Este título tan extenso no es más que incluir en la entrada dos poemarios. El primero de Pedro Sevilla (Renacimiento) y el segundo de Carmelo Guillén Acosta (Adonais).
Aunque los títulos guardan cierta aproximación imaginada (siempre y secreto), o bien (todo y vida), he de decir, que la lectura de ambos ha deparado sensaciones diferentes. Tremendamente distantes y dispares.
El libro de Pedro Sevilla (Todo es para siempre) es fresco, correcto, en él derrocha vida acumulada y maestría. El prólogo de García-Máiquez es muy original, una mezcla de Pessoa y joven poeta metido en mudanza, y perdido literalmente en San José del Valle. Enrique es un caballero, de la cabeza a los pies. La selección le justifica, y mucho. Da gusto leer a Sevilla, no hay paja, todo es para siempre. Sus versos son para siempre. No sé si Pedro acudió a aquella Biblioteca a leer sus poemas, pero a Enrique le salvó de un mal trago, a pesar de subir los escalones de dos en dos. Y es que todo es para siempre.
En cambio el libro de Carmelo (La vida es lo secreto) es ese libro de poesía del que no puedes pasar de la séptima página (como ocurre con El señor de los Anillos, aunque este lo he leído entero). Tan perfecto, tan meticuloso, endecasílabos medidos divinamente para descubrir al final, la ausencia de realidad, de vida. Y es que la vida no es lo secreto, es lo de todos los días: levantarse y vivir, caer y vivir, y hasta preparar la propia muerte pero viviendo. De Envés del existir (obra cumbre de nuestra poesía) a La vida es lo secreto, hay un abismo. Y Carmelo no lo sabe.
Aunque los títulos guardan cierta aproximación imaginada (siempre y secreto), o bien (todo y vida), he de decir, que la lectura de ambos ha deparado sensaciones diferentes. Tremendamente distantes y dispares.
El libro de Pedro Sevilla (Todo es para siempre) es fresco, correcto, en él derrocha vida acumulada y maestría. El prólogo de García-Máiquez es muy original, una mezcla de Pessoa y joven poeta metido en mudanza, y perdido literalmente en San José del Valle. Enrique es un caballero, de la cabeza a los pies. La selección le justifica, y mucho. Da gusto leer a Sevilla, no hay paja, todo es para siempre. Sus versos son para siempre. No sé si Pedro acudió a aquella Biblioteca a leer sus poemas, pero a Enrique le salvó de un mal trago, a pesar de subir los escalones de dos en dos. Y es que todo es para siempre.
En cambio el libro de Carmelo (La vida es lo secreto) es ese libro de poesía del que no puedes pasar de la séptima página (como ocurre con El señor de los Anillos, aunque este lo he leído entero). Tan perfecto, tan meticuloso, endecasílabos medidos divinamente para descubrir al final, la ausencia de realidad, de vida. Y es que la vida no es lo secreto, es lo de todos los días: levantarse y vivir, caer y vivir, y hasta preparar la propia muerte pero viviendo. De Envés del existir (obra cumbre de nuestra poesía) a La vida es lo secreto, hay un abismo. Y Carmelo no lo sabe.
24 comentarios:
El primer libro por lo que contas parece interesante, gracias por la recomendacion!
Leeremos los libros, Javier.
Todo es para siempre, sin saber de que va,tiene dos cosas que me llaman mucho la atención, un título rebelde y una portada muy alegre....ah! y una buena crítica. Vamos a ver el contenido. Lo buscaré y te contaré.
Un abrazo.
Sí señor. Alguien que se moja.
Con el poco tiempo del que disponemos, es bueno que haya voces cualificadas que separen el grano de la paja.
Un saludo
"Y es que la vida no es lo secreto, es lo de todos los días..." me quedo con tu frase para siempre..
Gracias Javier. estoy contenta ya he vuelto.je
besitos y amor
je
El señor de los anillos es una obra maestra.
Yo tengo muchas ganas de leer el libro de Pedro Sevilla y curiosidad por el de Carmelo.
Un abrazo.
Gracias Carla, es muy bello e interesante.
Todos Julio, todos.
Ya espero tu opinión Maite.
Miradme, siempre hay grano y paja. O mejor, plomo y aire.
Gracias Marisa.
Sede, celebro tu vuelta.
Maestra Juan Manuel, no lo dudo. Y respeto las opiniones.
Pero prefiero al Ende de "La Historia Interminable".
A ello profe. Desde luego con el de Sevilla vas a disfrutar.
gracias por la recomendacion
lastima que en mexico
sean imposibles de conseguir
saludos
Un abrazo Dromo.
Lo anoto siempre habrá la posibilidad de conseguirlos.
Pues sí, y si no me lo dices.
Un abrazo.
Me gusta cuando alguien me recomienda un poemario donde no haya paja. A veces una está para banalidades; a veces rotundamente no.
Gracias.
Un beso (con retraso en la lectura)
hola
Mery, gracias.
Con retraso.
Un beso.
Anónimo, hola.
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