Dios era más joven, así no lo había imaginado. Su rostro era blanco, a pesar de la barba. Y notaba arrugas, potentes arrugas. ¡Tanta edad!, me dije. Las primeras palabras a pesar del desencanto fueron de agradecimiento. Me agradecía haber aceptado la invitación y deparar en una inmensa y efímera tertulia entre dos personas, él y yo.
Pedimos un Dry Martini y un Mexican Mule. Fresquitos que el calor agobia. No diré quien pidió qué, dejo la duda.
Fue como empezó la charla. En un primer momento tenía tantas ganas de decir las cosas que aturrullé mi lenguaje, pero fui soltando amarras poco a poco. Él escuchaba sin aceptar. La primera conclusión fue esa, su capacidad de escuchar sin interrumpir.
Cuando acabé mi exposición de motivos consternados, como siempre, dio un trago a su copa y me miró. Sin mediar palabras. Miraba fijamente a los ojos. No me corté un pelo. Aguanté el temporal de indisciplina archivada, de reproches, de cabreos. Fijé mi vista en sus tristes pero elocuentes ojos, y aguanté.
Y así mantuve un pulso con dios, sin estrategias ni premeditaciones. Un pulso en toda regla. Imaginé en algún instante que de sus ojos saldrían rayos flagrantes y justos, pero no. Solo una mirada fija y constante.
No tuvo que decir nada. Los ojos habían hablado. Habían dicho todo lo que esperaba, y no sé si fue mucho o poco ya que ahora no recuerdo el contenido de la transmisión de ideas.
Sí recuerdo en cambio como entraba el M M, es para hombres, el tequila frío es una bomba, y sigo tan decepcionado.
Él en cambio, a los treinta minutos descansó.
Pedimos un Dry Martini y un Mexican Mule. Fresquitos que el calor agobia. No diré quien pidió qué, dejo la duda.
Fue como empezó la charla. En un primer momento tenía tantas ganas de decir las cosas que aturrullé mi lenguaje, pero fui soltando amarras poco a poco. Él escuchaba sin aceptar. La primera conclusión fue esa, su capacidad de escuchar sin interrumpir.
Cuando acabé mi exposición de motivos consternados, como siempre, dio un trago a su copa y me miró. Sin mediar palabras. Miraba fijamente a los ojos. No me corté un pelo. Aguanté el temporal de indisciplina archivada, de reproches, de cabreos. Fijé mi vista en sus tristes pero elocuentes ojos, y aguanté.
Y así mantuve un pulso con dios, sin estrategias ni premeditaciones. Un pulso en toda regla. Imaginé en algún instante que de sus ojos saldrían rayos flagrantes y justos, pero no. Solo una mirada fija y constante.
No tuvo que decir nada. Los ojos habían hablado. Habían dicho todo lo que esperaba, y no sé si fue mucho o poco ya que ahora no recuerdo el contenido de la transmisión de ideas.
Sí recuerdo en cambio como entraba el M M, es para hombres, el tequila frío es una bomba, y sigo tan decepcionado.
Él en cambio, a los treinta minutos descansó.
36 comentarios:
¿Ha sido un episodio de ascetismo moderno por los efectos del tequila?
Es un poco desconcertante. ¿En que habeis quedado? ¿Os volvereis a ver?
Javier, no se que tienes en la cabeza...y me decias que yo era original...
Caramba, Jacob luchó con un ángel, pero aquí el pulso va mucho más arriba, ...
Muy interesante
Un abrazo
jejeje, ah! Yo creia que era a los seis minutos...
Original y divertido
Besotes
Pues me sigue gustando y me divierte. De lo mejor "su capacidad de escuchar sin interrumpir", eso ha estado genial, Javier, lo cual demuestra que si estamos creados a su imagen y semejanza ... dejamos mucho que desear a veces.
Como Dios no habla, ponemos en su boca todo lo que nos da la gana y el que calla otorga.
Salu2
Ah. Tú tampoco hubieses aguantado seis días, reconócelo, ni a base de Mexican Mules. A veces media hora de miradas es suficiente para tener que descansar. Una copa y un poco de reflexión... y a seguir, que son dos días.
Un beso, Javier.
Qué cosas te pasan:-)
Upss... ¡Gazapo o incongruencia! Al final revelaste que el M M te lo tomaste tú, jajajajaja.
"Quien no entiende una mirada, no puede entender una larga explicación" (No recuerdo el autor)
Por cierto, muchas gracias por tus informaciones por email.
Saludos y hasta el próximo post.
ummm...no me imagino a Dios de copitas y de chiringuitos de playa ...
La verdad es un placer leerte , eres original y con la chispa que engancha a seguir leyendote todos los dias.
Enhorabuena!!
Un abrazo ( estaria bien decir en esta ocasión con mucha Paz o estaria fuera de contexto?
lo digo porque despues de ver a Dios me siento irrelevante...)
Besos.Vicky.
Sobran las palabras.
besos y amor
je
Película pal Bardem, sobre todo si se enteran sus amiguitos de la SGAE
Tu relato es impactante, Javier. A mí me comentó una vez Dios en mi blog, aquí, pero lo tuyo es más gordo, ¡te has ido de copas con Él!
siempre he deseado
tener una buena charla con Dios,
has descrito el encuentro
como entre dos amigos
(hasta cierto punto)
pues a mi Dios ni se toma copas conmigo
ni me comenta el blog
minimo espero me lea de cuando en cuando
Guau!
La mirada de Dios sin palabras tiene que doler.
No se sabe cuál de los dos estaría más decepcionado. Si Él, porque perteneces a la raza de los humanos, o Tú (nótese el engrandecimiento que te hago con el uso de la mayúscula, claro que tú narrativo), por reconocer en la mirada suya el mismo sentimiento.
El silencio es a menudo más inquietante.
Besos.
¿No te habló?
Era un jefe y no Dios, aunque me hace dudar el que tardara treinta minutos en descansar.
Javier, si Dios te hubiera contestado a cualquiera de tus motivos consternados,seguramente hubiera cambiado tu vida para siempre. Tanto que quizás hubieras dejado de ser humano.Por eso calla para que sigas siendo tan extraordinario, para que sigas dudando, si no fuera así y tuvieras respuesta a todo no serias capaz de escribir como lo haces. La vida es duda.... Me ha encantado.
Muy original Maite, muy original.
Esto es un encuentro, quedar a charlar con dios a tomar una copa y poder transmitir las conclusiones...
Un abrazo.
Gracias Capitán, poco tuve que luchar, sólo aguantar la mirada.
No Marian, 30 minutos, y de reloj.
Un abrazo.
Siempre Aurora, no te puedes ni imaginar lo que dejamos de desear a veces.
Pero es la vida. Es lo que hay.
Un abrazo.
Dyhego, atento, dios no habla, pero si escucha, y actúa...
Olga, pues anda que a ti, he visto unas fotillos de "Le Cigalle", y un recital de "poesía erótica", y...
¿Ya has vuelto?
Menudo paseo.
Gracias y un abrazo.
Gracias Ladrón de Versos, buena cita, y muy real.
Un abrazo.
Vicky, tú irrelevante y yo irreverente.
Qué más da¡¡¡
Un abrazo.
Sede, yo te doy las gracias.
Un abrazo.
Julio, ¡qué cosas tienes!
Por ti, van a ir los de la SGAE.
Un abrazo.
Ridao, ¿te comentó?
Joder, qué suerte, yo sólo tengo anónimos.
Un fuerte abrazo, y la próxima vez que quede te aviso, para andurriarlo un poco.
Y te lee Dromo, y te lee.
Un fuerte abrazo y mil gracias.
Duele tela, Parsimonia, una barbaridad.
Ya te contaré cómo es el dolor.
Gracias por el "empequeñecimiento".
Un abrazo.
Alejandro, créelo, treinta minutos, y tres segundos, para ser más exacto.
Gracias.
Las palabras siempre sobran.
Gracias Anónimo. Una pregunta, ¿la vida es duda? ¿O es dura?
Están tan cerca, pero tan lejos...
Gracias otra vez.
¡Cuánto misterio, Javier! (aunque el misterio le va bien a la divinidad).
El misterio es divinidad Joaquín.
Y gran divinidad.
Bueno Joaquín, gracias por el álogo.
Notable Javier, pero nada del otro mundo, ni siquiera del celestial. Que los efluvios del M M que te has tomado para acallar tus consternaciones te han llevado de viaje antes que de sueño...
Me ha encantado la forma en que la recta es interceptada por otra.
Cariños.
Gracias Liliana.
Los M M buenísimos, y la compañía, mejor. Ya sabes.
Un abrazo.
¿Así que Dios era un perfecto oidor?
No me esperaba menos, gran cualidad que aprecio en las personas.
Eres un afortunado, porque escribes con una seguridad apabullante. Enhorabuena.
Besos
Gracias Mery.
Un fuerte abrazo.
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