domingo, 27 de septiembre de 2009

Reencuentro en la divinidad



Ayer volví a estar con dios. Hablamos de algo que siempre me ha llamado la atención de su religión. De la iglesia. No importa la confesión de la misma.

Mexican Mule en mano deparamos una conversación en la que hablé más de la cuenta. Suele pasar a veces. Cuando deseas transmitir algo intensamente lo vas soltando hasta quedar extenuado. Tuve que interrumpir en más de una ocasión la dedicación mientras observaba a Morante en la Maestranza. No estuvo fino, pero volvió a salirse con la muleta.

No me gusta la iglesia. Los protocolos de la misma. La decoración, los rituales, la falsedad. Siempre he visto a Jesús sentado en el campo, en una roca, en una acera. Y rodeado de los que más lo necesitan, que somos todos. Y todos estamos desnudos.

La iglesia tiene poder, mucho poder. Fíjense en el nuevo arzobispo de Sevilla, Asenjo, interfirió (como buen político) en la fusión de Cajasur, y su venta al partido del capullo. Como premio Sevilla, cerca de la jubilación de Amigo.

Históricamente la iglesia siempre ha querido el poder. Y sigo viendo a Jesús entre los necesitados. Es una contradicción la iglesia y la realidad social. Deben intentar aprovechar ese evidente poder para evitar que reine el hambre en el mundo, para evitar que las personas duerman a la intemperie, para solucionar las necesidades básicas de los hirientes.

Pero parece que no. Le han enseñado otra cosa. Y es que dios, o Jesús, no han creado la iglesia. Y no tienen nada que ver con ella.


22 comentarios:

Joaquín dijo...

Es una misteriosa contradicción que todo mensaje redentor, destinado a los débiles, necesite revestirse de poder. Es una constante histórica.

Incluso Jesús era poderoso. Poderoso en autoridad, en palabras (en divinidad). Y sociológicamente es posible, aunque no lo sepamos a ciencia cierta, que también estuviese escoltado de algún poder temporal, de algunos partidarios zelotas, o de alguna facción del templo de Jerusalén. Fue derrotado (crucificado) por otro poder, que no era de los suyos, sino de los romanos.

Es inevitable, según los hechos, que la iglesia esté aliada con el poder.

Julio dijo...

Aquí mejor no hablo, que el sueldo peligra...

mangeles dijo...

Uff...hablar con Dios, no se yo si es buena cosa. Y, aunque como Vd., intuyo, que si dios existe, nada tiene que ver con iglesia o concregación alguna...hasta que el mismo no se pronuncie y se muestre con claridad, seguirá siendo como un ANÓNIMO en los blogs...que eparece que anda por ahí...pero vete tú a saber...

Besos de domingos ateos.

Anónimo dijo...

Atraída por la luz del sur acudo a esta entrada.
Interesante, D. Javier, esto que es ... ficción ¿no?
Iremos por partes, si le parece.

Quote que dirían en mi pais "Deben intentar ese evidente poder para evitar que reine el hambre en el mundo" hasta "hirientes".

Pero ¿qué son para Vd., mexicam mule, toda la labor social que desde tiempos inmemoriales ha sido promovida por la iglesia, por órdenes a ella vinculadas, por hombres y mujeres que fundaron unas y sirvieron en ellas? ¿Quién enseña al que no sabe, da posada al peregrino, de comer al hambriento, etc.? ¿O todo eso es un invento y forma parte de la leyenda, falsa, de la iglesia?

Suya, afectísima

Mery, Queen of Scotland.
O si Vd. lo prefiere, Bloody Mary, que también me llamaban así

(Me gusta más el último pseudónimo, por eso de que si Vd, acude a Mexican Mule digamos que yo soy Bloody Mary)

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Joaquín, respeto todas las opiniones.

Pero la realidad es la realidad.

Y la vida está siempre, al filo de la espada.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¿Peligra o "maldigra", querido Julio?

¡Qué fuerte te veo, artista!

¡Y qué poeta!

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Un abrazo mangeles.

De domingo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Estimada Anónima (supongo por la descripción que es "a" en vez de "o").

Gracias. Respeto su opinión, y en parte la comprendo. Se limita a describir, algo que todos sabemos, que si las hermanitas de los pobres dan alimento, que si hay gente buena, que si hay hombre o sacerdotes, o laicos, que hacen buena obra... Pues sí, ahí, tiene razón.

Y que ellos, como nosotros, formamos parte de la iglesia. Bueno, también.

Pero sigo opinando lo mismo que he escrito, aunque a veces no logra plasmarse todo lo que uno desea decir, a veces nos quedamos cortos y mal, y creo que eso me ha pasado.

En fin, el Mexican Mule, con mayúsculas está más bueno que lo usted bebe, y no se lo puede ni imaginar.

Como buen anónimo, supongo, que le gustará el vino. Pues pruebe uno de los mios, que verá el cielo.

La vida, señora o señorita, la vida. Nos enseñan lo que desean, nos limitan como quieren, y nos hacen sentirnos gilipollas.

Aunque a mi, como entederá, me resbala lo propio y lo ajenos.

Buen día, y mejor noche.

Anónimo dijo...

Se ha explicado Vd. bastante bien.

Y siempre mejor en corto y mal, que en larga si es peor.

¿No le parece?

Lo mismo le deseo, Mexican Mule (con el Don por delante si quiere)

Mery Queen of Scotland
Aka Bloody Mary

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Un fuerte abrazo Anónima.

Tiene usted mucho arte. Ahora que he leído...

Muchas gracias por su aportación al desconcierto.

José María JURADO dijo...

Morante lo bordó en lo que pudo, pero con esos toros... ¡qué se podía hacer! Un desastre.

Respecto a la Iglesia, mientras haga más que los demás, me vale.

Y lo hace.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

José María, los toros como la iglesia, todo se queda en la fachada, pero cuando un Morante le pasa el capote tres veces, se vienen abajo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

A la Iglesia le ocurre que el mensaje que predica es tan alto y noble, que los hombres que la componen no están siempre a su nivel, pero eso no es culpa de la Iglesia, sino de la naturaleza humana. La Iglesia bastante bien hace en no renunciar a ese mensaje que casi nadi logra cumplir. Un abrazo.

Mery dijo...

En efecto, nada tiene que ver la Iglesia que ha llegado al s.XXI con la Iglesia que deseó Jesús.
Menos mal que, entre tanta jerarquía, hay grupos que sí actúan conforme a la idea primigenia. Lo curioso es que suelen ser los estratos mas cercanos al pueblo los que son como Dios manda: esos curas de ciertas parroquias, tantos misioneros perdidos por esos mundos...

Además de estas disquisiciones, tengo que decir que siempre me han gustado las conversaciones privadas con Dios.El idioma es lo de menos.

Un beso

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Un abrazo Jesús.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y el idioma también es lo de más, Mery, habla en arameo antiguo.

Mil gracias.

Liliana G. dijo...

En todo de acuerdo con vos Javier, sé que hay realidades espinosas de tocar, como esta, pero lo cierto es que la verdad (la terrena) aflora por sí misma... ¿hay más de una verdad? No lo sé y todavía no es momento de buscarla. Mientras tanto no puedo admitir como ser humano que una institución que dice llorar por los pobres, acapare el oro que les corresponde a ellos...

En fin, el tema da para muchísimo y para encendidas polémicas. Me quedo con tu resumen.

Besos.

Anónimo dijo...

Evidentemente, la iglesia tiene mucho de usurpación y de manipulación. Con todo, yo distinguiría siempre la iglesia poderosa de la iglesia del cura párroco del pueblo (ese que tanto tiene que tragar y que firmaría muchas de tus palabras, Javier).
Y es que, al revés que en las casas normales, en las iglesias las cloacas están arriba.

Un abrazo.

Ibi dijo...

Amigo Javier: me reitero en lo ya dicho por alguno. Generalizar deja en la marginación a las minorías. Por eso no me gusta la Globalización.
La Iglesia la formamos todos los que queremos hacerlo. Ni uno mas.
No entiendo el lenguaje de la liturgia, que mantiene la jerarquía. No comparto la condescendencia hacia algunos colectivos cristianos (hermandades, prelaturas...) que practica la jerarquía. En definitiva, me siento muy lejano, dentro de la Iglesia, a parte de la jerarquía. Admiro a aquellas personas que, por su fe en Dios, (y no por otras razones, a su vez todas válidas)dedican un poquito, o un mucho, de su vida aintentar hacer mejor la del prójimo (dícese de todo aquel que no soy yo mismo)Las decisiones de los miembros de la jerarquía, humanos, pueden ser erroneas, y por supuesto criticables. Pero, creo, que no deben ocultar las pequeñas cosas buenas que muchos miembros de la Iglesia, hacen a diario. La militancia cristiana no está de moda, porque la generosidad tampoco lo está.
Un fuerte abrazo ecuménico

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Liliana espinoso asunto este, un saludo, y mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Siempre arriba Octavio, siempre abajo.

Gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ecuménico Ibi, y pentatéuco.

Un abrazo y mil gracias.