sábado, 30 de noviembre de 2013

El suplicante y las tres afirmaciones




Miro todos los lados posibles que muestran la verdad. Apago las velas para intentar que la falsa luz no encumbre el desconcierto. Comienzo a besar el aire, entra el humo peor y maldito, el suplicante. Hay que estar orientado, no sirve la voluntad, provoca derrotas y excluye a la naturaleza de las tres afirmaciones.

Vuelvo a soplar las velas, permanecen encendidas. Capto la realidad por si aparece el universo subido en una nube. Llega la palabra, hay interlocutores. Gorgias sonríe.

La primera afirmación es el diálogo, la comunicación que se realiza a solas, en silencio.

La segunda afirmación es la presencia de las sombras. Ellas observan sin memoria y sin repetición.

La tercera afirmación es la más hermosa de todas. Es la naturaleza del mito, su descubrimiento y la experiencia que produce.

¿Quién dominará las tres afirmaciones? ¿La diferencia, el deseo, las convicciones, la duda, el caos?

Vuelvo a servir agua a todos aquellos que aguardan en la cola para acceder al centro indudable. Me ayuda el número 13, el único que entiende de poesía y de vida. El sentido es oposición, hipótesis. La poesía verdadera ya ha entrado al laberinto.

Pido la paz pero esta vez sin la palabra, prefiero la verdad y la belleza. La identidad, el que suplica vive.

 

viernes, 29 de noviembre de 2013

La forma




Vuelvo a estar solo. Lo deseaba. Se marchó el número 13 y dejé en su nube al 88. Saúl permaneció junto al tronco del árbol de dios. No se precisa a nadie. Muerdo las uñas y observo las estrellas. Hay personas amables que acarician con la voz todas las presunciones. Otras en cambio vociferan con la sola mirada.

La palabra es el acto preciso. La amistad un condicionante indeseado.

Demócrito o Jenofonte. Platón. Silencios. Las ausencias más puras perviven en soledad y silencio. Solo soporto el ruido de la naturaleza, me molesta la gente. El arte es en el fondo interpretación. Falsa modestia.

Vuelvo a no responder al móvil pero soy generoso. Ocurre que el hombre es animal y la generosidad la confunde con los derechos. Y en la vida de la palabra no existen los derechos, ni lo justo ni amable, ni lo legítimo. Perviven los pronombres. Sharleen, en la banda sonora de Notting Hill, no cambia los estilos, selecciona la esencia.

Los verdaderos placeres solo aparecen en soledad y silencio. La palabra la dirige el orden universal. La posesión de la recta razón nunca se llamará ciencia.

Susurro las canciones de Ruibal al atardecer en Cádiz. O en Huelva. Diego participa de una forma única.

Doy un sorbo a las uñas. Nadie espera. La falsa modestia es propia de poetas sin palabras. Las funciones del alma indican que acuda por Saúl, tendrá frío. Pero dejo a Saúl agarrado al árbol. No preciso de nada ni de nadie. Odio que algo importe.

Deja de llamar a cada cosa por su forma, no merece la pena. Odio a los falsos, y la vida se carga de ellos cada día.



"El violín mojado" (1991)


La reseña que apareció en ABC Cultural en 1991, año de la primera edición de El violín mojado. La causalidad que Colinas estuviera en la misma página.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Paz




Durante el vuelo dejo de ser. Hoy acompaña el número 3, aquel que fue una vez el 444. Vigila sobre una nube el indolente número 88. No soy y siento paz, un sosiego infinito. Observo el universo desde el cielo, cada situación, los movimientos de las plantas. Todo es una separación, como si desligara la forma de la esencia.

Tememos la muerte porque seguimos siendo. El error de nuestras vidas es seguir vivo.

El reconocimiento de uno mismo es el mito de la hipocresía, robamos mentiras a la verdad que nunca eliminamos por completo. Hay ausencia de paz.

Vuelvo hacia atrás. Repito cuanto he pasado, aquello que he sufrido. La puta realidad. La plenitud es la idea de la satisfacción, la absoluta reconciliación con el beso.

Vuelo buscando el ritmo y el tono. El aire facilita el hallazgo y elimina las impurezas del humo negro que está por todas partes. Mientras caigo recito unos versos de Luis Rosales, ellos son el sentido de la justicia, de la alegría.

Muestro las manos al número 88 al pasar por la nube que lo sostiene. Hace un gesto comprometido, violento, intenta decir que ya está muerto. Ha dejado de ser.

 

Ale Sergi


Hoy tenemos noticias de Ale, después de varios meses.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mensaje



01001100 01001111 01010011 00100000 01010001 01010101 01000101 00100000 01010011 01000101 00100000 01000100 01000101 01001110 01001111 01001101 01001001 01001110 01000001 01001110 00100000 01001001 01001110 01000100 01001111 01001100 01000101 01001110 01010100 01000101 01010011 00100000 01000101 01010011 01010100 01000001 01010010 11000001 01001110 00100000 01010011 01001001 01000101 01001101 01010000 01010010 01000101 00101110 00100000 01001110 01010101 01001110 01000011 01000001 00100000 01010011 01000101 00100000 01001000 01000001 01001110 00100000 01001001 01000100   01001111   00101110   00001010

martes, 26 de noviembre de 2013

Es la disrupción




Cae el hombre y la palabra pierde el equilibrio sin purificación. El estado original del poeta se desarrolla en la naturaleza, en sus fases, en su fragancia, en la sangre que será abominación en los versos del no poeta.

Por más que respeto al prójimo he dejado de sentir vergüenza de los miembros nobles. El hombre es inocente sin conjeturas, ajeno a los juicios siniestros. La mente no está provista de inclinaciones ni de desconciertos, hay que buscarlos.

Sin compasión disfruto en el saludo, en el mito de la actitud. Ya no me corto. Agacho la cabeza por la calle y digo ¡Hola! a todo el mundo. Es la supervivencia, el sacrificio del alma individual.

Hay poetas muy dignos, aquellos que han sido capaces de crear dos poemas buenos en un libro. Es la disrupción. El resto es una esfera cómica, discordia, paralelismo.

Observo a A. Intenta agarrar una manta para cubrir el rostro de las prerrogativas. Guardo en el cajón la ira y la nostalgia, hago un juramento: el paralelismo nunca será categoría, es ensimismamiento. El yomimeconmigo que dicen los siniestros.

Por favor, no se olviden de amar. Es un ciclo del alma, el más puro. Lo dice dios desde su árbol.