Siempre he dicho que odio a los abogados, a los banqueros y a los funcionarios. Un odio visceral. Algo así como tomar un plato que no gusta. Pero lo cierto, es que acabas comiéndolo.
El otro día no tuve más remedio que almorzar con mi abogado. Muchas cosas pendientes de un hilo, y al final minuta y pérdida. ¡Lo de siempre! No sé para qué nos comemos la cabeza con ello si siempre acaba igual.
Puestos, están en su sitio, en su lugar. Y si es así, será por algo.
El mío es muy gracioso. Derrocha alegría. Es pijo, culto y sibarita. Viste bien (como un abogado), come bien (como un abogado) y va equipado con los artilugios tecnológicos más precisos para desarrollar su ejercicio (como un abogado).
Si le preguntas, ¿Ramón, qué tiempo va a hacer hoy? Te dice, serio y compungido: “Mi Ipod dice sol, pero la Blackberry todo lo contrario”. Entonces no sabes qué pensar.
Me comentó también que los Reyes le habían traído un E-book, y como es tan listo el “gachó”, ya tenía una web pirata con más de quince mil libros de descarga oscura.
¡Cómo son los mamones!
Y la comida acabó con un chiste. Me dice “Sabes aquel que dice…” Y le corto de raíz, “No”. “Pues bien -prosigue-, un señor en un juicio por haber asesinado a su mujer. El juez le pregunta, ¿Y cómo es que ha asesinado a su mujer tras veinte años de matrimonio? Y el condenado responde, Señor juez, lo fui dejando, lo fui dejando”.
Un abogado es un funcionario del destino, de tu destino. Y entre ellos y Cádiz, me quedo con María, la Yerbabuena.
El otro día no tuve más remedio que almorzar con mi abogado. Muchas cosas pendientes de un hilo, y al final minuta y pérdida. ¡Lo de siempre! No sé para qué nos comemos la cabeza con ello si siempre acaba igual.
Puestos, están en su sitio, en su lugar. Y si es así, será por algo.
El mío es muy gracioso. Derrocha alegría. Es pijo, culto y sibarita. Viste bien (como un abogado), come bien (como un abogado) y va equipado con los artilugios tecnológicos más precisos para desarrollar su ejercicio (como un abogado).
Si le preguntas, ¿Ramón, qué tiempo va a hacer hoy? Te dice, serio y compungido: “Mi Ipod dice sol, pero la Blackberry todo lo contrario”. Entonces no sabes qué pensar.
Me comentó también que los Reyes le habían traído un E-book, y como es tan listo el “gachó”, ya tenía una web pirata con más de quince mil libros de descarga oscura.
¡Cómo son los mamones!
Y la comida acabó con un chiste. Me dice “Sabes aquel que dice…” Y le corto de raíz, “No”. “Pues bien -prosigue-, un señor en un juicio por haber asesinado a su mujer. El juez le pregunta, ¿Y cómo es que ha asesinado a su mujer tras veinte años de matrimonio? Y el condenado responde, Señor juez, lo fui dejando, lo fui dejando”.
Un abogado es un funcionario del destino, de tu destino. Y entre ellos y Cádiz, me quedo con María, la Yerbabuena.
(Dedicado a mi abogado Ramón Carbajal)
24 comentarios:
¿Ves? Si el condenado hubiera usado un iPod o una Blackberry, no se le habría pasado durante tanto tiempo...
lo vamos dejando...pero luego la dolorosa siempre es para ti...abrazos
Es que María es auténtica, es Cádiz y Carnaval y el mejor abogado para defender su tierra y su arte entre "ole, ole y ole" y algún cuplesito.
¡¡ Mecachis Cádiz !!
Popurrí de besos, señor Javier.
Dicen que si ni quieres arroz, dos platos.
Yo también le he tenido desapego a los Abogados y ahora tengo uno en casa.
Cuídate del enemigo, un abrazo
y er que no diga ole que se le seque la blackberry...
¡¿y er coneho?!... hë hë hë hë...
Diga usted que sí, al final todos calvos.
Siempre hay que tener una abogado a mano , por si acaso , y si es tan "apañao" como el suyo, no necesita ni a la chica del tiempo de la primera.
Un Abrazo Javier.
¿Me pasás su número? ¡Qué majo!
Cuando vamos dejando algo, el día que dejamos de dejarlo, es la apoteosis consumada...
Besos
Y sabes la pregunta que muchos investigadores se hacen: ¿por qué utilizan a los ratones en los laboratorios, si los abogados son muchos más y son bichos más raros?
besotes
Yo odio a los pijos son una secta urbana insoportable...
Un beso
jejejeje que chiste mas malo!! jeejje y de un abogado... a lo mejor era una de sus tareas diarias de esas que seguro llevaba anotadas en alguna de sus agendas electrónicas.... jejeje
besitos
Cita
Juanma de la Torre, yo creo que lo hubiera ido dejando también.
Un abrazo.
Y que lo digas Fernando¡¡¡
Olé por María, Maile¡¡¡
Un abrazo.
Gracias Rafael.
¡Muy bueno Eres!
Es bueno.
Todos calvos Capitán.
Un abrazo.
Un abrazo Vicky.
Yo te lo paso Liliana.
Gracias.
Bueno Mangeles, que sigan con los ratones.
Un abrazo.
La verdad es que sí, Veridiana.
Mi abogado es "buena gente".
Un abrazo.
Cita, te confieso, será mi edad, pero me reí mucho con el chiste.
Un abrazo.
si el abogaducho ese te resuelve lo que te tiene que resolver, pues bienvenido sea. Yo tengo un primo que también es gracioso, pijo culto y sibarita, además de coherente, buena gente y comprensivo, también es abogado, el otro día cené con él después de un año sin vernos y lo pasamos de maravilla
Pablo, y tu apellido es igualito, igualito...
Un fuerte abrazo, y gracias.
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