ES la esencia que
habla Juan Ramón la que nos reconforta. La única posible. La misma que Claudio
divisó observando el cielo, su don. Vida y labor. Naturaleza y poesía.
He encontrado muy sucia la casa. Sin alimento el hombre permanece en silencio mientras pasan las nubes. Me han reconocido los pájaros. Comienza a brotar la luz en este cielo gris.
La razón de la palabra es circular. Todo lo constituye. Es el dios deseado, la pureza del jardín.
Vivo con esta sombra que vuelve al mediodía. Cuando hace calor se esconde en el mirto. Es la iluminación.