viernes, 31 de julio de 2009

Médico de las palabras



Hoy me han confundido con un traumatólogo. “Oye, ¿tú eres traumatólogo, no?. Pues no, indiqué serio. Fue en la playa, hace unos minutos. Hoy me he ido con mis hijos a cenar a la playa. Se estaba de miedo, hace unos segundos he vuelto.

Un traumatólogo es un médico. “Entonces, ¿no eres médico?”. Me ha vuelto a preguntar una señora joven. “Es que me duele la espalda?”. Y por aquello de la deformación profesional yo he entendido la espada. El filo de la espada. “Pues no. Soy médico de las palabras”. Y me he quedado tan ancho.

Después me he arrepentido, cuando ella, sonriente, se ha acercado y me ha dicho “Menos mal, Javier. Una señora de 72 años ha tenido un problema grave, y le he dicho, no se preocupe que conozco a un traumatólogo. Y menos mal que no sabía cuál era tu piso, si no, te la mando”.

Un piloto de Iberia, un asesor, un contable, y un traumatólogo de las palabras, además de un corredor, en la playa, a las tantas de la madrugada. Se hablaba de toros, de futbol, de niños, y de vida. Pero no de vida literaria. No comprenden.

Un mundo es un desconcierto. Y una vida es un misterio. Aunque seas médico. Médico de las palabras. Que curas con estrofas, las heridas del alma.


jueves, 30 de julio de 2009

A la morena



Soy un horror, no tengo remedio. Mi hijo mayor (dieciocho años) me odia, me imita, me quiere. Nos hemos escapado un rato de la vida. Nos hemos liberado. Hemos cenado muy requete bien. Hablar con tu hijo mayor es como hacer novillos. Lo dejas todo para última hora.

Y ahora estoy tranquilo y solo. Leo diversas entradas que no me gustan. Tan repelentes como ellas. Otras en cambio me atraen una barbaridad. Esto es un coto cerrado de caza. Y me he quedado sin cartuchos para la escopeta. La escopeta nacional. Los hay iguales, siempre escriben lo mismo. Y por muchos seguidores-anónimos-lame culos, nada de nada. Literatura de la bazofia, o no sé qué ven algunos en ellos. Tal vez, que están porque son, y son porque están, y por eso, deben ser. Y no son. Nunca serán. Morirán extasiados, abandonados de la vida y sus miserias.

Pero no me reprimo. No puedo reprimirme. Las justificaciones que me hacen algunos me las traen al pairo, o mejor, a la morena. A la morena que he visto en bikini, y no me veas.

¡Serán desgraciados! ¡Acojonados! ¡Desagradecidos! Lo que hay, no puede haber otra cosa. Y desde luego nunca serán, porque no son. Nunca han sido nada. Nada de nada.


miércoles, 29 de julio de 2009

Ilustración Familiar



Paseo por las calles y escucho los ruídos, todos y cada uno. Las voces que no me hablan pero que vivo. Un señor grita, la ventana está abierta. La televisión muy alta y hasta la música de los anuncios anuncian a los transeuntes. Una joven cuenta a sus padres lo que ha hecho hoy. He escuchado hasta los cubiertos arañando los platos de una tardía cena.

Es madrugada y sigo acompañado de esas voces que evitan mi soledad por la acera. Sigo silbando. Las manos en los bolsillos, y a veces un pitillo en los labios. Hace calor todavía.

No dejo de pensar, no dejo de imaginar el interior de cada escena. Es una revolución industrial doméstica, la ilustración familiar. Y sueño, llego a mi destino y me tapo. A pesar del calor tengo frío de esta vida.


martes, 28 de julio de 2009

Es gratis



Hay días que descubres que lo tienes a tu alrededor tiene mucho valor. No le has dado su sitio, su lugar, y descubres que llegó la hora de hacerlo.

Piensa por un momento que cuando criticas o envidias, lo que haces es definir tu propio entendimiento. Eres la persona que debe estar allí, o que debe tener algo. Eres tú, siempre debes ser tú, aunque no los seas.

El valor de tu alrededor está en ti. En la naturaleza. Valora, aprende, gratifica. Y sobre todo sonríe, que es gratis.

Y llegará el día en el que puedas valorar, con objetividad, el propio ser.


lunes, 27 de julio de 2009

Mientras me vas dejando al descubierto



No creas que escribo para dios. Aunque dudes, y a veces confundas las personas, y pienses que una entrada se dirige a quien tú crees. Y maldigas tu investigación y tu curiosidad. Y digas que te metes donde no te han llamado siempre. No. Nunca es así.

Lo que escribo es tuyo, es para ti. Sí. No pongas cara de torta. Ni de sorpresa. Es tuyo. Siempre. Hay que ser un poco más inteligente, y cuando decía lo de la inmadurez me refería a lo mismo.

Tengo que hablar contigo. Debo decirte cosas. Siempre es lo mismo, y descubro que hay que hablar. Hay que decir. Debes tenerlo claro, porque lo voy teniendo, ¿o tal vez no? Es muy difícil acertar mientras me vas dejando al descubierto.

Desde luego, mis amigos suelen ser gente honrada, créetelo. Háblame si tú quieres. Ordeno y mando nunca.

Pero no te confundas, nunca te confundas. No ha bajado la libertad aún y ya me llamas. Será que el tiempo es corto. Será que mendigas las palabras y el único bien que me domina es el dolor.

No tengo más remedio que seguirte, no vivo sin ello. Y ya no es tiempo, es verdad.


domingo, 26 de julio de 2009

Lo Superfluo



Una gran historia es la vida de una persona. Los hay que tienen extravagancia, otros en cambio suelen salir airosos siempre, y algunos disminuyen su fertilidad con el engaño y la pasión consternada.

Esta es la historia de los engaños que vivimos, o mejor sería decir, con los engaños que nos hacen vivir. Con la Gripe A todo es un problema. Tenemos miedo, pánico, incertidumbre. Lo que no queremos recordar es que en el siglo pasado, y en este, miles de muertos han sucumbido por las pandemias de gripe. Y ahora, algunos laboratorios fabrican con encargos multimillonarios millones y millones de vacunas, amén de haberse cargado el turismo en México. ¿Qué nos hacen? ¿Qué sabemos realmente?

Todo es una farsa, una gran farsa. Es la política del no querer y no saber. Obama tuvo que pedir disculpas de un comentario ayer. Y pidió disculpas a la prensa, no fueran a tacharlo. ¡Qué farsa! Nos engañan con circunstancias irreales que nunca hemos vivido y por las que nunca hemos pasado.

Ocurre lo mismo con la Literatura. Nos engañan. Nos falsean nuestros entendimientos con creaciones fáciles, de las que dicen los “críticos” gloria bendita de ellas. Y cuando acudimos a su encuentro nos llevamos un gran chasco. ¿Puede ser así? Claro, siempre es así. Nos hacen ver lo que no es, nos recomiendan el interés. Y discutimos tan solo de lo superfluo.


Enrique Barrero

viernes, 24 de julio de 2009

Agradecimientos (CINCO)

¿Por qué lees este Cuaderno?



¿Por qué lees este Cuaderno? Hay millones de Bitácoras esperando tu visita, y te detienes aquí, en esta humilde morada de dioses aquejados de enfermedades y nostalgias. Vamos, el ombligo del mundo visible. El no visible lo dejo para los verdaderos escritores, esos que se vanaglorian con sus entradas magníficas y sus acontecimientos literarios eternos.

Cuando suspiran los grandes, el papel vegetal que cubre las invitaciones se curva. Como se curva el sentimiento en una noche de gloria. Pero la gloria es corta, muy corta.

Es la encarnación visible de los necios. Los apabulladores, los restos de porcelana del jarrón que murió entre tus piernas, y las manos acarician fragmentos del alma separada.

Este mundo me sorprende cada día. No me atrevo a decirte que te quiero para no confundir la intransigencia con el perdón. Para no molestar en la sabiduría de un acontecimiento que dejará de serlo mientras calles. Recibo un mensaje y sonrío, pero es de mi hija. Sonrío.

Y ahora estoy aquí sentado esperando que vuelvas. Que digas lo que sientes sin dependencia. Me marcho. Debo hacerlo por el bien de mi espíritu. Es la realidad inmediata, sólo innata.

¿Qué hemos visto uno de otro? Quito lo material y te echo de menos. Es tu vida lo que quiero. Es la unidad. Realmente voy a darte mi alma, o a herirme en la mutualidad del mismo afecto.

Y, a estas horas ¿qué haces aquí? Vamos, apaga el equipo, que es hora de descansar de alejamiento. Recuerdo cada palabra, cada gesto, toda conversación que compartimos y es ausente. Observo tus ojos y me muero.

And nevertheless I love you.


jueves, 23 de julio de 2009

Dependencia



Desconozco el grado de dependencia que puedan tener las personas sobre sus propias actuaciones. Tengo una idea, pero es vaga. Los filósofos antiguos la ejercitaban hasta para cualquier cosa relacionada con el conocimiento. No existía el conocimiento sin dependencia.

Maritain, era muy propenso. Bastante diría.

La dependencia actual es de otro modo, mucho más simple. Los hay que no hacen nada sin consultar antes al gurú-consejero-amigo-enemigo-sabio. Y al final, a solas en casa, se tira de los pelos por haber hecho caso. Así, si veis personas sin pelo por la calle, podéis decir, “dependientes”.

La ignorancia del corazón es un grado de dependencia irreal. Y lo digo por vivir un caso similar no hace mucho. Los resultados o conclusiones los dejo en el aire de los atareados, que aún andan dependiendo.

Y, ¿quién no ha consultado alguna vez? Pero la consulta de reconocimiento. Sólo eso. Y si traspasa la barrera se convierte en adicción a la dependencia consumada.

La Ley reconoce grados de dependencia, hasta existe la propia Ley de Dependencia. Estáis de suerte, los maniaco-dependientes. Tenéis una Ley, y socialista. Ya podéis abrazar al capullo. Al capullo que la creo. (Si la hubieran redactado los de derechas, también serían capullos, pero en ese caso, capullos blancos de derechas, los otros son rojos).


miércoles, 22 de julio de 2009

José Antonio Barroso



Al alcalde de mi pueblo le han hecho un homenaje sus políticos. Y la prensa tradicional lo ha criticado. Total por llamar impresentable al rey, no hay ni que hacer homenajes, ni que criticar a nadie. La verdad pesa.


Agradecimientos (Cuatro)

Ápeiron



Hoy he aprendido de mi hija pequeña. Cuatro años, y da lecciones de espiritismo.

Estaba con ella en la playa esta tarde y se acercaron unas niñas. Lo normal. Se fue a jugar con ellas y al tiempo, cuando levanto la cabeza del Kirk-Raven (Filosofía Presocrática) la veo tumbada en la arena. Más tarde continúa en la misma postura. Entonces me acerco.

Le pregunto qué hace y me dice que está contando hasta infinito. Las niñas le han dicho que infinito es un número muy largo y para contar hasta infinito, debe estar así infinito tiempo.

Le he dicho que se levante, que para los filósofos antiguos infinito, era como el aire o el agua. Lo infinito del ápeiron. Y entonces me ha dicho: “¿Y qué es el ápeiron?”


martes, 21 de julio de 2009

Voces e Isegoría



He soñado que me dejé llevar por voces secretas de personas que hablaban en un tono muy suave. Eran voces sutiles, engañaban las palabras y hacían que confundieras el amor con la dependencia. No podía estar sin escucharlas. Cuando apartabas los oídos, volvían y se acercaban aun más para que no las olvidaras.

Cuando se acercaron plenamente confundieron. Lo hacían tanto que si necesitabas oírlas se apartaban velozmente y corrías tras ellas pero nunca las encontrabas. Las voces eran un desengaño constante. Un día hice por olvidarlas, por separarlas de la vida, de mi vida. Pero seguían y seguían. En el momento justo. Todo estaba milimetrado, o tal vez, salía así, improvisado pero cierto.

Y fue como las voces cautivaron mi existencia. Mantuve conversaciones constantes y seguras con ellas. Las amaba. Desnudé mi interior a unas voces que seguían trabajando. Loco de desengaño les dije que se fueran pero volvieron más fuerte. Y mantuvieron su compañía durante una temporada completa. No sé si estaba cuerdo por las voces o por mis sentimientos. Pero fue tanta paciencia que rompí los principios. Todos los principios. Se habían marchado.

Entonces, hundido y desalmado, asimilas que se han ido. Piensas que es para siempre. Pero no, al tiempo vuelven con más fuerza, y el tono había cambiado. Era fuerte, claro, consistente. Pero las voces ya no eran lo mismo. Nunca habían sido lo mismo desde el primer día.

Esas voces mantienen su criterio. Es la Isegoría de Sócrates, todas fueron tenidas en cuenta. Esas voces han vengado todos los males de mi vida, aunque padezca de migraña desde entonces. Esas voces que nunca se entregaron plenamente me hacen buscar ese claro del bosque para adentrarme en la espesura. Busco el camino desde entonces.


lunes, 20 de julio de 2009

Enséñame lo justo y necesario



La verdadera revolución de una persona comienza cuando olvida qué es y se centra en los demás. Todos tenemos un corazón. Un corazón que debemos y queremos utilizar. A veces no podemos hacerlo y por ese motivo provocamos un cambio transitorio en nuestra naturaleza.

Nadie puede engañarse. Tenemos lo que nos merecemos, y hacemos lo que nos permiten las limitaciones. Hemos forzado la máquina y el motor se ha parado. No debemos insistir. Hacerlo es para nada. No se consigue lo que se pretende. Tan solo el dolor y la injusticia.

Pero la vida es injusta, y la indeterminación es manifiesta.

Si alguien preguntase sobre la verdad, la única verdad, nadie podría contestar. Algún listo diría que sobre la verdad no sabría qué decir. Y se quedaría tranquilo y ancho. Y sobre las cosas no hay sino opinar, los hombres hemos encontrado lo mejor de lo que nos han enseñado.

Pero ocurre que nos han enseñado muy poco todavía.


domingo, 19 de julio de 2009

De puntillas por la naturaleza



La verdadera historia de una vida se hace apartándose de la propia vida. Así conseguimos estar sin ser vistos, ni molestados. Andamos de puntillas y, aunque dejemos nuestras huellas, no hemos estado allí.

La memoria entonces, es un juego de acercamiento a nuestra propia ignorancia. Cortázar entró y Zambrano también. Y del resultado conseguimos magníficas conclusiones literarias.

Lo indeterminado es lo correcto. Saber es incomprensible.

Dejemos para siempre el lado de existencia que no vive y volvamos la vista a la naturaleza.


sábado, 18 de julio de 2009

Fuego en Atlanterra







Noticia.


Una noche a solas con Pitingo



No me quieres como quiero quererte, pero querer es llanto y alma, es ojo y vida, tu recuerdo me recuerda y ese poema que dejaste en mi cuaderno revive los quereles engañosos de este amor. Los cariños se hablan o se mienten, pero cariños son, cariños rotos o nuevos, amor eterno y engañoso, yo no los quiero, cariño. Yo no los puedo.

Y sólo me miro en mí. En el mar, que no es azul, no hay cielo aquí. Vida, esperanza. Para saber cantar hay que saber llorar, no hay que saber querer. No hay que saber vivir. Miente, quiero que mientas, ser mi esclavo, pero no puedes.

Quisiera amarte menos, mi descanso se acaba, ya no hay vida en mi existencia. Esto no acaba y es una condena que no me da descanso. El poema me mata. Te he querido, y te quiero mucho más.




Me aconsejan que te olvide,
ozú que barbaridad,
como no saben querer,
no saben aconsejar.


Y el que diga lo contrario
es que corazón no tiene.


Que se ha muerto Caracol
caminito de la gloria,
que se ha muerto Caracol
también se ha ido Pastora.


Ninguna mujer es guapa
pero como tu ninguna,
eres el arco triunfante,
la rueda de la fortuna
el sol se para a mirarte.

viernes, 17 de julio de 2009

Lo Indeterminado






Pensar que valemos más de la cuenta no es un error, es una consideración justa y limitada, al menos para nosotros. Lo que piensen los demás no importa. En cambio creer que las cosas mismas se hacen justicia mutuamente por sus culpas, si es erróneo. Y si le añadimos la creencia de Anaximandro, que opinaba igual según el orden del tiempo, casi estamos perdidos.

Lo ilimitado en cambio, lo indeterminado, sí puede ser el principio de todas las cosas ya que nuestra creación implica nuestra destrucción. Nunca somos conscientes de lo que tenemos, lo que hacemos, lo que queremos. Necesitamos saber el porqué de las cosas que nos rodean, aunque sean inexplicables, y no queremos oír lo que realmente debemos oír.

Mantenemos una esperanza incierta e irreal. Lo uno y lo múltiple existen, pero sólo en nuestra cabeza, en nuestra vida. Y es así por necesidad. Debemos seguir creyendo en ello para mantener las fuerzas.

Nuestra vida no tiene más origen que nuestros principios, y éstos llegan al ser, por nuestras culpas presentes y futuras. Siempre estamos en movimiento, y siempre predecimos, cuando mejor hubiera sido, dejarnos predecir por lo indeterminado.


Carlos Marzal

miércoles, 15 de julio de 2009

A Naide



Estudiaba contigo poemas de Novalis,
algo que no entendías eran las traducciones,
forzar no era lo tuyo, mejor dicho,
te gustaba escuchar las lecturas,
simplemente mirar y se acaba la historia.

Un verso de Machado soportó alguna lágrima,
recuerdo que corrías entre la biblioteca
y en el cuarto de baño soltaste la fonética.

Dejamos el amor para más tarde,
no es plan un beso y mucho llanto,
aunque lo repetías cada mañana,
en la hora del agua y en la noche.

Comencé a tomar celos del poeta,
pero también resucitaba el alma
cada vez que bajito y en tus labios
murmurabas no vuelvas a pensar en mí:
compañera mía, que no quiero a naide

martes, 14 de julio de 2009

Vivos y Muertos



La verdadera vida de un filósofo radicaba hace años en la observación y la constancia. Exclusivamente eran sus argumentos sin salida. Menos mal que no abundaron los buenos. Tanto mirar y mirar hicieron que los hombres normales nos gastáramos, y quedamos tan delgados, que al ponernos de perfil dejamos de ser entes o razón, o tal vez empíricos escuálidos.

He roto todos los principios de la lógica, aunque me sienta vivo. Pongo derechos los cuadros, es una manía como otra cualquiera, y apenas puedo ocultar mi mundo por la calle. Silbo, tengo ilusiones, leo a los presocráticos de vez en cuando (el que me apasiona es Anaximandro) y escucho. Me gusta escuchar las voces de los vivos y los muertos.

Los que no están también hablan. Dicen frases con sentido muy flojito, pues han perdido la fuerza. Dar vueltas por el mundo es la única forma de encontrar el otro yo, ese que habita y hasta se parece a nosotros. Vamos creciendo en nuestro viaje. Así nos hallamos.

Nos cegamos de sentir, de querer aprender paso a paso un fin determinado y constante. Y nuestro engaño es la bandeja de entrada, donde todo cabe, hasta esos spam ilimitados. Debemos borrar y eliminar. Que sólo quede el verso, la palabra auténtica. Y en ese momento descubres que estás solo. La pureza.


Get improved



He soñado con el infierno varias veces. Y así lo hice saber a dios. Me dijo que ese lugar era el que deseara, y yo pensé en una piscina repleta de whisky. Y mal nadando sobre él, aunque en ese caso no me importaba tragar “agua”, en absoluto, batí todos los records. Y si era de malta, pues deseo más que cumplido.

Acabo de llegar de la luna y hacer realidad todos los sueños y deseos. Menudo fiasco comprobar que es fría e inerte. El calor en las tardes de verano es una hipótesis. He leído a Homero, y a Platón lo he dejado para mañana.

No olvides que sigo aquí. Escuchando todas las penas y esas culpas que nadie ha creado. No hemos revivido momentos dulces y mágicos. Una tormenta es una lágrima que no acaba de caer. Dime por fin lo que deseo, o mejor no lo digas. Hace frío aquí arriba.

Tengo un corazón caducado, y una vida cargada de códigos de barras. Lo que te sobra me sobra a mí. El miedo y la desdicha. Un silencio callado y una respiración que no funciona.


Look after yourself Nath, and become good promptly. That wait for you and you I wait.


lunes, 13 de julio de 2009

Juan Bonilla

Zapatero, miserable y maldito cabrón...



Yo sé que muchos días te habrás preguntado
a tu inocente, sabia y callada manera,
porqué ya nunca viene la tata niñera,
como es que es mi papá quien despierta a mi lado,
me levanta y me viste y me lleva a la escuela,
como es que me recoge pa casa de vuelta,
me pone la comida y me arrima a la tarde
mientras que en sus costillas me duermo la siesta
hasta que me despierta el olor de mi madre.

Yo sé que tú te andas preguntando
porqué nunca tu madre te dice
que tu padre no está porque está trabajando.
Pero también tú sabes que te digo
que en el fondo de tu corazón tú prefieres
que uno de los dos esté siempre contigo.

Y a tu alegría pongo por testigo…

Y ahora no quiero explicarte,
pa no marearte que nos engañaron,
la crisis y el paro y la bolsa cayó.
Que de vivir del carajo
me vi sin trabajo en un santiamén,
no preguntes porqué, no lo entiendo ni yo.

Y tu callaíto de la mano de tu padre.
Que estos ratitos de gloria
a ti y a mí no nos lo quita nadie.

Y mientras pueda que se entere Zapatero,
que yo la infancia a tu vera
no la cambio por dinero,
que yo la infancia a tu vera
no la cambio por dinero.

Y ahora sé obediente y tápate bien los oídos
que no quiero que oigas con rabia y dolor
lo que le dice tu padre a ese miserable y maldito cabrón.
Aprieta bien las dos manos y rézale al capullo
pa que a nuestros hijos nunca les falte de ná,
porque puedo jurarte que como les falte
siete veces más va a faltarle a los tuyos.


Pasodoble de Juan Carlos Aragón, Los Comparsistas se las dan de Artistas (2.009).




Tres Letras



Que no te apartes de mi, nunca más. No sé cómo decirlo, en qué idioma lo transmito. Debes enterarte, de una vez por todas. Aunque lo hagas.

Quiero escribir canciones, para que las cantes, las tararees, las menciones, pero no tengo esa fortuna. Me machaco mi cabeza y vulnero los acontecimientos a cada segundo. Es una forma de vivir aunque no lo creas. No me apetece estar dónde estoy ni ver las caras que veo, pero es la vida, la verdadera vida.

Hoy he cogido un barco y era libre, sólo por un instante, pero libre. Me engañé de pasiones y decidí la vida de los atareados. Un engaño. Exclusivamente una mentira.

Ahora que estás aquí, y te toco, y te veo, respiro. La vida es el mayor engaño de la existencia humana. Mayor aún que la monarquía, y mira que es falsa.

Un amor y tres letras. Hasta el siempre. Que no existe. Adiós con pena. Te quiero mucho. Amor se escribe. Son tres letras. Y una verdad. Y una mentira.

Ando buscando una flor que me diga que no es primavera. Es verano. Y la fecha no te la clava ni dios.

Tres letras: POR.

domingo, 12 de julio de 2009

Retilencia



Comentaba el otro día con Cotta el tópico ese que dice que los bomberos la tienen muy larga. Y es que la gente confunde el sexo con las mangueras. Pobrecillos.

Pensaba yo entonces en las personas mayores y su falta de cariño. Y decir a una señora mayor “Usted de joven tuvo que ser muy bella” implica una hora de conversación necesaria, y poder hacer protagonista de la película a la interesada. Lo merece. Te cuenta su vida, la de sus padres y la de sus nietos. Merece la pena escuchar. Se aprende un huevo. Y lo hago.

Pienso además en otras cuestiones que dan para varias entradas, pero no las vamos a agotar. Quiero hablar de la “Retilencia”, o capacidad de volver a una situación normal, y lo ideal, salir reforzado.

Los jóvenes de hoy día están mal educados. Se les da de todo. Hay muchas depresiones, crisis, y elementos de juicio que dicen, que nuestra etapa o época fue mejor.

Los jóvenes están hiperprotegidos, menuda gilipollez. Protegidos en grado sumo. Doble gilipollez. Protegidos y mal criados. Y en crisis constante, adecuada y real.

Dicen que el fin de la retilencia es la fortaleza y el aprendizaje, y digo yo, ¿no será mejor dar una galleta a tiempo y en el momento justo?. Pues no, les creamos un trauma psicológico del que difícilmente van a salir, y supone desde luego el derecho y el deber a una denuncia por maltrato.

Por tanto retilencia al carajo, y volvamos a la época de ”usted” y otros detalles, como por ejemplo, “ordena tu cuarto”, “recoge la mesa” o “vámonos que nos vamos”. Niños al fin y al cabo, hijos de las pelotas y almanaques.


viernes, 10 de julio de 2009

Antí-todos o Frases para olvidarme de este mundo



Dicen que la poesía
es el signo del envejecimiento
prematuro.


Una monarquía es un país libre
menos el de uno mismo
siempre.


Al contar hasta diez
no sufras,
yo he llegado a 5.


La verdadera historia de mi vida
se resume
en un libro muy gordo.


La locura de un hombre
es la cordura de los desaparecidos.


La muerte y el poder
son
una misma cosa.

jueves, 9 de julio de 2009

Nostalgias de un gaditano



A veces la poesía provoca una infección terminal y tremendamente contagiosa. Recuerdo a Luis Rosales en 1991, de la mano de Antonio Porpetta. Y a María (la casa siempre estaba encendida para ella). Sus palabras de tono vivo y apagado, su mirada tras los cristales de las gafas de pasta. Y el movimiento de sus manos, que era, como un rostro en cada ola.

Ahora recuerdo mucho. La ebriedad de Claudio Rodríguez, el señorío pausado de Antonio Colinas y sus llamadas desde Ibiza. La visita de Jaime Siles vía Viena. Las numerosas presentaciones de Aquilino Duque. Las cien cartas que recibió Guadalupe Grande, la hija de Félix. La tosquedad temblorosa de Antonio Hernández. La caballerosidad de Antonio Enrique y José Lupiáñez en Granada.

El pesado viaje en tren desde Almería con Mercedes Escolano y Rafalito Inglada. Otro viaje menor, también gracias a Renfe, a El Puerto, a casa de José Luis Tejada (menor, por ser más corto, se entiende). Pablo García Baena en El Baúl, o María Victoria Atencia y su letra cuerpo de cisne.

Era otro momento, otra vida. Los interminables bocadillos de calamares que nos hemos tomado Abel Feu y un servidor, por el puente de Triana. La foto mordiendo una manzana con Ana Rossetti. El fallecimiento de Lola Luna. Jesús Aguado y Juan Carlos Marset de la mano por la Rábida. El respeto a José Luis García Martín. Los duros momentos del funcionario valenciano José Julio Cabanillas.

Podría no terminar nunca. Esto se pega, es peor que la gripe A. La vida, la poesía. El recuerdo.


miércoles, 8 de julio de 2009

Enrique García-Máiquez

Necedad


Una vida es un mundo. Un mundo es un misterio. Y el misterio es crecimiento.

Sobrevivimos al reencuentro, a la necedad, a la atención. No aplicamos nuestro propio yo al interior, siempre al exterior. No somos culpables de nada. Y lo creemos. La investigación de nuestra existencia deja paso al mañana. Pero el hoy es evidente.

Queremos que no se nos diga nunca nada. Nada. Comprendemos que un crimen es espontáneo. No le hacemos caso. Los factores de nuestra represión golpean la cabeza de uno, pero también la de los demás.

Y a todo esto, la culpa es el síntoma de la desesperanza.


martes, 7 de julio de 2009

El Haiku



Últimamente se habla mucho del Haiku. Se teoriza, se diluye, se crea y se juega. Últimamente no se tiene imaginación suficiente para crear. Se limitan a ejercitar el gusto encriptado, y a mostrar un elemento perturbador japonés, facilón y discreto.

Nuestra filosofía asume todo lo que nos llega. Nuestra vida lo recrea y lo hace suyo. Pensamos en las grandezas de la creación, y un descafeinado conjunto de versos se nos presenta como la pureza oriental.

Es como el arte egipcio, con la mirada perdida y los perfiles toscos. Eso es un Haiku. Un poema primitivo. Versos no aceptados de oriente que llegan inacabados a occidente.

El Haiku lo inventó un japonés estreñido. En tres versos quiso enseñarnos su vida, lo que le rodeaba. Y claro que lo consiguió. Acabó su tarea corporal.

Prefiero un buen Mexican Mule, bien fresquito, con una seguidilla de fondo no veas lo bien que sabe.


lunes, 6 de julio de 2009

Agradecimientos (TRES)



El horóscopo chino

Morante versus Tomás



Tampoco hizo tanto José Tomás. Tan falto está el mundo del toro de cariño, y la necesidad de trofeo es tan amplia para que, un torero mediocre y problemático, triunfara en Barcelona. Arte. El arte es relativo. O gusta o no gusta.

Prefiero a Morante. Eso sí es ARTE.


domingo, 5 de julio de 2009

Variación de "Todos los Ejercicios"



Pensar en el infierno hace que duerma poco,
extraños son los muertos que besan
por servicio. Lo peor no es que puedan
o dejen de poder, salvarme de este mundo
se escribe y se recurre.

Me limpio los zapatos, recorro algunas
calles, y al que me diga “hola”
dedico una sonrisa.
La vida siempre puede con mi histeriagrafía.

Todos los ejercicios que busco y te prometo
se quedarán temblando porque
no me conocen.

Seguro e instalado,
me pregunto quién soy, quién fui
y qué consigo. Nadie me salvará,
que se callen los ebrios.

sábado, 4 de julio de 2009

Todos los ejercicios



Pensar en el infierno hace que duerma poco,
extraños son los muertos que besan
con propina. Lo peor no es que puedan
o dejen de poder, salvarme de este mundo
se escribe y se suplica.

Me limpio los zapatos, recorro algunas
calles, y al que me diga “hola”
dedico una sonrisa.
La vida siempre puede con mi bibliografía.

Todos los ejercicios que busco y te prometo
se quedarán temblando porque
no me conocen.

Seguro e instalado,
me pregunto quién soy, quién fui
y qué pretendo. Nadie me salvará,
que se callen los ebrios.

viernes, 3 de julio de 2009

Un abrazo a mi pueblo



Me entero en el día de hoy, que en mi pueblo (Puerto Real, Cádiz), un grupo de enfermeras y pacientes están infectados con la Gripe A.

Simplemente os deseo a todos una pronta recuperación y un fuerte abrazo.

Hago extensible este abrazo a todos los países con afectados y especialmente a Argentina, donde también en el día de hoy hemos conocido noticias escalofriantes al respecto.


Época de cambios



Hay momentos en nuestra vida que tenemos o debemos asumir unos riesgos. Decidir unas actitudes y unos cambios que nos llevarán a la paz deseada y deseante. Momentos que intentas evitar y a los que temes realmente. Pero no hay otra opción. O lo tomas o lo dejas.

Me planteo muchas veces si merece la pena hacer o dejar de hacer algo para concluir en un entorno llamemos saludable. Sabiendo que el término saludable no es más que la tranquilidad temporal.

Ante esa incertidumbre inicial nos queda sólo la palabra. Y ante el posterior desasosiego la lectura, el diálogo, la inmadurez.

Tenemos que ser firmes. Estar convencidos de lo que vamos a hacer. Respirar y soltar aire. Por último contar hasta cien (esto suele relajar a veces, otras en cambio hace que salgamos corriendo).

Hablaba ayer Baltanás de la palabra y la escritura. Tal vez acudo ahora a él porque deseo decir tantas cosas que resultan más fáciles plasmarlas en un papel que enfrentarme con esa realidad nada virtual. Es el miedo escénico. Es el temor a la vida. El enfrentamiento a la razón.

Se debe hacer y se hace. Y los cambios los asumes o no, pero los consientes. Unificas tu propio yo a la realidad y el ser deja de ser uno para convertirse en arrepentimiento, en sinrazón.


jueves, 2 de julio de 2009

El amigo imaginario



La vida es abstracción



El mundo a veces nos juega una mala pasada. Y digo el mundo por no decir la vida. Total, tres días que estamos aquí y por cojones tenemos que estar contentos, sonrientes, a gusto con nosotros y con los demás, y falsos. Sí, falsos. Hacemos lo que no debemos, ¿realmente haces lo que quieres?, te engañas, no sabes lo que quieres, comemos lo que nos viene en gana, y discutimos de eso y aquello sin saber realmente lo que es una discusión. Ni nos importa.

Nos cargamos de cosas inútiles que acabarán algún día en un vertedero, y nos rodeamos de seres humanos que nunca serán seres hermanos. Ante un fracaso ponemos cara de desesperación, y con los éxitos la cara en sí se nos vuelve desesperación.

La vida, es lo que hay.

Una vez una joven muy apuesta, intentó imitar la vida de los demás. Se le veía entusiasmada. Hasta se rodeó de animales. Cuando murió su mascota se dio cuenta que su capacidad era limitada, y que la imitación provoca desconcierto. Si no es capaz de vivir como uno mismo, cómo va a hacerlo sobre los demás. ¡Qué mala es la envidia!

Pero eso no es lo grave. Una definición de la vida, que en sí está vacía, es la abstracción. La llenamos de familia, de hijos, de trabajo, de cosas. Pero cada uno de los huecos de nuestra vida, no es nada. Es una abstracción. Y por tanto nuestra vida, la vida en sí, no existe.


miércoles, 1 de julio de 2009

Un ejemplo para los jóvenes






Publicado en este Cuaderno, en la etapa anterior, el 19 de abril de 2.009.

Candados del alma





Vienes de Centroamérica para pasar un día, y te apetece cruzar el puente de Triana. No sabía que tú conocías una leyenda urbana que dentro de unos meses se hará tan popular en muchas ciudades del mundo, en todas aquellas que tienen puentes, y ríos, y enamorados.

Los candados, aún incipientes, aunque cientos, inundan el puente de Triana. Cogidos en los barrotes tienen escrito con rotulador permanente, y a veces, grabados, los nombres de los amantes.

Y ahora, candados unidos a candados. Entrelazados. Para que el amor no lo separe nadie.

Ayer una pareja de ancianos intentaba poner uno. Llevaba sus nombres. Mari y José. Tuve que ayudarles, no tenían fuerza para cerrarlo.

El amor es un puente, en volandas. Como la vida. Amarrados. Unidos. Encadenados.

Lo demás, es eterno.

Te marchas por la noche y me despido, el amor, no existe, el alma, tampoco.