A veces se confunde ser un cabrón o un gilipollas. Mira que hay diferencias entre los dos términos, pero cuando te cuelgan el “sambenito” no te lo quita ni Luzbel.
Esto es como el límite del bien y del mal. O mejor y más claro, del amor y el odio. Un hilo fino, sensible y frágil separa un lado de otro. La de cosas que te digo hoy, y mañana estaré en otra frontera.
Personalmente tengo que aclarar que cualquier comentario o afirmación al respecto, me resbala como lo hace el caracol en la encimera.
Pero esto viene de atrás. Los judíos y los egipcios utilizaban el término “cabrón” para designar a reyes y a jefes. Los cabrones siempre iban al frente del rebaño. Y de ahí que hoy día, si eres jefe o vas al frente de algo, eres cabrón, pero no macho cabrío de terminología antigua, sino que ahora, la incultura, la estupidez y la envidia, cuelga el término por antonomasia.
Hablar, hablar y hablar. Es sinónimo de ingenuidad, de imbecilidad manifiesta. La gente hoy día, ni come ni deja comer. Veamos. No comen porque no tienen dos cojones para hacer bien su trabajo. Les falta mucha disciplina, y se vuelven materiales y funcionarios. Asquerosos diría. Y no dejan comer, porque claro, su ausencia y limitación, las cubren con ese diálogo, esa crítica y ese no saber estar en ningún sitio.
Y así se morirán, si tienen suerte un día les toca a alguno el cuponazo, y en ese momento dejas de ser cabrón, para convertirte en su colega de reparos.
Cada día que pasa todo esto es más relativo. Y cada minuto que vivimos se convierte en un eterno retorno a la inclemencia. Y no la del tiempo, sino la de los imbéciles.
Pero no se preocupen, los cabrones serán denominados cabrones. Y los gilipollas, tontolabas.
Esto es como el límite del bien y del mal. O mejor y más claro, del amor y el odio. Un hilo fino, sensible y frágil separa un lado de otro. La de cosas que te digo hoy, y mañana estaré en otra frontera.
Personalmente tengo que aclarar que cualquier comentario o afirmación al respecto, me resbala como lo hace el caracol en la encimera.
Pero esto viene de atrás. Los judíos y los egipcios utilizaban el término “cabrón” para designar a reyes y a jefes. Los cabrones siempre iban al frente del rebaño. Y de ahí que hoy día, si eres jefe o vas al frente de algo, eres cabrón, pero no macho cabrío de terminología antigua, sino que ahora, la incultura, la estupidez y la envidia, cuelga el término por antonomasia.
Hablar, hablar y hablar. Es sinónimo de ingenuidad, de imbecilidad manifiesta. La gente hoy día, ni come ni deja comer. Veamos. No comen porque no tienen dos cojones para hacer bien su trabajo. Les falta mucha disciplina, y se vuelven materiales y funcionarios. Asquerosos diría. Y no dejan comer, porque claro, su ausencia y limitación, las cubren con ese diálogo, esa crítica y ese no saber estar en ningún sitio.
Y así se morirán, si tienen suerte un día les toca a alguno el cuponazo, y en ese momento dejas de ser cabrón, para convertirte en su colega de reparos.
Cada día que pasa todo esto es más relativo. Y cada minuto que vivimos se convierte en un eterno retorno a la inclemencia. Y no la del tiempo, sino la de los imbéciles.
Pero no se preocupen, los cabrones serán denominados cabrones. Y los gilipollas, tontolabas.
29 comentarios:
Javier, páso a saludarte.Hacía tiempo que no te leia, pero yá me he puesto al dia...
Me ha encantado el pots de los mejores años.
Un abrazo
Los términos tienen un significado diferente de acuerdo al país donde se los utilice, su propia idiosincrasia...
Pero no haré más comentario, porque ya has dicho que te resbalarán y yo de caracol, nada...
Besos Javi :)
son de mis palabras favoritas (cabron y gilipollas) cuando las digo parece que echo fuera...
¡¡¡Qué bonito el niño Jesús con el traje del Cádiz¡¡¡ Auténtica postal de Navidad jjejje...
Yo que tú la utilizaba para felicitar a las amistades estas navidades.
Y joer con el SEat León...ya son ganas de complicar al personal...listo tú amigo taxista.
Y a mí me pasa como a Cantalapiedra...que como soy muy pequeña y nada agresiva o pegona, lo de los tacos e insultos siempre me han ido muy bien para defenderme...y son de mis INSULTOS FAVORITOS...
Y ya por último, y me callo...no sabía la historia de que a los Jefes y REyes se les llamara CABRÓN...siempre aprendo cosas contigo Javier.
Muchas gracias...y besos de casi fin de semana
Pues me ha encantado. Super encantado. tela marinera, y lo que me he reído con lo de "tontolabas" jajajajjajajajaj "es que esta comedia tiè mucha guasa"
Perdona pero es que has estado sembrado. ahahah así no pega. Así si... "has estao sembrao" jajajajja
vaya que se me ha olvidado....
Besos y amor
:)
Es cuestión de matiz, pero aquí es importante. Cabrón es el que ejerce la maldad a sabiendas, o sea, con mala leche, haciendo daño con voluntad de hacerlo. Gilipollas o tontolaba es el que es tan cortito que ni siquiera tiene conciencia de que puede llegar incluso a molestar o a ser patético. Los peores, con mucho, son los primeros. Decía Pi de la Serra, cantautor catalán, que "si els fills de puta volessin no ens deixarien veure el cel ( o el sol)"; traduzco: si los hijos de puta volaran no podríamos ver el sol (o el cielo)". Si se cambia hijos de puta por cabrones estamos al cabo de la calle.
Buena entrada, Javier.
Un abrazo, Javier Q.
bueno, javier... fantástico...
has estado en cabronazo...
si fuera Javier Gurruchaga te diría...
¡cómo has estado, cabvrón... huhujajah!
Entrada interesante, Javier.
Decían los latinos que el número de tontos es infinito (numerus stultorum infinitum est).
¡Menos mal que ni tú, ni tus alogueros lo somos, jua jua jua!
Pero qué cabrón estás hecho.
Subrayo a José María.
Por cierto estás en un magnífico estado de forma.
Felicitaciones sinceras.
Gracias Maripaz.
Recibe un fuerte abrazo y me alegra tu regreso.
Liliana, eres elegante hasta en los álogos.
Un abrazo.
Gracias M. Ángeles.
Un fuerte abrazo.
Gracias mangeles, eres muy amable.
Recibe un fuerte abrazo.
Muchas gracias Carmen por tus palabras.
Un fuerte abrazo.
Gracias Javier, muy ilustrativo.
Un abrazo.
Gracias eres.
Un fuerte abrazo.
Menos mal Dyhego.
Mil gracias.
Y tanto, José María, y tanto.
Un abrazo.
Gracias Miradme, por lo de las "formas" claro.
Saludos.
Antes cabrón que gilipollas, Javier.
Que gracioso eres Javier, pero cuanta verdad dices. A veces también dependiendo de quien lo dice y como lo dices es distinto el significado no es lo mismo decir ¡ Que cabron eres!. que Eres un cabrón. O no seas gilipollas que Eres un gilipollas. No se si me explico
No Alejandro, me gusta "tontolabas".
Claro y transparente, amiga Milagros.
Recibe un fuerte abrazo con cariño.
Cambio de tercio...Estimado aquí y allá hay de ambos,me quedo con ese no saber estar en ningún sitio.
Gracias, de verdad.
Tocan clarines, cambio de tercio.
Ya llevo dos avisos.
Un fuerte abrazo.
No sé puede decir más claro, y vista la imagen, tampoco más alto.
Bueno Capitán.
Es la realidad.
Un saludo.
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