viernes, 17 de julio de 2009

Lo Indeterminado






Pensar que valemos más de la cuenta no es un error, es una consideración justa y limitada, al menos para nosotros. Lo que piensen los demás no importa. En cambio creer que las cosas mismas se hacen justicia mutuamente por sus culpas, si es erróneo. Y si le añadimos la creencia de Anaximandro, que opinaba igual según el orden del tiempo, casi estamos perdidos.

Lo ilimitado en cambio, lo indeterminado, sí puede ser el principio de todas las cosas ya que nuestra creación implica nuestra destrucción. Nunca somos conscientes de lo que tenemos, lo que hacemos, lo que queremos. Necesitamos saber el porqué de las cosas que nos rodean, aunque sean inexplicables, y no queremos oír lo que realmente debemos oír.

Mantenemos una esperanza incierta e irreal. Lo uno y lo múltiple existen, pero sólo en nuestra cabeza, en nuestra vida. Y es así por necesidad. Debemos seguir creyendo en ello para mantener las fuerzas.

Nuestra vida no tiene más origen que nuestros principios, y éstos llegan al ser, por nuestras culpas presentes y futuras. Siempre estamos en movimiento, y siempre predecimos, cuando mejor hubiera sido, dejarnos predecir por lo indeterminado.


8 comentarios:

Joaquín dijo...

Javier, tus reflexiones sabias están a la altura y dignidad de Anaximandro y los otros antiguos griegos que comenzaron a filosofar. Me gusta especialmente la inconcrecion de lo que dices (nada dices que sea absolutamente unívoco).

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Nada y todo Joaquín, pero se sabe lo que se quiere decir.

Le Fay ʚïɞ dijo...

Estoy de acuerrdo en q al final somos lo q nuestros principios nos han inculcado dentro...
un beso

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Siab, es lo que hay.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Es cierto que la esperanza es incierta e irreal, pero si reconocemos que es lo único que nos ayuda a mantener las fuerzas para seguir el camino del vivir, convengamos entonces en la necesidad de mantenerla a ella, a la esperanza, como un hito de supervivencia. Si el instinto de supervivencia es innato en el hombre, la esperanza también lo será.

En cuanto a las culpas, ya sabés Javier cuál es mi opinión, no se pueden asumir culpas que no se tienen o no se sienten, por lo tanto, el origen de nuestra vida no puede estar supeditado a ellas, sino más bien determinado por quienes se sienten culposos y al respecto es imposible generalizar.

Sí, siempre predecimos ¿y qué con eso? Dejarnos predecir por lo indeterminado es ponernos en mano de un destino que evidentemente desconocemos como tal.

Me encantan tus textos existenciales. Puedo estar de acuerdo con todo, con algo o con nada (esto último difícilmente), pero es un gusto que sirva como disparador para adentrarnos en el mundo de las hipótesis, pues la tesis y la demostración aún están en pañales por más esfuerzo que haya hecho Anaximandro.

Un beso grande, Javier.

América dijo...

Hola Javier.

Partimos de que estamos en constante crecimiento y eso trae consigo preguntas y constantes reflexiones de cuanto nos rodea,cuando por fin asumimos la vida con más serenidad,siempre nos vienen dudas y preguntas,saber el porqué a veces resulta tan complicado como saber el para qué,ahí seguro escuchamos lo que debemos escuchar y no lo que queremos escuchar.

La esperanza incierta e irreal está en nuestro día a día y entre más se acerca ha expectativas reales más firme suele ser,la vida aparte de esplendorosa también suele ser impredecible,aunque Ley de Murphy intente darnos luz.

Me gusta esa imagen de Anaximandro,detalle en La escuela de Atenas,cuando se ve la imagen completa del fresco se le ve tan atento e involucrado en el ambiente.

Un abrazo.....

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Otro beso grande para ti Liliana.

Ya sabes, a veces se piensa y se puede plasmar y otras no.

Recibe un abrazo fuerte.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

América, me gustan tus reflexiones de las reflexiones.

Completan.

Un fuerte abrazo.