miércoles, 27 de junio de 2012

Cerca del caos


DESPUÉS de todos estos años dejo la portada del último libro sobre la mesa de cristal. Han cambiado la tapa. El seguro es eficaz y verdadero. Una vida sin protección acaba como la poesía de Pessoa, incontenida.

Tiene razón Gregorio Luri cuando indica que hay que defender a los políticos. Sin el apoyo de los ciudadanos son éstos los que acaban comiéndose la vida. Y una vida anárquica lleva al caos.

Estamos cerca del caos. De la disparidad. De la dispersión. No hay seguridad, ni armonía. Hemos cambiado nuestros conceptos y se ha errado.

La culpa la tienen los malditos valores. Somos naturaleza, y en la naturaleza no se admiten valores. Ya por sí ella es el único valor.

Estamos contenidos y marchamos hacia la desesperación. La grandeza del imperio romano y su caída tardó muchos siglos en recuperarse, catorce exactamente.

Hay que vivir al día, con la felicidad del día, con la fortuna de levantarnos mañana manteniendo la sabiduría a nuestro lado. Somos naturaleza.

Hay que respetar a las instituciones, aunque manchen de inconsecuencias los principios. Hay que vivir armónicamente. Es la única solución de ninguna posible.