sábado, 31 de octubre de 2009

Poesía mínima



La poesía es la envidia de los iconoclastas, el suspiro de los necios, la creación de los amantes.

Un poema equivale a diez mil situaciones, y conjuga conceptos, nos hace pasar hambre y llora en su agonía.

Para escribir un poema se requiere inteligencia y lucidez. Aquel inteligente que escribe, lo hace, pero no es poesía. El lúcido que escribe tampoco hace poesía.

Los libros que leemos, los versos que escuchamos, la vida que debemos. Y en una mínima extensión, la auténtica poesía nos aparece.

Un poema justifica una exigencia, pero nunca es mínima.


viernes, 30 de octubre de 2009

Una de cal y otra de arena (El bronce de Cayetana es de ternilla)



I

Suelo ser el culpable de todo cuanto me rodea. Cargo con esa responsabilidad y desconozco realmente el grado y el propio manifiesto. No puedo más. A veces no quiero escuchar nada que haga soportar más tonterías y pamplinas.

El sentimiento de culpabilidad es medianamente soportable, pero extremadamente cansino. No controlo mis actos en demasía, y suelo saltar a la primera de cambio.

Que me gusta Ondina no es un secreto. Que he sentido la muerte de Bernarda de Utrera, tampoco. Detesto la mentira, el engaño y que se toquen las pelotas en mi presencia. Por eso me escondo, para que se las toquen a sí mismos, los ignorantes y capitulizadores.

Una de cal, y otra de arena. La vida, amigo, la vida.


II

Cayetana de Alba está triste. La ubicación de su estatua en los Jardines del Cristina es la causa.

El Paseo de Colón podría haber sido un buen emplazamiento, el que ella soñaba. Junto a sus queridos toreros Pepe Luis y Curro. Un mano a mano servido. Pero el bronce de Sebastián Santos está ya manchado a perpetuidad.

Amiga del corazón y enemiga de Sevilla. Fría, distante, soberbia. Ese acto andaluz en el Maestranza donde los jornaleros la esperaban hace años, sigue en todas las memorias históricas.

Cayetana es el síntoma del poder de otros tiempos. La distancia que existe y ha existido entre Madrid y Sevilla. La imagen irrepetible de un constante dolor. Lo que podía haber sido y lo que ha sido, que decía el poeta.

A nadie le amarga un dulce, y menos bronceado. Pero no hay lugar, no hay color, no hay sentido.

Cayetana, deja que te recordemos como la duquesa de Alba. Que para estatuas nos bastará para siempre la de Ángela de la Cruz. La tuya es de ternilla.


jueves, 29 de octubre de 2009

Celso Pareja-Obregón



Celso fue un hombre bueno. Aristocracia sevillana. Puertas abiertas. No creía en las clases sociales, defendía el valor del ser humano independientemente de su origen y semejanza.

Celso vivió muchas anécdotas.

Una le ocurrió estando en la finca La Pilarica (Gines) (actualmente Urbanización La Pilarica) y siendo adolescente en la temporada de primavera, antes de irse a veranear al Hotel Playa de Cádiz donde se pasaba cerca de 3 meses y, acto seguido, a Lanjarón hasta la llegada del frío.

Lo cierto es que entre él y sus hermanos tenían que organizar un festival benéfico en la plaza de toros que existía entonces y como reclamo, llamaron a Pepe Pinto, en aquellos momentos era una gran figura del cante. Llegado el día y estando la plaza a reventar comienzan a ponerse nerviosos porque el tal Pepe Pinto no aparece (entonces no existían lógicamente los móviles. Más tarde Pepe les comentó que había tenido un percance con el coche que lo traía).

De modo que la gente empezó a cabrearse y ellos no sabían qué hacer, y de pronto y en vista de que algunas personas comenzaron a tirar almohadillas y a levantarse, a Celso no se lo ocurre otra cosa que salir fuera y decir que Pepe Pinto acababa de llegar.

El resto de los Pareja-Obregón le dijeron "Pero ¿estás loco? ¿Dónde coño está Pepe? ¿Qué vamos a hacer?" -"Nada (dijo Celso) todo está solucionado; acabo de hablar con PEPE EL PINTOR que canta maravillosamente y le ponemos el sombrero de ala ancha con su traje de corto, le acompañamos con la guitarra y ¡asunto solucionado!".

Manolo Pareja Obregón se quedó pensativo y le dijo "Pero Celso ¿Y si ven que no es Pepe Pinto?" "Pues nada hombre ¿Qué diferencia hay entre Pepe Pinto y Pepe el Pintor? Ninguna. Les decimos que el que ha puesto el cartel se ha equivocado y que el que tiene boca se equivoca."

El tal Pepe el Pintor cantó de muerte de bien y Juan de Dios Pareja-Obregón que tocaba magníficamente la guitarra le acompañó de manera formidable.

¡Todavía no saben si alguien se dio cuenta o no. Nadie protestó!


miércoles, 28 de octubre de 2009

La Ternilla



Llevamos unas semanas de pesadez. Pones la radio y “La eyaculación precoz se cura”. Enciendes la tele y “La eyaculación precoz tiene solución”. Vas al baño a hacer pipí y “La eyaculación precoz la buscas”.

Para tres días que estamos hay que ser felices. Y además en España deben ser muchos los clientes del Boston Medical ese. Con lo caro que cuesta un anuncio, y las veces que se repiten.

No sirve que digan que con la crisis han bajado las cuñas. No. Han bajado pero el descuento te lo ofrecen en repeticiones. Una cuña vale un huevo, y parte de la eyaculación.

Y no sé si se han fijado, pero siempre ponen los anuncios a la hora de comer, justo cuando vas a llevarte algo a la boca. Y cuando me preguntan por qué será así, yo digo, “Será para que te comas la ternilla, ¿no?”.


martes, 27 de octubre de 2009

¿Qué pasó con el Prólogo?



Debo reconocer, que al día siguiente de leer el texto del escritor, le llamé por teléfono. Y hablé varias horas. Le expliqué con detenimiento mi opinión. En algunas cuestiones estaba de acuerdo y en otras no. Pero, como buen caballero, agradecido y jodido.

Ha buscado a otro prologuista, mucho más pelota y jocoso. Le consulté si tenía algún inconveniente, guardando el anonimato, que publicara una entrada en mi Cuaderno (que lee diariamente) y me preguntó por qué iba a hacerlo.

Le respondí que el prólogo es un casi género literario. Existen escritores especializados en prólogos de buen agüero. ¿Han observado? Todos los prólogos tienes dos definiciones, son descriptivos y positivos.

En alguna ocasión he tenido la oportunidad de escribir algún que otro prólogo. Y desde luego he caído en la tentación de tentar la suerte. Pero siempre pudo más la cordura que la causalidad.

Hay escritores expertos en prólogos. A veces descuidan su propia creación para corresponder afablemente. Y no saben que hacen mucho daño. Esta fue mi explicación a X. Quería dejar claro que un prólogo es un trabajo, pero nunca un hábito.

Tengo la conciencia tranquila. Ayer no dije ni una sola falsedad. Simplemente oculté detalles. Importantes o no, pero detalles.

Un llamamiento. Si en alguna ocasión os piden un prólogo, nunca seáis positivos, sed sinceros.


lunes, 26 de octubre de 2009

El Prólogo



Me piden que escriba el prólogo a una obra que será publicada en breve. El autor me cita en un café para entregarme un ejemplar del texto y comentar diversos asuntos. Hacía mucho tiempo que no lo veía aunque sí seguía sus escritos. Me hizo ilusión. Un abrazo, tres cigarros y dos mentas-poleos.

Vuelvo a casa con la obra. La leo. La vuelvo a leer. Apuro una copa y friego el vaso. La vuelvo a releer.

No me gusta nada. Nada. Poca literatura y peor convencimiento. Es terrible.

Entonces, ¿qué hago? No puedo escribir el texto. No puedo decir que es malísimo. ¿O tal vez pueda decirlo? ¿Qué pensará el autor? ¿Saldrá el libro con ese prólogo negativo de la nefasta obra? Tengo dudas. ¿Qué puedo hacer?

Se me olvidaba. Me dijo en el café que todos los días leía este Cuaderno. ¿Te has enterado, pues?


domingo, 25 de octubre de 2009

La rusa, el digma y mis libros



Menuda pesadilla he tenido esta noche. Entre sábanas, libros y cojines, sonó el teléfono temprano. Era mi amigo X. He visto tu artículo de El Correo, y la verdad, si Lopera lo lee seguro que no lo entiende. Le pregunto qué le ha parecido, y responde, ¡Vaya como estaba la rusa de la foto de al lado!.

Mala suerte, me digo. De la pesadilla a compartir espacio periodístico con una espectacular fémina del este. Después, como algún amigo afín y reciente, mientras acudo a la oficina piso un gran digma, y de perro.

Enciendo el ordenador y miro los números de la euromillonaria, ya se sabe del digma al milloneti, pero nada. No hay acertantes en España.

Enciendo un cigarro mientras apuro el menta-poleo. Cierro los ojos y me digo ¡Quién dijo miedo, que se joda!

Empiezo otra vez, y en voz pasiva de la activamente. Sí, estaba la foto de una rusa buenorra junto a mi artículo. Eso hace tener más lectores. Sí, pise un gran digma. Mis zapatos necesitaban ya un buen repaso.

No dormí muy bien, es cierto. Pero puedo leer más, que el tiempo se acaba muy rápido señores, muy rápido.


sábado, 24 de octubre de 2009

Ejercicios bélicos continuados



¿Quieres guerra? ¡Vamos, no calles ahora! Justo cuando empezaba a sentirme cómodo. Entre tantos algodones y plumas de oca de la Provenza. Ese olor a lavanda mezclado con la humedad del verde.

Definitivamente quieres guerra. Y no me lo reproches nunca más. Sabes que pagarán justos por pecadores. Que se vive una vez para disfrutar de la inocencia, y me haces esto. Un día y otro día.

Jodido como la suerte me contengo, y a punto de estallar deshabilito lo permisivo y comparto lo incontenible. La vida, que tanto se repite y que más nos determina.

Y la guerra prosigue. Es un telón de fondo donde falta el decorado. La gracia de la muerte y el llanto de los pájaros.

¡Déjame hoy Luzbel! Aunque no tenga planes los deseo.


viernes, 23 de octubre de 2009

Debo 20 euros a Curro Romero



Hasta montado en su todoterreno tiene arte. Arte a reventar en la media verónica para aparcarlo. El volante como el capote, despacito y sobrio. No escuchaba los coches que le pitaban, ni las voces de la chavalería que le indicaban que iba a tirar la moto chaqueteada. Dos avisos recibió el maestro.

Y esa moto bocinera con las velas delante, no enamorada de la luna, como si de un Torrestrella se tratara. Estaba parada, bien aparcada. En el lugar justo. Esperaba la espada.

Y el torero a lo suyo. Alzó las puntas al volapié en el acelerador, como entrando a la suerte de matar. Embistió con temple. La moto al suelo.

En vez de dos orejas, pagó a mi hijo 20 euros, para que arreglara el percance. Pero era Curro. El Faraón de Camas.

Cuando te vea devuelvo el dinero, maestro, que por tu arte y tus maneras hasta te dejo mi coche. Hasta te escribo un poema.


jueves, 22 de octubre de 2009

Telechichi



Veamos, es una vergüenza que se acuda a este Cuaderno por un término indignante. Telechichi es el protagonista. ¡Y todo por un Álogo en una entrada! Además de números de teléfono de alto contenido erótico-fatal-incertidumbre, el verso de Cervantes que reina la foto de La Caleta aparece en el buscador más buscado.

Ya Ridao nos otorgó lecciones de índice indolente al respecto. Y ahora visito las visitas que visitan y me llevo la conclusión o el simple susto.

¡Vamos Juanito, Ardentía, hasta ahora dominabas! ¡No te dejes ganar por un término de pronunciación desagradable, poco poética, cursi y anticuada!

La vida, mujer, hombre, ser de otro mundo, que tecleas la palabra de placer y acudes a un teléfono de mal humor, de mal olor, de mal sabor.

La dignidad domina, por encima del pragma, y del digma, cualquier telechichi efímero.

Dignidad señores, que cuando muera me recuerden por otros términos escritos, que este es tan solo un accidente ajeno. Pero me río, cuando alguien busque en otros o en otras, sus propias desvergüenzas indignas y miserables, se encontrará con la bitácora de este gaditano.

Lo demás es lo propio, que dijo aquel.


miércoles, 21 de octubre de 2009

Se ha muerto el Nokia



Mi hija pequeña tiene una amiga que se llama Plof. Digamos que es un nombre ficticio. ¿Y si su madre o su padre leen este Cuaderno?

Plof no tiene desperdicio. No es una almeja, ni una rana. Es una dulce niña muy triste porque a su hermano mayor de ocho años se le ha muerto el Nokia.

En su casa todos están tristes, muy tristes. Murió el Nokia y recientemente el abuelito, según ella porque un doctor se equivocó de pastillitas. Plof sólo juega a la Nintendo. Pasa solita la mayor parte de las horas del día. Y esa sonrisa angelical se está volviendo repelencia indignante con pena íntima.

Un día Plof le dijo a mi descendencia Tengo 27 peluches, y todos son míos. A lo que Isabel respondió Y mi padre es de Cádiz.

Pero Plof siguió, Tengo un primo que nació en Brasil. E Isabel concluyó la disputa Pues ya te he dicho yo que mi padre es de Cádiz.


martes, 20 de octubre de 2009

Realidad y Literatura



A veces un hombre descubre que en su vida debe adoptar una postura nada cómoda. Te sientas de izquierda a derecha, remueves el asiento, y entonces un plástico duro te aprisiona. Es una burda imitación modernista de los sillones de los años treinta, pero mucho más duro.

Abrazas a quien desea abrazarse exclusivamente para no caer por la incomodidad. Y sonríes. Dar un sorbo a la copa es una excursión al fin del mundo, para que al final ésta se caiga y riegue los zapatos.

¡Cuánto de verdad y cómo de mentiras! La diferencia entre literatura y realidad radica exclusivamente en el subconsciente de cada uno. En lo que podría haber sido. En lo que supones. La indiferencia es un grado, y esto es una pantomima.

Hoy dormiré tranquilo, mañana me espera madrugar. Una mano que despide y un acierto involuntario.

Buenas noches y adiós. Es hasta siempre.


lunes, 19 de octubre de 2009

La vida y los sueños en los libros



Una mañana de estas tendré que soñar más de la cuenta. Para ello tomaré prestado de un rincón el libro de tapas oscuras al que siempre acudo y me sumergiré en el sueño. Aunque sea un instante tendremos bastante.

Seguro que si tú tomas el mismo ejemplar tu memoria y su sueño te llevan a distintos horizontes, a enormes caminos de madera que recorre el cuerpo y la mente.

Y resulta que el libro nos acoge, nos gobierna, nos aplaude.

Leer es vivir. Cada libro nos enseña que la vida y los sueños están en él.




(Hoy lunes, 19 de octubre, en Sevilla, Alfonso Guerra hablará de “La vida y los sueños en los libros”. Tendré el honor de presentarlo. Biblioteca Pública, 19’30 horas.)


domingo, 18 de octubre de 2009

Soleares



No vienes para quererme,
has matado una ilusión
con tanto amor, sin tenerme.


Una verdad como un puño,
un suspiro y una vida:
la verdad es este mundo.


No llores ahora morena
que la vida nos arroja
a este abismo de la pena.

sábado, 17 de octubre de 2009

Antí-todo





¡Escúpeme tierra!



He dicho alguna vez que este Cuaderno es irreverente. Y lo es por lo que escribe su dueño. Exclusivamente. Hoy hablamos de algo y mañana decimos lo mismo con otras palabras. No queremos oír álogos bonitos. Ni deseamos engañar a nadie.

Últimamente, y debido a cuestiones que omito, he descubierto que los poetas somos unos miserables. Miserables en grado sumo. Odiaba a muerte a los funcionarios, pero ahora también odio a los poetas. Me odio a mí mismo. ¡Es la vida joder, es la vida!

Mis razones tendré para escribirlo, mis motivos tendré para decirlo. Argumentos al fin y al cabo que no justifican nada, exclusivamente lo que pienso.

¿Nunca habéis pensado eso de trágame tierra? Pues yo digo, ¡escúpeme tierra! Pero hazlo ahora, que mañana es tarde, y ayer demasiado pronto.

Una película de amor inanimado. Una ventaja decidida en la suerte. La lluvia que cala la fachada. Todo es falso, egoísta y miserable.

Hasta mañana pues, que el dolor de cabeza supera esta dieta blanda que me hace delirar. Pero en conciencia.


viernes, 16 de octubre de 2009

Se busca a Pepe Cala






Se busca a Pepe Cala. También llamado José Cala Fontquernie.


Si alguien lo ve o habla con él, que se ponga en contacto conmigo.


Dieta blanda



¡Qué mala suerte! Mi estómago está como el colador de la leche de vaca. Sí, donde se queda la nata. ¡Qué asquito, la nata de la leche!

Herido por todos los días del año, y por todos los años de la vida, esta parte baja duele, molesta, condiciona. ¡Maldita la hora que declararon inútil total al poeta!

Entro en un restaurante. De los buenos. Y digo, una sopita y un pescado en blanco. Y de beber agüita clara, mineral y de marca conocida, que la Solares sólo sabe a agua.

Y así pasan los días. Las bellezas me miran, y dicen, “Angelito, tendrá malito el estómago, el niño”. El niño, ¡joder con el niño de barbas! Y de postre, una mentita poleo, verde oscurita, que ayuda en el baño.

Esto es vida. ¡Esto es vida! ¿Esto es vida? Estoy de la sopita boba hasta el huevo de avestruz, y del pescaíto en blanco hasta la armeja de Ridao (¿de Ridao? lo siento José Miguel, si pones “almejilla” en Google, el primero en salir, un servidor, usted en cuarto lugar).

Mientras unos sueñan con lo que deseen soñar, para qué vamos a exponer aquí cuestiones privadas que respeto, yo en cambio no dejo de pensar en un buen plato de lentejas, un solomillo de buey y unos erizos cojonudos. Regados por ese vinito fresco que quita el sentío.

En su lugar me lamento con dieta blanda. ¡Y tan blanda!


jueves, 15 de octubre de 2009

Ex Corda



Llevo todo el día pensando en el huevo de Cotta. La verdad. No puedo remediarlo. Que un amigo se opere de un huevo (aunque sea el del juicio) me pone nervioso. Y entre revueltos y revueltos Ridao se come todas las almejas del mundo, o del mar. Las “armejillas”. Ha saltado la rana en el viejo estanque, chops, ha saltado de nuevo.

Romano se empeña en inmortalizar a unos personajes arcaicos y gustativos, que darán mucho juego a su Cuaderno. El “profe” promete. Y lo hace tanto como el viejo estanque. Jurado dice que Obama es Obama, y que el premio conseguido no se lo merece ni a la derecha ni a la izquierda. Es negro.

Y entre negro y mulato, nos quedamos con la mulata de la presentación de Siltolá que quitó el aliento a más de uno, como la ceniza de los muertos.

Muchos amigos me han pedido en alguna ocasión que coja mi barco y los lleve a alta mar, para poder arrojar las cenizas de sus familiares. Así no los controla nadie. Y echar los restos del muerto entre las olas, además de poético, satisface.

Una vez, un día de oleaje, al desprendernos del cuerpo desmenuzado, una inmensa ola golpeó el casco del buque. Con tan mala fortuna que en mi ojo acabó una mota de ceniza de huevo de fallecido. La reconocí por el olor a descomposición extrema. Otra vez pasó lo mismo, pero la ceniza que se posó en mis labios era de pezón de jovencita doliente.

Cuando me baño en La Caleta y trago un poco de agua me digo: “¡Qué estómago tienes Menéndez!


¡Qué se jodan los feos!



Todo lo que sabemos y todo lo que decimos nos supera. Nos hace deambular, nos distorsiona. A veces alguien descubre que a su vida llega un invitado, pero el descubrimiento se realiza exclusivamente por correo postal.

Dicen los seguidores de este Cuaderno que muchas veces no escriben álogos porque no entienden las entradas. ¿Hay algo que entender? ¿Hay que comprender para dejar un álogo?

En cambio descubro que elementos curiosos y términos de tres al cuarto han provocado una centena de visitas. ¡Qué contradicción!

Una verdad no podrá ser nunca olvidada. Al igual que un murciélago desarrolla su visión nocturna, la escritura es un camafeo en el pecho de una dama. Bello y efímero. Siempre acaba en una caja de joyas inoperantes.

Querer. Decir. Leer. Comprender. Ese es el fundamento de la blogaduría. Ocurre que el tiempo avanza tan rápido, y las tecnologías superan a la propia creación. En 2.018 el e-book ganará al soporte en papel. Eso dicen los expertos. A nosotros nos cuesta. Pero ¿quién iba a decir hace unos años que los seguidores de este Cuaderno no entendían las entradas?

Mientras tanto, ¡qué se sigan jodiendo los feos!


miércoles, 14 de octubre de 2009

Nostalgia de Joyce



Siempre pensé que B.E.C. era un partido político irlandés. Unas siglas agresivas, una cara larga al comentarlo con los amigos, una falta de aliento o un remolino salvaje.

Los fugitivos se precipitaron en su actuación. Yo no envío miradas, hago cosquillas y tengo que confesarlo.

Delante de mi casa ha parado hoy un camión. El paso es estrecho y era una mudanza. Alguien que cambia de vida. Voy a lo justo. No quiero cambiar más de lo que puedo. Tu sonrisa no es mansa, es deprimente. No hay notas sociales en las paredes, tal vez en los buzones.

Aún así quiero estar seguro de todo lo que hago, de todo lo que digo, de todo cuanto escribo. Te entrego las llaves de mi vida para que abras, para que tomes un fragmento. Es muy fácil reírse, y muy difícil el llanto. No soy incomparable, tal vez efímero.

Por eso digo B.E.C., y lo repito, B.E.C. No se te ocurra Besarme El Culo.


martes, 13 de octubre de 2009

Carnaval de Cádiz: En defensa del Cuplé






En los últimos años, y debido principalmente al carácter más competitivo que artístico, los autores de las letras del Carnaval de Cádiz no le dan el valor que merece, tiene y necesita el cuplé.

Hablamos de los coros y las comparsas. Las chirigotas van por otro lado. Se debe saber que en las chirigotas los cuplés tienen más valor para el jurado que los pasodobles. Y el tono jocoso y divertido de las letras de estas agrupaciones (chirigotas) hace que tras una actuación no se modifique ni el tono, ni el mensaje, ni siquiera su propia esencia.

Pero nos preocupan realmente los cuplés de las comparsas y los coros. Su puntuación es menor que la del pasodoble o tango respectivamente, y por tanto los autores dan menos importancia a ellos.

Baste hacer un recorrido musical del último año y escuchar pasodobles enormes en las comparsas (el de la Muerte de Juan Carlos, el del Crucifijo de Quiñones) y tangos magníficos en los coros (Cumple ya cincuenta o Bienvenidos a todos, ambos de Julio Pardo y Antonio Rivas).

No me gustan los cuplés que se hacen ahora. Rompen la barrera del arte, dan menosprecio a la agrupación, y por mucho que los seguidores rían, aplaudan o griten en la calle o en el Falla, están muy lejos de la calidad literaria y artística que el Carnaval de Cádiz merece y tiene.

Los autores de las letras (y de la música) de coros y comparsas deben tomarse más en serio los cuplés. Y aunque sean eso, cuplés, levantar el listón del puro arte, para beneficio de todos. Música a tono y letra aún más a tono. La risa no está reñida con la seriedad, ni con la calidad, y mucho menos con el arte.

Diría que han rozado la vulgaridad los cuplés de los últimos tiempos. Y aunque no otorguen tantos puntos, el Carnaval está por encima del jurado, por encima del reglamento y por encima del propio Cádiz. En sí es Cádiz.


lunes, 12 de octubre de 2009

Francisco José Martínez Morán

El grado de coherencia (II)



Pero Bloom no soportó la pregunta con resignación. Ni siquiera mantuvo el orden establecido, ni los pactos de autor que circulaban en su mundo. Los mandamientos de los autores, de los editores, de los críticos. Tampoco tuvo en cuenta la opinión de lectores que confirmaban lo que todos sabían.

Estaba cansado. Creía que todo era injusto y nada verdadero. Pero en ese momento descubrió que su vocación era irremediable. Y que escribía para él. Lo demás es eterno. Y la coherencia dejó de tener grado, para ser fogonazo.


domingo, 11 de octubre de 2009

El grado de coherencia (I)



Bloom, dijo a Matheus, “¿Sabes cómo son los especuladores de la cultura?”. Y Matheus respondió, “Igual que nosotros pero mucho más feos”.

Unos se conservan mejor que otros. No me refiero al aspecto físico. La gordura, la ceguera, la sordera, la falta de movilidad, la calvicie, los vicios. Es el aspecto psíquico el que varía.

Todos los inconvenientes aparentes y constatables hacen de la cultura un pobre familiar de tercer grado. En cambio la psique demuestra y manifiesta un sentido común nada criticable.

Hay buenas plumas. Buenas cabezas. Sentimientos manifestados en grado de coherencia. Pero existen igualmente los mediocres. Unos necesitan a otros para enriquecer nuestra cultura. Para satisfacer el punto de comparación nada relativa.

Matheus recriminó a Bloom, “Entonces, ¿vas a seguir escribiendo?”. Y Bloom cabizbajo tomó su cuaderno y subrayó una frase, “Inteligente, ¡y este cuaderno es tuyo!”.


Las noches de bohemia



El pleno rendimiento es ahora brutal. El reloj ya funciona a deshora. Todos trabajan. Un día es un mundo y un error se paga caro. Los ensayos secretos, las letras se modifican todas las noches. Aún quedan remates para elegir el vestuario.

Una tarde en el edificio de los Sindicatos, y un almuerzo en Lumen. Un paseo por la república independiente de la Viña, saludos a amigos, unas tapas, y un abrazo tan apretado que dejas de respirar por un momento.

La Caleta con viento te desplaza su olor. Y el café en el barco oxidao es un lujo viendo la calle de Antonio Burgos.

Aparqué el coche en los cuarteles y te cobran por milésimas de segundo, pero es mi tierra, es mi vida.

“Las noches de bohemia” nos delatan. Ya se prepara Juan Carlos Aragón. No veo a Ramoni. Hay cambios y novedades. Importantes. Todo Cádiz se mueve. Faltan 125 días.


sábado, 10 de octubre de 2009

Ni oficio ni beneficio



Resultó verdadero aquello que parecía un intercambio de sentidos. Si me das un poco de nostalgia te entrego compasión. Me sobra libertad, pero falta dulzura. Toma esencia que cojo amistad.

Tomamos de nuestro alrededor lo que necesitamos, y vamos entregando lo que nos sobra. Sin saber, sin pensar, y sin querer. Vamos depurando el sentido común con la belleza, y esas afirmaciones se reproducen sin conciencia. Ni oficio ni beneficio.

Una vez alguien se cerró en sí mismo. Y al despertar descubrió que no recordaba nada. Mirándose al espejo exclamó: “¡Coño!


viernes, 9 de octubre de 2009

Un tremendo placer



Sin tiempo y con premura intento descubrir qué significado tiene realmente esta vida. Y el hallazgo es desalentador. Conoces, del verbo conocer, que en el fondo somos distintos, extremadamente distintos. Y uno es sensible y llora. Y en la forma somos opuestos.

Jugar no merece la más mínima duda, ni el auténtico acierto. Es la vida repites, mientras te alejas por la calle, amor y cumplimiento. ¿Qué hacer con tu vida? Me pregunto. Y descubro lo que hago con la mía y desespero.

Sin remedios, el llanto se apodera del más tierno juguete. Es una pena, o es una nostalgia. Te marchas, nos decimos adiós y es para siempre. ¿Es tal vez la impotencia de los actos? ¿Es quizás el remedio y la fortuna? No respondo, para qué responder si es lo de siempre.

Un mensaje, un abrazo y dos palabras: un placer.


jueves, 8 de octubre de 2009

El Acento



El acento es el golpe que está a punto de recibir la vocal en su existencia primaria. Cuando se aplica pasa a ser definitivo. La ausencia de acentos provoca menosprecio al lenguaje, introspección, y los matices nunca serán justificados.

Un acento implantado es una cicatriz, y una vocal acentuada forma parte de un todo equilibrado.

Las diferentes lenguas los han utilizado según su propio origen. Algunas con elegancia extrema.

Una palabra sin acento ha perdido toda la cortesía que posee, y se convierte en desagradecida, ya que nunca aprendió el beneficio que recibe.


miércoles, 7 de octubre de 2009

Broza



Todos podemos hacer lo que queramos. Todos. Ocurre que unos son capaces de hacerlo de una forma y otros de otra. Y al final siempre buscamos lo mismo y encontramos lo mismo, el vacío.

Así lo que desees lo consigues, de una forma siempre incierta. Es el principio de todas las cosas: la broza.

Todos tenemos un destino especial. Pero no servimos para nada. Nuestros actos son inútiles.

El origen de las depresiones es la broza. El origen de nuestra alegría es la broza.

Todo se acaba. Nada permanece. Ni siquiera aquello que es el principio, la broza.


martes, 6 de octubre de 2009

La ciencia exacta



Acudí esta noche a casa de Abel Feu. Íbamos a diseñar la nueva colección de libros “Álogos”. Al tocar la campana de su casa salió Choco irremediablemente. Begoña tuvo la gentileza de amarrarlo. Hablar de poesía y acariciar a un perro son dos cosas a la vez, que un inútil total como yo no puede hacer.

Una mosca cojonera no paraba de molestar a Abel. “Menéndez, ¿la has traído?”, me dijo. “Te recuerdo que vengo solo, sin compañía, y a mí no se me acerca”, respondí.

El porche del jardín y la temperatura acompañaron. Me dio una heladera como cenicero que manché y ensucié con cariño.

De vuelta a Sevilla con el coche vi en una pared una pintada. Y aparqué.

“La vida es la mejor escuela
pero no una ciencia exacta.”

Lo que al principio me llamó la atención acabó en un escalofrío. Más que escuela yo diría que la vida es la mayor de las putadas sin ciencia ni conciencia. Y alguien había escrito con cariño, o con conocimiento, un grafiti en una pared, y había dejado constancia de su hecho.

Llegando a Sevilla, en un puente leí “Te quiero Helena”. Otro que descubrió la ciencia. Graduado en exactas.


lunes, 5 de octubre de 2009

El poeta y su condición



Al poeta muchas veces le entran ganas de llorar. La vida no es lo suyo, lo que nos rodea no es lo suyo. El movimiento circular y oscilante del mundo no es capaz de definirlo.

El poeta llora para olvidar, y para ausentarse de la realidad. A veces piensa que todo baja y él se eleva. Pero lo hace sin premeditación, sin soberbia. Es una subida real, de conocimiento. Y entonces desde arriba las cosas se ven como realmente son.

Nadie puede pensar que el mundo es una limitación. El mundo es una eterna limitación. No es igual una definición eterna, que una eterna premonición.

Arriba se observa la realidad. Nadie ahí arriba, por encima de ti. Cuando descubres eso se caen muchos tópicos, muchos actos de fe, muchos sentidos y más remordimientos.

Y desde arriba lloras. La verdad duele, no molesta, condiciona.


domingo, 4 de octubre de 2009

El poder y la intención



Que la vida es gratis lo manifestamos ayer. Pero ¿por qué es gratis? Porque todo está delante de nuestro ojos, y lo que realmente necesitamos lo podemos coger o dejar sin el valor que consideramos adecuado.

Nos equivocamos, siempre erramos. Si decidimos una actuación hemos fallado, si la rechazamos hemos consumado un acto que podía haber sido. Ninguna de nuestras actuaciones es acertada, porque siempre queremos más, siempre deseamos más. No estamos conformes nunca.

Nuestro error nos delata. Tomar una decisión siempre acaba mal. Pensemos. Nada está delante de nosotros y todo se manifiesta en nosotros. Intentamos variar con un comentario, con una declaración, con una simple elección. Y ese hecho tiene unas consecuencias. Las consecuencias acaban de forma negativa.

¿Dónde y cómo erramos? En los actos. No podemos callar, no dejamos de reír. Podemos cambiar una vida y nunca dejaremos de sentirnos culpables. La intención se ha realizado de forma evidente. Queremos. Deseamos. Pero no conocemos las consecuencias que con ello realizamos.

Es el poder de la intención. Que se realiza sin maldad, sin intención. Pero es un hecho. Se realiza. Y siempre con consecuencias. Pero no podemos callar, estamos vivos. Somos seres humanos y los errores abundan sobre las virtudes, estamos hechos a imagen y semejanza de un único acto, un acto repleto de intenciones. Un acto con poder.

Entonces, ¿somos culpables? No somos conscientes de la culpa. La culpa no es un acto, es un hecho.


sábado, 3 de octubre de 2009

Free Life (Como lo hacen los efímeros)



Establecemos un pensamiento relativo siempre. Nada de lo que nos ocurre es absoluto. Nos piden favores, pedimos favores. Cumplimos, dejamos de hacerlo. Nuestra vida transcurre de una manera divergente, y completamente sintomática.

Nada es como parece ser. Nadie es como dice ser. Recuerdo que hace unos meses conocí a una persona por unos actos concretos. Y esa persona me llenó. Con el paso del tiempo iba descubriendo que todo es como no parece. Nadie se presenta como quisiera.

Y no puedes hacer nada. No tenemos conciencia de esos actos minúsculos pero a su vez tan grandes y evidentes. Actos que generan desconfianza, despropósito, meditación y vago entendimiento.

Las personas no crecemos, crecen nuestros actos. Y ellos nos hacen madurar, nos hacen sorprender, nos hacen descansar de lo perfecto y lo imperfecto.

Una persona es un acto encendido. Y dos personas iluminan una vida.

Nuestra vida es gratis. Y si queremos cobrarnos con ella, descansaremos como lo hacen los efímeros.


viernes, 2 de octubre de 2009

Paquirri versus Morante






No se puede exigir un minuto de silencio por un papel rosa. No se puede criticar año tras año una imbecilidad manifiesta de empresarios impresentables y con más cuernos que unos miuras. No se puede desarrollar un arte y una concentración en seres geniales.

Si tuvieran los futbolistas que justificar un minuto de silencio en cada aniversario del fallecimiento de un pelotero, el tiempo real de juego sería ridículo.

Y le siguen cargando de leña, el fuego arde y arde. Los pro hablan y los contra más aún.

Es absurdo, señores, es lamentable.

Morante tú a lo tuyo, que ya tenemos bastante de aguantar a la Pantoja como para que ahora nos reclamen la sombra de Paquirri.


jueves, 1 de octubre de 2009

José Luis Morales

Ejercicios de Irreverencia



Y cuando tú dominas todas las condiciones
llueve, aunque debe ser hora de que vayas dejando
esa letra pequeña. ¿Recuerdas? Nos miramos las manos,
nunca fueron los ojos los que dijeron basta.

Es ahora otro tiempo y no estamos de acuerdo.
Será porque el amor, como el tren, regresa de las aguas
y hoy he cogido un taxi, frena la luz y existe este poema
aunque no te conozco y sigues preguntando.

Vendo mi corazón si alguien lo quiere,
está de saldo siempre, y en lote regalo
un pañuelo, tres versos y un horizonte inútil
de pérdidas pulidas y libros por el suelo.

Dios, si debes decir algo que sea pronto
que también nos cansamos los que tenemos hambre.