Debo coger aire. Sevilla es muy bonita. Huele muy bien ahora. No tiene que ser tan complicado. Otros ya lo hicieron y ahí los tienen. Contigo, sin ti, y sigo cogiendo aire. Desde que te vi, sigo bailando. Bailo. Eso es lo que quieres. Que no me joda y baile.
Disimulo y respiro. Te he visto completamente. Y bailo. Sigo bailando. Crucemos los dedos. Hoy estreno calzoncillos nuevos. Son de alpaca. Duros pero sanos. Estreno guitarra. También es una Custom. Más sofisticada. Me la acaban de traer de USA (vía México D.F.) y he tenido que pagar en la aduana 500 euros.
Desde que te vi, mi cuerpo no para de bailar. Aunque te guste Georgina. Y nunca me he enamorado. La verdad. Mi ropa interior no es de Hugo Boss, es de Dustin o de Giulio. El cachalote es gay. No sabemos si debe tener hijos o hijas. Y nunca he sido metrosexual.
Yo no quiero rosas. Entérate. Convierto la vida en una estación. Es primavera. Hoy me han regalado una tortuga, y es un secreto. Pero, ¡no se lo digas a nadie!
Debes volver a Jerez, y recoger la ropa interior negra que dejaste en el hotel de la intemperie. Suena bien. Parece que nos hemos convencido. Y sigue sonando bien. Debemos perder velocidad. Vas muy rápida.
Hemos sobrevivío. Buenos ratos. Paso la frontera y la montaña. La luna nueva te la comes lentamente. Ese es el plan establecido. Las ganas de volar no me las quita ni mi puta madre.
Amanece que no es poco. Es de día. Ya son las ocho. Volvamos al café. Lo siento. No quería, pero me sale. Toca las palmas. No fue Farruquito, sino el Revolera. Y Duquesne es genial. Es Camarón. Con dos cojones y calzoncillos de alpaca. Probablemente. Le sobran las ganas de volar. Es muy fácil perderse. Vuelve a Jerez.
Pero una cosa. No pierdas velocidad por favor. No hace falta. Nunca serás diferente. Sevilla es muy bella. Muy bonita. Huele a coño y a migraña. ¡Jódete!
Disimulo y respiro. Te he visto completamente. Y bailo. Sigo bailando. Crucemos los dedos. Hoy estreno calzoncillos nuevos. Son de alpaca. Duros pero sanos. Estreno guitarra. También es una Custom. Más sofisticada. Me la acaban de traer de USA (vía México D.F.) y he tenido que pagar en la aduana 500 euros.
Desde que te vi, mi cuerpo no para de bailar. Aunque te guste Georgina. Y nunca me he enamorado. La verdad. Mi ropa interior no es de Hugo Boss, es de Dustin o de Giulio. El cachalote es gay. No sabemos si debe tener hijos o hijas. Y nunca he sido metrosexual.
Yo no quiero rosas. Entérate. Convierto la vida en una estación. Es primavera. Hoy me han regalado una tortuga, y es un secreto. Pero, ¡no se lo digas a nadie!
Debes volver a Jerez, y recoger la ropa interior negra que dejaste en el hotel de la intemperie. Suena bien. Parece que nos hemos convencido. Y sigue sonando bien. Debemos perder velocidad. Vas muy rápida.
Hemos sobrevivío. Buenos ratos. Paso la frontera y la montaña. La luna nueva te la comes lentamente. Ese es el plan establecido. Las ganas de volar no me las quita ni mi puta madre.
Amanece que no es poco. Es de día. Ya son las ocho. Volvamos al café. Lo siento. No quería, pero me sale. Toca las palmas. No fue Farruquito, sino el Revolera. Y Duquesne es genial. Es Camarón. Con dos cojones y calzoncillos de alpaca. Probablemente. Le sobran las ganas de volar. Es muy fácil perderse. Vuelve a Jerez.
Pero una cosa. No pierdas velocidad por favor. No hace falta. Nunca serás diferente. Sevilla es muy bella. Muy bonita. Huele a coño y a migraña. ¡Jódete!