jueves, 20 de septiembre de 2012

Adiós



DURANTE los últimos meses he aprendido mucho. Escucho a los insectos, procuro no dejar en evidencia a los pájaros cuando vuelan sobre mi cabeza, y sobre todo sostengo el alimento con las manos de la desesperación.

Durante las últimas semanas he conocido a quien realmente merece o no merece la pena. Las nubes están húmedas, la luz del Sur sonriente.

Durante los últimos días preparo las maletas para la marcha definitiva. Aquella de la que no se vuelve y habita en el recuerdo.

Solo veo rostros, imágenes perfiladas como los versos de Quevedo. Sigo viviendo con sombras y arañas, pero no escucho los ruidos de antes.

He colgado el teléfono para siempre. He cerrado el cuaderno como nunca. Solo hay recuerdos.