martes, 19 de mayo de 2009

Ilusión Óptica



Nuestra felicidad nunca depende de nosotros mismos. Si al menos dependiera entonces sí sería felicidad.

37 comentarios:

Julio dijo...

Si dependiera de nosotros sólo, más que felicidad, ¿a lo peor no sería onanismo espiritual? Tu entrada de hoy es un disparadero para la reflexión.

Un abrazo, querido amigo

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Amigo Julio, Aristóteles decía, que nuestra felicidad depende de nosotros mismos.

Y creo que es un error como un nido de cigueñas, igual de alto.

Pero bueno.

Un abrazo.

Pd. Por cierto el vino Aalto, de Ribera, está para mojar pan.

Alonso CM dijo...

La felicidad dura tanto como un Ribera del duero, amigo Javier.
Un abrazo desde el nido.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

je.
besos y amor
je

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Miradme, pues mira que son limitadas las botellas de Aalto, por su escasez y su PVP.

Un abrazo, pero ¿y ese nido?

¿Dónde está el nido?

Yo diría, que la felicidad dura tanto como el gusto o placer relativo y emocionado, derivado de cruzar una esquina, con una copa en la mano, claro está.

Abrazo Miradme, y mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Sede.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ahora, Miradme. Disculpa pero tengo el efecto retardado, como los motores diesel.

Otra abrazo desde el nido, pero de boas.

Conchi Guirao dijo...

Felicidad.... ¿Que es eso de lo que tanto escucho hablar?

Un saludo, Conchi

Liliana G. dijo...

Esta vez no estoy de acuerdo con vos Javi, aseverar que la felicidad "nunca" depende de nosotros mismos es achacarle a otros la responsabilidad de que nos la ofrezcan.

Aunque me acerco más al pensamiento de Aristóteles, no creo en los absolutos. Pero claro, primero deberíamos pasar interminables tertulias para dilucidad qué es la felicidad o qué representa para cada uno de nosotros. Pero ese es otro tema.

Un besote, amigo.

Dyhego dijo...

JAVIER:
La felicidad es meteorología pura y dura: felicidad variable de fuerza 1, felicidad con sensación térmica de 15º bajo cero, felicidad de altas o bajas presiones, felicidad de calma chicha, felicidad huracanada...
Depende de nosostros mismos en tanto en cuanto sepamos o podamos hacernos inmunes a los vampiros energéticos (esas personas capaces de amargarte el día con sus victimismos o su malafollá).
En cualquier caso, haremos lo que aquel rey arabeandaluz que metía las bolas blancas de felicidad en una bolsa y al final de sus días había una docena y pico.
SALU2

Liliana G. dijo...

Dilucidad=dilucidar

Aprovecho para seguir: para mí por ejemplo, la felicidad son momentos puntuales dónde uno ha alcanzado el máximo de sus expectativas en cualquier orden de la vida. No existe la felicidad completa, como tampoco la infelicidad completa. Creo que el ser humano puede "estar" feliz, pero dudo mucho que "sea" feliz.
Todo en la vida es finito, ergo, la felicidad también lo es...

No ocupo más espacio, me parece un abuso.
Cariños.

Marisa Peña dijo...

tal vez, como dice Liliana, la felicidad sea un momento, un roce, una caricia , un instante fugaz.Luego está la sensación de plenitud, de cierta armonía, de satisfacción vital, de agradecimiento.Y sí, yo tampoco creo que dependa de uno mismo, pero sí es cierto que uno mismo puede sentirse feliz si sabe apreciar las pequeñas cosas y no espera más de lo que puede alcanzar ... y lo digo yo que siempre estoy esperando trenes que no llegan:)
Besos

Taller Literario Kapasulino dijo...

Una frase matadora... pero cuanta verdad... me deja pensando

Olga Bernad dijo...

En fin, muy de acuerdo con Dhyego otra vez (me lo tendré que mirar, a ver si tanto coincidir va a ser malo) en lo de que la felicidad es meteorología, y también con Julio: puede haber ocasiones, cuando sentimos que sólo depende de nosotros, que todo sea una especie de paja mental.
Es muy difícil hablar del tema sin caer en los lugares comunes que nada dicen. Podemos sentirla, la reconocemos. Esos momentos son ciertos, por eso la felicidad existe. Pero se va cuando quiere. Sólo podemos dejar la puerta abierta y la luz encendida para que no se pierda si quiere regresar.
Un beso, Javier.

Dyhego dijo...

Gracias por tus palabras, Olga B. Espero que cuando no coincidamos también nos lo podamos decir así de educadamente.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Yo creo que la felicidad es en gran parte hacer lo que a uno realmente le gusta y le apetece y así todo el tiempo. Pero el mundo no siempre nos lo permite y por eso no somos totalmente felices. ¡Pero si dependiera de mí el poder hacer lo que quiero! Así que yo sí suscribo el pensamiento de Javier

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Hola Conchi, cuando la encuentres me avisas, sólo para conocerla, ¡es tan difícil acceder a ella!

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Hola Liliana, amiga. Me encanta tu planteamiento, pero no achacamos a nadie nuestra infelicidad. Para nada.

Es cuestión de no principios, y sentidos primeros.

Nunca estuve de acuerdo con el filósofo.

Pero como ves, es lo grande de la vida, respeto plenamente tus opiniones.

Recibe un abrazo muy fuerte.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Dyhego, me gusta tu afirmación, por ello publiqué hace unos días el poema "El hombre del tiempo".

La comparto también, pero con matices.

Me ha gustado mucho tu álogo que te agradezco con un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

En mi Cuardeno tus álogos son un placer y un honor, nunca un abuso gran Liliana, nunca.

Eso para empezar.

Después decirte, que sí, que los ratos, los momentos.

Pero sigo pensando que la vida, es infeliz, y lo feliz es ajeno a la vida, y nos acostumbramos a ello. Y no depende de nosotros.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Hola Marisa. Los trenes llegarán, ya lo verás. Pero serán trenes que tienen estaciones, y van de un lado a otro, eso pasa siempre.

Los que se quedan, son los que hay que arreglar.

Un fuerte abrazo y mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Carla, un fuerte abrazo por tu álogo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

La luz está encendida Olga. Cierto Dyhego, y cierto Julio, también cierta Liliana, y todos los álogos son ciertos, por el hecho de ser, y porque están en el Cuaderno.

La felicidad depende de nosotros, ocurre que no la conocemos, nunca ha venido a visitarnos, y sabemos lo que es el placer, la alegría, los ratos, los buenos momentos escasos o abundantes, pero ella, en sí no es, porque no está.

Un fuerte abrazo amiga Olga.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Conociendo a Olga, y conociéndote a ti Dyhego, os digo, desde luego. Sois grandes los dos.

Un fuerte abrazo con mi amistad.

Y mil gracias.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Jesús, no se nos permite, no sabemos cómo es, ni dónde está. No se nos manifiesta, y la buscamos, y sentimos momentos de grandeza.

Pero ella no se ha manifestado.

Un fuerte abrazo Jesús, y gracias por el álogo.

Anónimo dijo...

La felicidad, como los deseos, si solo de penden de nosotros es tan real como incompleta.

(Pero, claro, que le digan esto a un budista...)

Javier Sánchez Menéndez dijo...

O a un ateo, amigo. O a un agnóstico.

Un fuerte abrazo y gracias.

Ignacio dijo...

me has cerrado los comentarios de abajo no he podido agradecer la consideración.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ignacio, ya los publiqué en su momento, y ahora, los publico sin opción a álogos.

Un fuerte abrazo.

Conchi Guirao dijo...

Los problemas no están en la gente, estan en cada uno de nosotros Javier. La felicidad???? Pienso ke nos aferramos demasiado a cosas que nos impiden acceder a ella...ese es problema..

Un beso, busca en tu interior.

ade dijo...

- La felicidad, son solos instantes y a veces tan breves que no los podemos registrar. En un mundo tan frio y robotizado donde nos quisieron convencer que la soledad es una gran compañera y muchos compramos, es tan dificil ser feliz. La felicidad es sólo una ilusión de a ratos. Un abrazo muy grande. Ade

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Conchi por tu álogo.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Otro abrazo para ti Ade y mil gracias.

Máster en nubes dijo...

Jo, estoy pensando todavía.
Según un amigo mío felicidad es cuando metes a los niños en la cama y puedes leer 10 minutos el periódico o no hacer nada. (El me decía que por eso las personas sin hijos no sabíamos lo que era la felicidad ;-) En mi caso es cuando duermen las perras o un alma caritativa las saca a las 7 am y yo puedo dormir un poco más.

Pero también hay otros muchos instantes, creo. A mí si me han presentado a esa señora y me gusta mucho, ahora como la llames y la persigas se hace la interesante y no se queda contigo. Hay que dejarla que se presente en tu casa sin previo aviso, plaf, no ponerla un horario de visitas o un lugar de encuentro.

Un abrazo.
Aurora

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Aurora, nunca hay horarios, pero sí calendarios y coincidencias.

ya veo que tus conceptos son reales, muy reales.

¿No será que lo llamas felicidad es "buen rato"?

Un fuerte abrazo Aurora y gracias por tu álogo.

E. G-Máiquez dijo...

El aforismo está muy bien. Yo propondría una variante, sólo aparentemente pesimista:

"Nuestra felicidad no depende de nosotros mismos. Si dependiera de nosotros mismos, la cagaríamos".

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Enrique.

Un fuerte abrazo.