lunes, 1 de agosto de 2011

Gente honrada



Cuando mi padre hablaba sobre el dicho del ladrón siempre decía:

Hijo mío –con su voz grave-, aunque el ladrón piense que todos son de su condición, hay que hacer ver al ladrón que hay gente honrada, y que su condición no es cierta”.

Entonces aprendí a diferenciar la realidad y el deseo.