domingo, 31 de enero de 2016

Artilugio


Cada día me interesa más la ética que la estética. La literatura está repleta de estética sin ética.


Artilugio


La felicidad es el argumento de la película de nuestra vida que siempre acaba en tragedia.


jueves, 28 de enero de 2016

Artilugio


El tiempo permanente solo pertenece a nosotros. Y en él permanecemos siempre.


viernes, 22 de enero de 2016

jueves, 21 de enero de 2016

Artilugio


Solo aparece la verdadera literatura cuando te alejas de todo aquello que huela a literatura.


viernes, 8 de enero de 2016

La tetería de la calle San Fernando


Acudo a la tetería de la calle San Fernando. Me siento en uno de los veladores para poder fumar mientras contemplo el paso de viandantes y ciclistas. La primera vez que fui allí lo hice acompañado. Dudamos si acomodarnos dentro o fuera. Pensábamos que el ruido del tranvía podía molestar nuestra conversación. Optamos por quedarnos en la calle.

Siempre pedíamos lo mismo: té marroquí y unos diminutos dulces árabes que saben a gloria. Hablábamos, fumábamos (mi acompañante unos puritos pequeños que olían bien, pero sabían a rayos), volvíamos a hablar. Desmenuzábamos el panorama literario, los autores, las promesas y las consagraciones que comenzaban la beatería.

Anotaba en un cuaderno marrón los comentarios que me impresionaban. Aprendía, escuchaba, intervenía. Mi acompañante no se cortaba, estábamos cómodos, se había establecido un lenguaje mágico coherente. Bastaba hacerlo un par de veces al mes, lo suficiente y necesario para alimentar la carne y el espíritu.

Hoy acudo de nuevo a la tetería de la calle San Fernando. Lo hago solo. Mi acompañante un día dejó de acudir por fuerzas mayores. Aun así, prosigo la conversación con el fantasma de Rafael Suárez Plácido, que, muy de cuando en cuando, me avisa para tomar esos pasteles y el té marroquí.



domingo, 3 de enero de 2016

Que dicen ser poetas


Hace ya algunos meses que falleció Saúl y no logro encontrar el equilibrio. Tan solo la lectura salva del abandono, de la desesperación.

Miro alrededor del mundo y escucho las ambiciones de los seres inútiles; da la impresión que todo está determinado, que escriben el futuro cuando éste no existe.

Se empeñan las personas en acudir al arte y arte las rechaza. Quien piensa en el poder acabará abocado al sufrimiento. Ambición y poder son los signos ajenos a la literatura.

No puedo olvidar las últimas palabras de Saúl en la fuente de Dubrovnik: Debes vivir ajeno a todo lo que ocurra alrededor del falso arte, aléjate de aquellos que dicen ser poetas.


viernes, 1 de enero de 2016

Todo queda en promesas


Prometemos. Otorgamos, aseguramos, damos razones, indicios, señales. Nos robamos el tiempo que no poseemos y calculamos las obras, los propósitos. Prometemos.

Debo acudir con más asiduidad al cementerio, para respirar, escuchar el silencio, la indolencia, oler la soledad, mirar las obras de Chagall que cuelgan de los nichos. Un colorido se difumina entre los cipreses. Negro y blanco. Blanco y negro. Todo el color es fuerza caducada.

El número total de los indolentes tiene carácter de unidad. No queda nada. Ni el alma de los seres, ni la utilidad para seguir viviendo. La poesía, como el conocimiento, es el acto idéntico, la percepción de fundir sensaciones y cualidades.

Prometemos. Y esa es nuestra proporción. Todo queda en promesas.