lunes, 17 de octubre de 2011

78 (Setenta y ocho)



Cuando entras en el laberinto descubres el significado de la expresión literatura. Nada es ajeno a ella. Nada nos pertenece. ¿Hay palabra más bella que la propia nada?

Dudo cada día más del contenido literario de las bitácoras. Los maestros de los cuadernos desconocen realmente la literatura. Su expresión, su significado, los estudios que existen sobre los autores. Es la interpretación errónea y conveniente lo que se aporta en los blogs.

Vivir como animales sin dejar de ser un animal, es algo así como el sufrimiento místico, la concienciación.

Un ser de extrarradio, que se consideraba autor, comenzó a promulgar teorías literarias. Sus fieles seguidores dejaban anotados comentarios magníficos. El ser se iba creciendo. Sus teorías tomaban forma en la cabeza.

Con el paso del tiempo dio origen a nuevas y poco creíbles hipótesis. El conocimiento especulativo nunca argumentaba la realidad.

No hay rigor en un cuaderno, como no lo hubo nunca fuera del laberinto. No salgamos de la confusión. Ella nos resucita.