martes, 31 de enero de 2012


SENTADO en esta silla de hospital el mundo se ha vuelto una discordia. La cadera, la espalda. Ya no sé si es muscular u otra causa de mayor envergadura. Todo se descompone. Leo los últimos correos atrasados de semanas. Muchos autores de las dos Américas que dan la enhorabuena por el Cervantes de don Nicanor.

Parra está feliz, sus argumentos no dejan de ser sombra y luz. ¡He recibido el premio de El Quijote! Repite ensimismado. Bloom no me convence. Su labor es admirable y su obra potente. Lo de Góngora lo acepto, lo de Cernuda nunca. ¿Dónde está Juan Ramón?

Es claro y manifiesto que sobre gustos no hay nada escrito, y la subjetividad supera en muchos casos la ficción. Una ficción personal y atrofiada. Mientras mantenga el apoyo de algunos suplementos y su doctrina cree cátedra seguirá alimentando la leyenda.

Hace unos días comentaba con EG-M sobre mi fobia a Chesterton. Al igual que Cernuda su magisterio no posee fundamento. Bueno, hay que aclarar, el fundamento que deseen administrarle los no iniciados.

Hoy día se fabrican símbolos, pero símbolos sin matices. Los autores se han acostumbrado a aceptar los desvíos. Pero el tiempo, nuestro tiempo, pone a las personas en su sitio, a los autores en sus tumbas, y a sus libros en mercadillos de viejo a menos de un euro.

No sé si llegaré a entender alguna vez las obras de esos que denominan grandes. ¿Hace falta? Con Novalis, con Rilke, con Eliot, Pound, Juan Ramón y con Parra, tengo intereses personales hasta el día de mi muerte. 

Sevilla se pudre. Marset habla hoy en El Correo de Andalucía de verdades como puños, como brazos completos. Dice Juan Carlos que nuestra delegada de Cultura (mía no desde luego) es una inculta e ignorante, y ese popular que no acepta los retos y se llama Zoido autoriza las doctrinas socialistas como si fuera una contradicción. Otra vez la Feria del Libro tendrá de regidor al mismo que suplía las deficiencias de los del capullo en la mano. 

Sevilla huele a naranjas podridas y Bloom tendría que venirse una temporadita a esta ciudad. Le llevaré a Moguer, a ver si aprende algo.


Entrevista a Juan Carlos Marset. Pinchar AQUÍ.


domingo, 29 de enero de 2012


HAY un poema en un libro de Leopardi que suelo recitar en los momentos tristes. Ocurre que en la felicidad, ese estado de gracias que recorre las horas de los iniciados, repito algunos versos.

Desde la silla donde estoy sentado (que soportó las últimas horas de Pound) contemplo la puerta de madera y unos cuadros antiguos con marcos clásicos, un viejo botellero hoy vacío, cinco velas, varios pitos de carnaval y un dibujo sobre mi persona que envió Mora Fandos por correo y llegó en buen estado.

Estoy en Recanati. Homero, Dante, Catulo y un poco de Confucio me acompañan. De Recanati a Venecia hay poco tiempo en coche. Estos italianos conducen de sobremanera.

Se anega el pensamiento, es una inmensidad. Leopardi no es la muerte, es la poesía. La muerte no es un mal, libera al hombre de todos esos males. Con los bienes, la muerte se lleva los deseos.

Es como los matices. Cuando encuentras uno y logras atraparlo, se lleva los desvíos. El anhelo de Safo, el alma y sus batallas.

Hay un poeta que ama el mes de junio. Hasta Unamuno le veneró. Yo lo veo sin pesimismo, hombre de bien, amores imposibles, lo que ocurre en la vida. Porque todo es igual y tú lo sabes.

sábado, 28 de enero de 2012

Luis Alberto de Cuenca




Juan Manuel Bonet




Antonio Colinas





SEVILLA es una ciudad inculta, ordinaria y cateta. De día nos pela el alma y de noche la tibia. No hay misión inconfesable, ni argumentos, ni pasión. Se debe definir como una torre muy alta donde habitan los no sinceros.

Aprendo del silencio. Cada día más, es la esencia del arte, el oficio de saberse equilibrado y armónico.

Sevilla es la ciudad donde no se debe vivir, donde no se sabe existir. Su belleza se describe pero no se recomienda. Su pasión se desata pero nunca culmina.

La belleza siempre tiende a esa fórmula cerrada de círculos y propósitos. Me siento ahora con dificultad en una silla y observo la verticalidad. El nacimiento de la ignorancia es un lugar inacabado, con ausencia de todo, como esta ciudad dormida que no entiende (nunca lo hará) que los maestros vienen y pasan a su lado sin hacer ruido.

Se conoce lo que se revela, pero los sevillanos no están dotados de presencias y de correlación. Ellos están sobrados del punto de la causalidad, lo que es a priori. Necios, vagos e ignorantes. Sevillanos al fin y al cabo. 

Y así es todo lo indescifrable. Cuando se vive en la angustia se pierde el centro. Desaparece el lenguaje, se escapa la palabra.

Al filo de la aurora aparece Sevilla. Te cambio un acto humano por una respuesta. Un problema por la suerte. Se hace tarde. La pasión por la vida se baña en el Guadalquivir. ¡Qué silencioso diálogo! Tengo mucho frío.


viernes, 27 de enero de 2012


LA armonía nunca engaña, es como esa fortuna que todos poseemos y a ninguno convence. La armonía equilibra, disipa nuestras dudas, majestuosamente hace que nos amemos. La armonía nos recorre.

Dice Antonio Colinas que hay dos grandes Leopardi. El poeta oscuro y el de la voluntad, el del centro del bosque. 

Mientras algunos jóvenes solo escriben tristezas en la flor de la vida (ambientados en versos de escritores mayores), en la edad inocente vuelve a nacer la vida.

Yo le digo a la vida que venga, que me plazca, que le espero sentado como Pound en Venecia.


jueves, 26 de enero de 2012


CON el paso de los días y de las circunstancias, he descubierto que no soporto el mundo. Antes lo sobrellevaba, ahora me supralleva. Lo espeso me confunde, el amor desconcierta, los paisajes los miro como quien mira un cuadro sin entender de arte.

Y así paso los días, entre la aventura y el misterio. Si alguien pregunta por la vida me alejo, si otro se interpone en el camino tomo un taxi.

Para vivir preciso voluntades, nada de entendimientos.



Y en la revelación pervive la armonía, la sustancia infinita que nos abre los ojos cuando estamos muriendo. Unos ojos amarillos que han estado cerrados mucho tiempo. Los ojos son la esencia. El sentido primero de la palabra poética, la unión y la combinación de sonidos y acordes, como una vibración.

La nota y la palabra solo hablan en la noche, en el espacio justo del silencio. He gastado ya el hielo, los cigarrillos, los discos, los libros del suelo, aquellos que se establecen en las habitaciones, los colores del mito. Todo lo que consumes se digiere pero el humo, la vanidad del hombre, esa altivez, no se pide. La furia y la armonía nunca serán hermanas, todo se desvanece menos la verdad.

Ahora llamo a mi madre en algunos momentos, pronuncio su nombre en alto y no me escucha. Hay que tener paciencia, dicen las sombras, algún día responderá, habita en la armonía.


miércoles, 25 de enero de 2012


CON la revelación llega el misterio. El reloj se detiene y la palabra, la única, deposita la confianza en la aproximación.

Acércate, no tengas miedo. Aunque todos salimos de la carne la palabra es el símbolo.


martes, 24 de enero de 2012


LA muerte no puede celebrarse, al igual que la palabra es ese soplo de vida que no pasa con el tiempo. Ahora estamos arriba. En la noche, en el sueño, siempre estamos en lo alto. En la luz más primera, sin abismos, con música.

La palabra se lleva conseguida. La creación es telúrica. Solo sube si existe, solo si se ha acabado.

La poesía es vida propia, es aislamiento, es un canto del centro, un sacrificio que se consigue en una unión. La voluntad de ir buscando la belleza y no pararse nunca. Es la verdad, sentirse vulnerable frente a nada y hallar la raíz escondida. Es la aparición.

De día vive la tierra y de noche la altura. Pero debemos ascender con la palabra en extensión, aquella que ha sido ejercitada.

La música viaja antes que la conciencia. Cuando llegas te espera con notas, melodías. Eso es la subconsciencia, el movimiento del alma en la palabra.

La tercera inclinación se define en promesas, en inscripciones sabias. La palabra permanece, y eso es revelación.


lunes, 23 de enero de 2012


ES la imparcialidad. Los amigos de sus amigos nunca serán mis amigos. Te conformas con poco. Una corte manida de seguidores fieles, que acuden por inercia a tus palabras tristes, y un cajón vacío de vida y de misterio. Sí, es la imparcialidad. 

Cuando hablo con Barrie lo hacemos en otra dimensión. En ese espacio justo donde el cuerpo ha dejado lugar a la conciencia y a la palabra. No hay dolor, ni acaso un sentimiento de maldad, de envidia, de regreso. Como pájaros, nunca nos falta el aire, alcanzamos las nubes, tocamos las copas de los árboles y anidamos en ellos. 

Es la imparcialidad. Todo es verdadero. Hoy he paseado con la nube que tiene forma de poema. Se acercó Juan Ramón para pasar un rato. 

Desde el cielo veía los rostros inertes, el movimiento de las manos de los vivos y el humo que desprenden los coches. He tocado mi cara y no he encontrado nada. Una voz a lo lejos llamaba por mi nombre. Era la propiedad. La vivificación. 

Respiré todo el aire que le faltaba a mi madre. Incluso guardé un poco por si la veía. He dejado el amor en las ventanas, los versos los arrojé a la chimenea, las cartas de Luzbel se las di al jardinero. Tomé un poco de romero, otro tanto de mirto y de lavanda. Desde el cielo el centro del bosque es la imparcialidad. 

Tengo a Barrie a mi izquierda, Juan Ramón a la derecha. Un eco repite cuanto pienso y lo convierte en pájaros. Es la creación, la naturaleza, el respeto a la literatura. 

Ha dicho el jardinero que plantará las cartas junto al árbol de dios. Le gustará.

domingo, 22 de enero de 2012


SI hablo con Colinas acudo a la Zambrano. Alejarse del centro es una distracción, la agonía, la angustia y la congoja. El error. Se marcha la palabra y el vacío se interpone entre la realidad y las formas elementales.

Si te alejas del centro viene la alteración, la vida pobre, la ausencia de claridad irresistible. En la soledad hay esplendor, una múltiple imagen, la única condición de sentirse hombre y adorar al silencio.

La vida es una prisión fiel. Como esa imparcialidad que pide y anda suelta.

Me he sentado en el centro del bosque a respirar. Llegué nuevamente acompañado de cajones vacíos. Pero ahora lo enseño todo: las hojas del cuaderno, las manchas de tierra en las manos y unos surcos en el corazón.

La palabra es soledad y silencio. La palabra más pura, aquella que llamaban virginal. La palabra del hombre. La palabra del dolor. Es una palabra que no tiene tamaño, ni forma. La palabra del sentimiento mismo. La palabra es la súplica.

sábado, 21 de enero de 2012



CUANDO llega el amor se acaba todo. Los pájaros dejan de sostenerse, las nubes van con prisas y la energía de las plantas limita esa esencia engañosa.

Cuando viene el amor el cuerpo es terrenal, comete los errores en las notas, las palabras o los trazos.

Se han ido los matices. Escarbo el suelo y esta tierra húmeda. Nunca vienen las sombras en enero.

Figuras. Hay muchas figuras. Ángeles, luces, aire. Estoy en el infierno. Junto a mí la Zambrano y Juan Ramón.

viernes, 20 de enero de 2012



HOY los pájaros lloran sobre el manto del suelo. Hay tierra en todas partes. Es la fragilidad. Un verso de Verlaine, unas notas de Mozart y un cuadro, algo bucólico, de Thomas Gainsborough.

Si supiera vivir no dudaría en hacer las maletas. Se han marchado los pájaros.

jueves, 19 de enero de 2012



TODO se hace grande. No hay vida después de la vida. Nada sobra y todo falta. Cuando murió mi padre descubrí que los matices se podían adquirir con el esfuerzo. Tras el fallecimiento de mi madre aparecen los desvíos con un rostro impasible.

Esta mañana el tiempo: la música, el cuaderno, las reliquias de aquellos anticuarios que dejaron de hacer lo que se ha hecho. Todo desaparece y es rutina. Y nuestra capacidad se debilita por momentos.

Somos irrenunciables, completos, limitados. La palabra es origen, la música es palabra. No podemos mirar más allá de las luces, ni comprender que una nota es el mejor poema de todos los escritos.

La tercera inclinación se funde con la primera, y a la vez en la segunda. Es Fábula. Sin música no hay poesía, pero existe la palabra por encima de todo el universo.

viernes, 13 de enero de 2012

El martes 17 en la Biblioteca Pública de Sevilla





Europa Press (14/01/2012): AQUÍ.


Europa Press (16/01/2012): AQUÍ.



COMENCÉ con Leopardi de la mano de Colinas. No hay mejor anfitrión. Nunca viene el divino cielo, ni la silente orilla. En Recanati aún lloran las muchachas por la fragilidad.

Dice don Nicanor que Leopardi le impuso el manto y la nostalgia. Es la sinceridad. Alguien recita versos como quien dice frases. Otros en cambio nutren modestas melodías.

El tono y el ritmo por encima de las formas geométricas. Cuando tenía catorce años presenté un libro a un premio de poesía. De vez en cuando leo Heracles o el juicio de Zeus. Era la vida de Hércules en octavas reales. Nunca gané el certamen pero llamaron a casa para conocer a ese chaval que escribía en octavas reales.

¿Qué dolor puede ya herirme?, dice Leopardi. Largo dolor el sueño, respondí. Y entre el dolor y el sueño Giacomo con sus goces y sus Cantos.

Los árboles suben, las nubes se mueven y los pájaros beben. Son las ondas tranquilas. Alguna proporción que nos hace temblar y una lombriz de tierra que asoma su cabeza. Es la sinceridad. El frío, el complemento.

Comencé con Leopardi una noche de enero. Llovía. Madre dura y dorada, ¿alegrarás un día o será siempre?

jueves, 12 de enero de 2012



DICE un pájaro azul que la verdad del hombre se representa en círculos cerrados. Y debe ser verdad. Los pájaros azules tienen una intención moral y clara.

Las letras del cuplé no dejan muchas sombras. Si Platón las oyera se vestiría de ángel. Todo lo que me has dado nunca fue permitido. Te regalo, así de pronto, la mitad de mi sueño: cuatro nubes, una botella vacía y un cenicero que representa todas las selecciones.

Dices que eres mi amigo y no entiendes los versos. Me confundes con otros. Son otros lo que fueron y dejaron de serlo. Siempre he sido lo mismo, una fortuna de palabras y un despertar despreocupado.

He comenzado los Cantos. En Ecuador esperan los poemas. Hay un joven muy atento que no deja de lanzar piropos turbios. Como cuando te dicen que la habitación de este hotel de cuatro estrellas representa la aproximación al vicio, al desencanto. Tengo todos los proyectos tirados por el suelo. Es la verticalidad.

Hoy ha abierto los ojos. Absurdos y apagados, sus ojos daban cuenta del cansancio de vida. Nadie pidió nacer y, ahora nosotros, formamos parte de esta humanidad. Es la horizontalidad.

miércoles, 11 de enero de 2012



¿QUÉ harás tú, oh Dios, cuando yo muera? Este verso de Rilke se propaga y hasta pierdo el sentido de estos pies que se cansan de andar. Es lo desconocido. Un camino sin rumbo y un miedo real como esa mirada penetrante.

Nadie pide nacer y somos parte de una humanidad enigmática. Árboles, nubes, pájaros, sombras y misterio. ¿Hay algo más allá?

martes, 10 de enero de 2012



ES el acompañamiento. El anillo, la boda, la azotea y mi madre. Cuando viene la muerte todo lo inunda. El rostro parece una procesión de motivos errantes. El tiempo no existe y nunca se hace tarde.

Fíjate en la expresión. Los ojos marchitados, la boca desfigurada y una piel de penumbra que se siente la mitad de algo nuestro.

Llega el frío. Hablas con las presencias y responden las ausencias. Me he rendido a las puertas de la cuna para abrir camino a la sepultura. La poesía es lo que tiene, nada de maestría y mucho de misericordia. Es el acompañamiento. La rendición del cuerpo sobre el verso.

lunes, 9 de enero de 2012



DISCUTÍA con los filósofos con esa simpatía propia de los atareados. Y en ese mismo instante llegó la muerte y su principio de ejemplaridad. Suele presentarse puntual, sin atrasos, saluda en voz muy baja y estrecha la mano con vigor e insistencia, para no dejar que te escapes.

Dice Quevedo que te servirán de mozo y viejo, de cuna y sepultura. ¿Me ha mirado la cara? –insinué a la triste figura del acierto-. Pretendía retrasar algo más la marcha de las horas, no dilatar la fuerza de la falsedad de su rostro y esa voz de estilos cambiados que siempre, absolutamente siempre, muestra correspondencias.

La lucha de la vida con la muerte se produce al mediodía, cuando calienta el sol, en pleno invierno. Nos sentimos más cerca, más capaces, más con nosotros.

Hoy le vencí, no sé mañana. Cervantes, Azorín, Dante y Platón, me ayudan por las noches. En el frío de lo oscuro os leo con cariño y ansiedad. Vuestras líneas me apasionan. Es la clarificación.

¿Qué si es hermético Caballero Bonald? ¿Y tú, muerte, me lo preguntas? El poeta es hermético cuando te tiene cerca. Cuando observa tus ojos, cuando escucha tu voz, cuando oye tus pasos. Hermético quiere decir despótico, simpático, ejemplar, pero nada atareado.

domingo, 8 de enero de 2012



AMANECE. Zenón de Elea me visita con todo su absurdo. Negar la existencia o la pluralidad es una paradoja. La única aserción.

Viene con Epicuro que es algo más sensato. ¿El alma es inmortal? ¿Y la poesía? Se ha colado por medio Anaximandro. Quiere luchar con los contrarios, da por hecho los tamaños. Heráclito llora por nuestra insensatez. No admite conversación alguna.

Siempre he preferido a Diógenes. Nada tiene valor. Nada es lo que parece. La poesía es el centro del mundo, la única realidad.

sábado, 7 de enero de 2012



Y vuelve a hacerse tarde. La vida ha cambiado como lo hacen las mariposas en la fuente. El sentimiento de clarificación se convierte en una manifestación de objetos ambulantes.

Con dieciocho años uno entra en crisis por muchas cosas, la primera el hecho de vivir. Una crisis es un diálogo platónico. Se habla consigo mismo. Los seres queridos fallecen en camas de hospitales y la luna, en la noche, parece que menciona un nombre, el tuyo.

Hay una nube sobria entre todas las nubes. La nube es un destino. Es una nube blanca, con trozos de vivencias, con restos de cariño y una pizca de sal para evitar el hielo.

El humo del cigarrillo ha molestado al topo. Sentado en el argumento termino de corregir las pruebas de Libre de la tormenta. El "Soneto VII" de Garcilaso lo es todo. Detrás de ti, es la bendición. Guardo dentro el alcohol amarillo, los girasoles ciegos y el cable del teléfono que dice que me vaya.

Como un tonto he hecho las maletas. Ordeno la ropa interior, las camisas, los pantalones y estas perchas se dejan como símbolo exacto de la continuidad.

Me piden los derechos para que en otro idioma los versos se publiquen. Y le digo a Barrie si es verdad que hay idiomas. Un verso es un cristal que se mancha mientras pones las manos. Y el cristal es un símbolo. ¿Bendición o continuidad? Puedo decir proceso: la crisis de la vida con algunos más años. Pero, ya es tardísimo.

viernes, 6 de enero de 2012



HE besado muchas veces a mi madre en la cabeza, sobre todo, cuando no podía levantar la cara para configurarse. Hoy olía a un perfume barato pero limpio. Era una confesión. Su respiración lenta y difícil, el corazón que no late debilitadamente y una esperanza que se agarra a lo que no debe marcarse.

Es la configuración. Las voces de los muertos que llaman a destiempo y ese tono poético que ha dejado la esencia encima de la paciencia.

Mientras digas que detrás de ti no hay nada más se me revuelve el aire, la llama de la vela se agita con un color oro y un espesor de remolino.

En el beso en la cabeza defendí todo lo que no fui capaz de decirle en persona. Una voz y mil manifestaciones de cariño.

Ahora quema la vida. La sal se ha despertado del sueño de los necios y Platón ha disfrazado de sapo a su diálogo.

Vamos a morir a la provincia, a las sombras y ambientes de mentira. A la configuración.

jueves, 5 de enero de 2012



NO hay libros de autores españoles en los escaparates de Londres. ¿Hay riqueza o aristocracia?

miércoles, 4 de enero de 2012



EL capítulo número treinta y tres de Fábula es el que dice que el amor destruye al hombre. Pero también indica, y en eso es importante, que la familia deshace al ser humano.

Nuestra existencia es un accidente. Nadie ha pedido nacer y nos hemos encontrado en un mundo, en una sociedad compartida, con unas obligaciones y unos derechos irrenunciables. El ser humano por naturaleza es no familiar, aunque demos apariencia de lo contrario. Es solo apariencia.

Una causa accidental ha motivado un enorme accidente. Acabamos por acostumbrarnos a lo que somos, lo que tenemos y a nuestra familia, que sin ningún derecho, nos ha hecho nacer.

Nada es lo que parece. Hasta tenemos hambre y acabamos queriéndonos, amándonos, existiendo. Pero todo es mentira.

La soledad y el silencio son completamente incompatibles con la familia, con el amor, con la mera nostalgia. Pero también inducen al error dios, la política, el mundo y su suciedad.

Hasta la propia poesía acaba siendo extraña. Pero eso aparece en el capítulo cuarenta de Fábula. Todo es mentira, falso. Las sombras mienten, las personas no tienen conceptos, todo el mundo busca la libertad y la libertad sonríe.

No se puede ser hombre y poeta a la vez. Es duro, sacrificado, permanente. Pero es la única verdad. La conformidad del énfasis.

No podemos leer a poetas vivos. Todos son falsos. Ni muertos recientes. Pongamos como frontera a Juan Ramón Jiménez. Me quedo en los presocráticos, allí. Un horizonte temporal hermoso y amplio, y una pureza que nos ha llegado corregida.

Lo de ahora es veneno, engañoso y fingido, simulado. Incierto, con intenciones. Todo tiene una causa y la nuestra es no hacer caso a las causas.

La conformidad del énfasis. Vivir sin vivir y ser poeta sin intereses mundanos. La naturaleza no entiende de principios.

martes, 3 de enero de 2012



NO podemos hablar de nadie. Mencionar ningún nombre, decrecer. Fomentar la mentira. Todo es tan falso que no soporto nada, no deseo hablar con nadie, ni ver a ningún hombre, nada es la esencia. Porque todo es igual y tú lo sabes.


lunes, 2 de enero de 2012



SI las sombras son muertos y los vivos apariencias, ¿quién decide si hay vida más allá de la vida?

domingo, 1 de enero de 2012



UN pájaro distinto se ha acercado hasta el porche. Tiene el pico dorado y nunca teme al frío. Es un pájaro extraño, habla y recita versos. Se ha comido las moscas y ha leído el capítulo número treinta y tres de Fábula.