miércoles, 14 de marzo de 2012


LA razón de la palabra determina la estructura del poema, retornará también a la naturaleza aquello que es constitutivo. La distancia, la esencia, la musicología. Todo el arte es un mundo matemático. Las ecuaciones de la vida son el pasaje del origen.

Me he fijado en la horquilla de tu pelo. El moño sobre la cabeza, el perfil de belleza indudable, los labios de superficie evidentes. Por un momento me enamoré del alma, de tus risas, de la sustancia que desprendía el aliento.

Es la limitación del corazón humano. Ya prefiero el moreno al rubio, la juventud a la madurez, los perfiles a los rostros de frente, los juegos de manos al calor de entretiempo.

Y viene Juan Ramón de modo claro, con el primer lugar de los primeros seres. Esa es la consecuencia, el preludio de hacer a los cuerpos celestes, afirmar que la distancia es vertical porque es principio, es atributo.

El vacío es importancia. La duda el reconocimiento. El miedo lo preciso. Hacer poesía es razón de la palabra. Planetas, estrellas, mundos. Bajo la forma clara el verso es equilibrio.