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miércoles, 3 de junio de 2015

Sensibles




Sobre la mesa del salón hay un cenicero que siempre está vacío. Las arañas suelen acudir a él para vigilar a sus víctimas. Se esconden cuando las moscas se detienen un instante. Observan. Respiran.

Los sensibles mueren y solo habitan los siniestros.


sábado, 23 de mayo de 2015

Debilidad




Sobre la mesa de cristal del porche contemplo huellas de gato. Hay restos de pelaje, polvo, plumas, sangre. La araña sube y baja por su hilo. No aparecen los pájaros.

La fortaleza es el reflejo de la debilidad.


viernes, 22 de mayo de 2015

Condición




Sobre la mesa de cristal del porche se han posado dos pájaros. Uno es un rabilargo, otro un mirlo. Una araña sube y baja por su hilo cerca de sus cabezas.

La vida es un instante que siempre condiciona.


martes, 19 de mayo de 2015

Un mirlo muy negro




En una reunión de mirlos, uno muy negro, acapara la atención de los asistentes: no para de comer. El movimiento de su cabeza de arriba hacia abajo es repetitivo, acaba con todo el alimento.

En una reunión de mirlos, el más negro, hace desaparecer el alimento.


sábado, 9 de mayo de 2015

El mirlo indirecto




A veces, cuando se esconde el sol, aparece por casa un pájaro muy gordo. Es un mirlo indirecto.

Al principio le invitaba a pasar y le leía poemas de Calderón de la Barca. También le daba algo de comida.

El pájaro era víctima de su propia injusticia y engordaba por su soberbia y su vanidad.

Sigue apareciendo por casa. No le niego el saludo y le sigo leyendo poemas, pero cada día está más abajo. Desde la rama de encina lo contemplo mientras come las hormigas del camino de piedra.


domingo, 8 de marzo de 2015

Mucho batir de palmas


HERACLES: A partir de ahí te rodeará un soplido de flautas y contemplarás una hermosísima luz, como aquí, y ramas de mirto y alegres procesiones de hombres y mujeres, y mucho batir de palmas.

DIONISO: Y esos ¿quiénes son?

HERACLES: Los iniciados…


Aristófanes: Las ranas.



domingo, 18 de enero de 2015

Llueve




Llueve. Sobre la mesa del salón un paraguas minúsculo y un cuaderno marrón. Hay humo por toda la casa.

Intento leer a Heidegger pero no lo consigo, hay falsedad en sus palabras. Al menos, no se acerca a la verdad que busco.

Un amigo me habla del premio Andalucía de la crítica, ya ha anunciado los finalistas. Y le respondo ¿Hay premio de la crítica en Andalucía? No me consta. Un grupo de colegas con intereses se unen para seguir otorgando intereses, nada más y nada menos. No me consta que exista premio alguno. El interés no existe sin remordimiento. Y si hay interés y vanagloria nada existe.

Una vez una comadreja se escondió en un acebuche. Se llevaba a su hueco tronco todos los libros que encontraba para crear su hogar. La comadreja, que no entendía de poesía, tomaba todos los libros que se ponían en su camino desde el pilón hasta su tronco.

Un día, mientras aguardaba que los humanos se marcharan del sitio, intentó leer alguno de los libros que la rodeaban. Y le pasó lo mismo que hoy me ha ocurrido con Heidegger, no era verdadero.

Si algún día te encuentras una comadreja otórgale compromiso, circunstancias verdaderas, amor y humidad, desposéete de ti, has dejado de ser para ser auténticamente.