martes, 2 de noviembre de 2010

The Face (cincuenta y ocho) (Tercera Inclinación)



He dudado mucho. Muchísimo. Tengo que preparar el traje y la corbata. ¡Mira que me gustan poco! Sobre un tiovivo. Allí estaremos. Todo sea por el arte. Y total, con tan buena compañía, desde luego es un placer. ¡Joder, el traje tiene manchas! Mañana mismo al tinte. Y la corbata está descosida. De plazo una semana. Hay tiempo.

He dudado. No sabía si incluir el poema Bobby en la selección de García Baena. Pablo dijo que eligiera lo justo. Lo necesario. Pero he dudado. Bobby es una obra de arte. Lo repito y lo conservo. No está bien para la antología.

El poema Bobby, aunque ya apareciera, como inédito, en las Poesías Completas de Visor con prólogo de Luis Antonio de Villena en 1982, pertenece al libro Fieles guirnaldas fugitivas (Rusadir, Melilla, 1990). ¡Qué maravilla!

De ese libro guardo un recuerdo ingrato. El colofón indica que el cuidado de la obra estuvo a cargo del poeta Antonio Abad. Y el pobre Pablo cuando me dedicó el libro, se esforzó en corregir las dos o tres erratas del mismo. Algunas. ¡Siempre se cuela alguna! Un ejemplo, el poema Rama fiel, que cierra el poemario, está dedicado a “Beranbé”. La tinta del bolígrafo de García Baena intenta remediar ese desastre con su pobre amigo Bernabé.

¿Hay que quitarle el Nobel a Cela? El autor de Viaje a la Alcarria (realizado en 1946 y publicado en 1948) se pasó un pelo. Incluso con sus negros. He perdido la ilusión por las dos cartas que me envió. ¿Serán suyas o de Mariano Tudela? Tal vez, después del juicio la firma del negro valga más que la del autor de Padrón. ¡Qué injusticia!

Sólo encuentro rebeldía. Tu boca y tus labios. ¡Qué maravilla! Y aún así dudo. Mucho. No he tocado el cielo, ni he resucitado todavía. ¡Qué rebeldía!

Yo no le quitaría el premio a Cela, a Camilo, ni a José. El juicio es el castigo, por mucho que su hijo le represente, por detrás y por delante. Pero, ¿estarán los negros en el estrado? ¡Qué mentira!

No he logrado descifrar ni la maravilla ni la injusticia, pero me arrepiento. De todo. De todo lo que digo y lo que hago. Desde que vivo en el cielo todo se agudiza. Y tengo la impresión que muero. Muy lentamente, pero muero. ¡Qué maravilla!