sábado, 4 de diciembre de 2010

Nanny



ES posible que ya no me recuerdes.
La última vez que nos amamos
volvía el mar cansado, a ráfagas
de viento, nadaba en esperanzas.

La solución del sueño me asusta,
como también lo hace la vida,
y entre tanto, juventud,
qué deseas ahora de la noche.

Mi recuerdo era una sombra, la boca,
tu lengua, pero todo es igual
y ya lo sabes. Una luz aparece
en los años de maldita experiencia.

Son las diez y el mundo
me sabe a calentura, no volveré
a sentir, a ser un joven y a la vez
olvido. He perdido el camino
por seguirte y ahora, precisamente
ahora, no recuerdas que eras la criada.
La puta necia, la chacha.