jueves, 12 de agosto de 2010

The Face (catorce) (Tercera Inclinación)



Tengo una vida privada muy personal. Desde que impedí que dejaran comentarios, no paro de recibir correos privados. Cada día más, y de personas de todas las partes. Les respondo cariñosamente, ya que sus palabras muestran deferencias y buen afecto.

Es un halago, un magnífico obsequio a la intemperie. Una manifestación de bienvenida mientras dejo de hacer lo que me plazca.

Nunca hago nada que pueda molestar. La cordura de los necios radica en pasar desapercibido doblemente. Con gafas moradas, vestido de torero y con bastón, amén de un sombrero egocéntrico, poco se puede pasar desapercibido.

Me observan los cultos, los irreales, los del más allá y los del más acá. Alguno sonríe, otro suelta una carcajada, y el más inteligente, simplemente mira despavorido.

Me he acordado de Ridao, seguro que ha hecho de extra en la película famosa, al igual que la alcaldesa de Alájar. Lamentable, por un puñado de euros, un pueblo patas arriba y en pleno mes de agosto.

Una señora tenía hoy un libro de Larson. Le he arrojado un puñado de arena y he salpicado el libro a ver si se moja. Se ha humedecido, sin oficio ni beneficio. Muchas veces es necesario conocer las acepciones de las palabras para comprender el significado expuesto. Nos limitamos a leer y es necesario aprender.

Mojar no significa humedecerse. También es sinónimo de dependencia. La justa y necesaria para entender lo que se pretende decir, exponer, resaltar.

Un hombre es una marea y dos una mujer. El biquini me aprieta, me regaña. ¡Joder con la compasión!

Ha venido el carpintero. Ha arreglado el armario. Me hago un bocata con los nocilla y lo muerdo a bocados cuerdos, sin contemplaciones. Aprovecho para tomar de postre unas pijotillas, con MM. Ya en casa un protector de estómago y otro MM.

El triquini relaja, no contiene quinina pero sí parabenes. Foxá era un capullo y yo un gilipollas. Todos tenemos algo de versátil. Una verdad. ¿Una verdad? La misma. Mañana lloverá en México. En Londres treinta grados.