LA poesía es sinceridad y es
compromiso. También es perseverancia, silencio y soledad. Todo lo que rodea la
vida debe centrarse en la poesía. La música, el arte, las insinuaciones.
Aquello que te aleje de la armonía plena, del centro indudable, debe ser rechazado.
No importarán los comentarios, las manifestaciones. Debes seguir un rumbo único, el verdadero. La fidelidad en la creación es una y personal.
Descubro cada día que nada importa nada. Enciendo el cigarrillo con dos manos y quemo el mechón del cabello que se deja apostar. Lo fácil es estar, agruparse, comentar, presentarse en los tiempos grandes con un café entre las manos.
Busco lo que aquellos no poseen. Huyo de los no sinceros y contemplo la luz del sol con gafas amarillas. Es la histeriagrafía, la manifestación de lo verdadero. Quiero seguir siendo lo que quiero. Cuando algo suena a olvidar debes dejarlo a un lado. Y seguir, seguir haciendo algo. Lo tuyo. La armonía.
Mientras nos llegue el sueño seguiré siendo alguien, o algo. Desde el centro la vida se observa de otro modo. Los círculos vuelven a estar cerrados. Es la alegría de ver, un mimetismo telúrico, la esencia, el centro indudable. Lo único que existe. Silencio y soledad.
No echo de menos a los poetas. Amo la poesía. Pero la auténtica.