A finales de los años ochenta y principios de los noventa, Ramón Espejo y Pérez de la Concha era el presidente del Ateneo de Sevilla. Me encomendó una actividad atractiva, la creación de un aula de Poesía por la que debían pasar poetas de diversa procedencia. Sevilla estuvo muy bien representada, al igual que otras provincias. La generosidad de los vates resultó digna de elogio.
Y esto viene al caso porque en alguna lectura nos encontrábamos el poeta en cuestión, Pepe Cala y un servidor. Escuchar los versos en una cercanía tan inmensa provocaba o dolor de cabeza o placer. Aún conservo las invitaciones –ya arrugadas- de esas tardes.
Espartinas es un bello pueblo del Aljarafe. La Casa de las Monjas es una antigua hacienda (explotaciones agrícolas típicas del Aljarafe sevillano que se dedicaban, entre otras actividades, al cultivo del olivo y a la elaboración del aceite).
La Casa de las Monjas es la antigua Hacienda de San Rafael. Presenta un esquema simple: un solo patio alrededor del cual se organizan todas las dependencias, presididas por el patio de señorío. La fisonomía actual de la hacienda responde a diversas ampliaciones. Tuvo dos plantas, por lo que se alzaba entre el resto de casas del municipio.
Las primeras noticias que se poseen de esta hacienda pertenecen al Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752. Un gran listado estadístico de posesiones realizado por mandato del propio Marqués de la Ensenada, ministro del rey Fernando VI. En este catastro queda recogido que doña María González de la Torre instauró una capellanía en el desaparecido Convento de San Agustín de Sevilla, en la que figuraba como bien principal una parte de la actual hacienda.
En el siglo XIX, la Hacienda de San Rafael sería conocida como Hacienda de Peralta y como El Alambique. Ya mediado el siglo XX, doña Teresa de Zafra y Peralta donó toda la finca al Convento de Religiosas Franciscanas del Tránsito y Asunción de Ntra. Sra., también conocido como Religiosas del Convento del Pozo Santo. En la hacienda instalaron su sede y una casa de recogida de ancianas a cambio de que cuidaran de Mª Concepción Domínguez, única hija de doña Teresa de Zafra y Peralta.
Recientemente este edificio, conocido popularmente como Casa de las Monjas, ha sido adquirido por el Excmo. Ayuntamiento de Espartinas. En la actualidad es el mayor centro cívico y cultural de la localidad. Y albergará el futuro Archivo Municipal.
Hoy viernes, 9 de septiembre, a las 21 horas, en la Casa de las Monjas Rocío Fernández Berrocal (un auténtico lujo) presentará Una aproximación al desconcierto. Los pocos o muchos asistentes podrán disfrutar a continuación de un concierto de Jazz magnífico.
He llamado a Pepe Cala pero no responde. Habrá ido a la presentación del libro de Javier Salvago en la Biblioteca Pública de Sevilla.
Tengo que decirle a Rocío que prometo no dañar sus oídos en el caso o supuesto de encontrarnos con ausencia de público. Pero la poesía tiene de estas cosas. Espero que el concierto de jazz atraiga a mucho joven, ese que ni lee ni comprende lo poco que lee. Y se encuentre de pronto con alguien que dice que amar se escribe con hache intercalada y esas cosas.
Hoy es un día muy especial. Residí varios años en Espartinas, en la Alquería de Almanzor, un lugar bellísimo repleto de olivos centenarios. Muchos poemas de Una aproximación al desconcierto se escribieron en Espartinas. Y mañana tendré la ocasión de leerlos sin alergia a la flor del olivo y las gramíneas.
Las invitaciones AQUÍ.
Gracias a todos y espero veros por Espartinas esta noche. Me han dicho que hay un concierto de jazz magnífico a las 22’30 horas.