Dicen que diciembre es el mes más excesivo, violento, duro e insufrible. De los doce que contiene el año, es diciembre el que rescata fórmulas. Los eruditos, aquellos que hablan de forma insegura, los críticos modernos de la identidad, son a veces Sócrates, a veces Platón, y muchas veces Cármides.
Diotima en El Banquete pudo sustituir diciembre por abril, pero no lo hizo. Desde entonces los poetas son aneróticos.