Y como Dante, Juan Ramón o Parra. Los artilugios son alegorías.

Aquel que miserable hizo la gran renuncia. Hace frío. Llega el viento. El poeta irrumpe en la historia con el cuaderno marrón en la mano y la verdad en la palabra. La auténtica sinceridad.

Los artilugios lloran, elevan los rayos rojos a las nubes. La tierra permanece húmeda. Es la verdad.

Es lo que quiero, y no preguntes más.