Debes abrir gugle, e introducir en el buscador la vida al filo de la espada. ¿Lo has hecho ya? ¿A qué esperas? ¡Venga!
Después debes pinchar en el primer enlace. Como verás, no somos católicos, ni cretinos. No tenemos una espada con filo, ni un doble filo en la espada. Una simple arma, nada arrojadiza y un poco punzante. ¿Duele? ¿De verdad? ¡Venga ya!
Un día tras otro, personajes curiosos, peregrinos, repetidos, idealistas. Son las visitas del absurdo. De la conjunción copulativa. La que acaba en iva.
Nunca me interesaron las armas medievales, ni siquiera los siniestros provocados por un maestro Yi. El filo de la cruz me la trae floja, como también sus interesantes y cansinas cosmogonías de la catana (me refiero al loro, claro está).
Ser legendario no es un ron. Tengo un conocido que ha sufrido un ictus. Al saber la noticia pregunté, “¿Y no fue un lapsus?”.
Los mexicanos abundan. ¿La amistad? ¿La certeza? ¿Voces para incluir en el concierto? Un poco de tequila y el MM bien frío.
Una vida alrededor (para no tenerla por delante) y mucha literatura. Esa, la de todos los días.
¡Qué lo disfruten ustedes!
Después debes pinchar en el primer enlace. Como verás, no somos católicos, ni cretinos. No tenemos una espada con filo, ni un doble filo en la espada. Una simple arma, nada arrojadiza y un poco punzante. ¿Duele? ¿De verdad? ¡Venga ya!
Un día tras otro, personajes curiosos, peregrinos, repetidos, idealistas. Son las visitas del absurdo. De la conjunción copulativa. La que acaba en iva.
Nunca me interesaron las armas medievales, ni siquiera los siniestros provocados por un maestro Yi. El filo de la cruz me la trae floja, como también sus interesantes y cansinas cosmogonías de la catana (me refiero al loro, claro está).
Ser legendario no es un ron. Tengo un conocido que ha sufrido un ictus. Al saber la noticia pregunté, “¿Y no fue un lapsus?”.
Los mexicanos abundan. ¿La amistad? ¿La certeza? ¿Voces para incluir en el concierto? Un poco de tequila y el MM bien frío.
Una vida alrededor (para no tenerla por delante) y mucha literatura. Esa, la de todos los días.
¡Qué lo disfruten ustedes!
Pedidos: siltola@gmail.com